¡KHA NAAARVIAAAS!

Pues que en la encerrona que tuvieron en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI), fueron varias las horas que estuvieron analizando Fito BonillaClaudia AnayaRoberto LuévanoCarlos Peña quién de los cuatro iría como candidato a la gubernatura en el proceso electoral 2021.

A pesar del hermetismo y de que la discusión se prolongó hasta la madrugada, cuentan que Fito Bonilla salió renovado y muy optimista con la decisión tomada en conjunto con el dirigente nacional Alito Moreno, aunque el exceso de confianza nunca ha sido bueno y eso lo sabe bien el fresnillense, pues en política la vida da muchas vueltas.

Lo que llamó la atención fue el espíritu de unidad que emergió de aquella reunión en la que, por lo pronto, esperarán a anunciar los resultados y el método de elección que han mantenido a la expectativa no solo a la militancia priísta y a ese gran espectro de votantes indecisos que figuran en todas las encuestas, sino también a los partidos políticos con los que posiblemente se integre una mega alianza para entrarle duro al proceso 2021.

Y ya sea por encuesta o por convención de delegados, u algún otro método que elijan, al parecer Fito Bonilla tendría ventaja debido al trabajo realizado con las diferentes estructuras, gremios e incluso con dirigentes de otros institutos políticos, apostándole a la mega alianza en la que hoy están depositando su confianza para ganar en el 2021.

La bendición

Ya de por sí resultaba raro que Vero Díaz, la súperdelegada de Programas para el Bienestar, arrancara su gira de informes sobre la aplicación de recursos federales en este municipio, y todavía más sospechoso que le siguieran con el arranque del Banco del Bienestar en este mismo municipio, y todavía súmele su asistencia al informe del alcalde, sin olvidar la presencia constante de varios operadores políticos en el mismo municipio, que no es de extrañar que ahora el presi Julio César Chávez buscara la “bendición” del senador Ricardo Monreal en su aspiración por reelegirse o vaya usted a saber si su arrogancia y narcicismo le da para escalar más alto.

Incluso en esta visita exprés a la Ciudad de México, dizque para amarrar inversiones chinas en Guadalupe, bien que estuvo acompañado por David Monreal, aún coordinador Nacional de Ganadería. Así bien raro, pues.

Que le hayan echado flores por ser un buen gestor es lo de menos. Esta semana la LXIII Legislatura nos dio prueba de que nanais con la negativa a concederle 72 millones de pesos para la JIAPAZ y aunque se quiera colgar del milagrito de los 400 y tantos millones de pesos de recursos federales para Guadalupe, son para programas sociales de la federación que se hacen por obligación, no por gestión.

Ya lo de entregarle como obsequio su segundo informe de gobierno es una minucia comparado con el momento en el que el senador Ricardo Monreal se quita el cubrebocas y con la misma mano saluda al joven alcalde morenista, expriísta y experredista. A veces los políticos dan señales contradictorias respecto a las disposiciones sanitarias en tiempos de pandemia.

Revés a consultas

Y hablando de señales contradictorias, ahí tenemos el proyecto de sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) respecto a las consultas populares y sobre el tema de someter a juicio a expresidentes. Ya desde antes se sabía que era una figura inconstitucional y así se indica en el documento dado a conocer ayer, pues coarta libertades y se violan diversos principios, como el de presunción de inocencia, además de que no es la visión ideal sobre la impartición de justicia.

Peeero tampoco es de extrañarse, pues en mucho corresponde a una estrategia política donde se demerita a las instituciones que van en contra de la 4T, así sean autónomas. Al haber presentado esta iniciativa, el presiente Andrés Manuel López Obrador cumple con una demanda, sabiendo de antemano que no prosperaría, pero justamente por eso fue presentada, para seguir montando un circo de simulaciones donde él queda como el bueno de la historia y las instituciones son las malas por ir en contra de la voluntad del pueblo.

Claro que sería lo ideal llevar a juicio a expresidentes y muchas otras figuras no consideradas en esta consulta popular, pero hay leyes, normas y procedimientos que rigen a todo el país y están las instituciones para ejecutarlas. En lugar de este show mediático, ¿por qué no atender a los canales que ya están dispuestos para que se aplique la justicia? Porque así no gana credibilidad.

Cuánto cinismo

No sabemos cómo es que la senadora Soledad Luévano no se atraganta con tanto taco de lengua. Su desconocimiento de la administración pública es tal que Dios nos libre de tenerla de gobernadora. Ahora salió con que los gobiernos estatales y municipales deben apretarse el cinturón (ahora le llaman “austeridad republicana”), no pedirle recursos extraordinarios a la federación, rascarse con sus uñas y dar resultados.

Y hasta echa en cara que la federación así lo hizo (ajá…) para invertir esos recursos en la refinería de Dos Bocas (esa que sigue inundada), el aeropuerto (ese donde no se contempló que había un cerro en medio), el Tren Maya (sin medir su impacto ambiental), la autopista Zacatecas-Aguascalientes (nomás la primera etapa y ahí quedará como obra fantasma sin concluir mientras no se le asignen recursos) y hasta los programas sociales que ya son obligación constitucional para la federación.

Se le olvida que en su inexperiencia, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, envió una propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 sin recursos para el campo, infraestructura o atención a migrantes, desapareciendo fondos que eran de mucha utilidad para estados y municipios e incluso los programas que se podían convenir para multiplicar los recursos y los resultados. Es como si a alguien le dieran diez pesos para comprar la canasta básica y todavía le exigieran el cambio. Cuánto cinismo.

Ah, pero eso sí, en la sesión del 23 de septiembre se abstuvo (igualito que la senadora Geovanna Bañuelos) de analizar en el Senado el tema de la corrupción en el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado. En fin, la hipocresía…