Hay de infamias a infamias

Ya lo decía el magistrado Arturo Nahle en su colaboración semanal en un espacio radiofónico: al extraditar al infame exdirector de PEMEX, Emilio Lozoya, también trascendió el desvío de recursos de Odebrecht para financiar la campaña de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República. Pero más infame, dijo, el maiceo a quienes aprobaron la reforma energética, un “secreto a voces que hoy está salpicando a las más altas y las más castas esferas del poder”, hecho que según sus palabras será difícilmente comprobable y por la prescripción de los delitos que se le imputan, también difícilmente pisará la cárcel. Aunque ha sido un escándalo infame en la escena nacional, los presuntos implicados (porque no se han cantado nombres) no parecen nerviosos. Aquel que tiene las manos limpias (y más en tiempos del infame COVID-19), nada debe y nada teme. Lo que tiene mucha razón el magistrado presidente del Poder Judicial es que la presentación del libro “La Infamia” por parte del senador Ricardo Monreal salta mucho entre las infamias que acaparan la agenda mediática nacional, no porque marque agenda, sino porque la atención de las audiencias están más concentradas en lo que consideran importante. El proceso electoral adelantado aún puede esperar.

Trabajadores infames

Y hablando del Poder Judicial, se armó la chimba luego de que en esta columna diéramos a conocer el caso de Patricio García, quien supuestamente es el responsable de implementar el nuevo sistema de justicia laboral en Zacatecas, pero ante su ausencia infame de dos meses don Arturo Nahle se la ha tenido que fletar dobleteando como magistrado presidente del Tribunal y haciendo la chamba del cuñado de Jehú Salas Dávila, secre General de Gobierno. Peeero eso no es lo peor, porque según lo que se reporta en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), Patricio García fungía a inicios de año como secretario particular y fue cambiado de puesto a partir de marzo. Lo llamativo es que mes a mes, incluyendo los meses que ha estado ausente de sus funciones sin justificante, ha recibido su salario íntegro, más recursos adicionales como bonos de despensa, estímulos al trabajo (cuánto cinismo tan infame) y hasta viáticos durante el periodo que ha estado “incapacitado”. Si así se premia la productividad, ya entendemos la molestia en el Tribunal de Conciliación y Arbitraje y la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, donde de plano no lo tragan.

¿PRI-MOR?

Pues que en el vecino estado de Jalisco no se descarta una alianza entre el PRI y MORENA para las próximas elecciones, como lo anunció el dirigente tricolor de aquella entidad, Ramiro Hernández. Y es que al parecer el gobierno de Enrique Alfaro no ha sido visto con buenos ojos por la racita jaliscience. Lo que sorprende es que la principal crítica sea porque el gober no ha sabido cómo domar la pandemia por el COVID-19, cuando tiene un grave problema de seguridad con el recrudecimiento de la violencia y la presencia de cárteles tan infames como el Cártel Jalisco Nueva Generación. ¡Amooos! Si allá andan así de fumados, ¿cómo estarán las cosas en Zacatecas que ya piensan en un frente amplio partidista? Hay de infamias a infamias…