La educación a distancia

Por: Heraclio Castillo

Ya me lo habían comentado, pero mantenía mis dudas hasta que por fin pude constatarlo: el modelo de educación a distancia que dispuso la Secretaría de Educación Pública (SEP) para el ciclo escolar 2020-2021 es un fiasco.

Hace ya varias semanas Esteban Moctezuma, titular de la SEP, había anunciado con bombo y platillo el nuevo modelo de educación a distancia, una estrategia en la que participarían varias televisoras para reproducir los contenidos educativos durante la contingencia por el COVID-19, un modelo al que se adaptarían los estados para sacar adelante el ciclo escolar y garantizar la educación de millones de niños y jóvenes de todo el país.

Cuando vi el primer calendario con los horarios para cada nivel educativo me quedé como panosha de pingüino. ¿Cómo que habría clases todavía a las 11 de la noche? Pero eso no sería lo peor, porque a la disparidad en los horarios (que por mucho superan las 8 horas diarias para cada nivel educativo) había que agregar el hecho de que en millones de familias no hay un solo menor, sino varios y eso ha implicado desde organizar calendarios en cada familia para compartir el único televisor (cuando se tiene la suerte de contar con uno) hasta empatar los horarios laborales de los padres con los de sus hijos.

La verdad es que la SEP únicamente vino a complicar la dinámica educativa que ya se había impulsado en cada estado acorde a sus circunstancias al cierre del ciclo escolar anterior. Ahora el mérito no es de la SEP, sino de todos aquellos docentes que se la han fletado para estar ahí (de manera presencial o a distancia) para acompañar a los menores en su proceso de aprendizaje, pero fundamentalmente de los padres de familia que han hecho milagros para que sus hijos aprendan algo, ya cualquier cosa, de tan deficiente que es el modelo propuesto por la SEP.

¿Cómo así? Pues sí, porque una cosa es la dinámica para la educación a distancia, pero otra fundamental es el tipo de contenidos para esta educación a distancia, contenidos que a mi parecer (y tal vez el de muchos lectores) deja mucho qué desear por sus deficiencias tan evidentes.

De inicio, la mayoría de los contenidos en las últimas semanas se ha concentrado en hacer actividad física en casa, la formación de valores o el desarrollo de habilidades motrices y los pocos temas donde se abordan las matemáticas, las ciencias naturales, la historia o la gramática (por mencionar algunos ejemplos) se muestran tan rápido que ni siquiera dan tiempo de tomar apuntes y eso obliga a ver la repetición de cada clase y aumenta, en consecuencia, las horas de estar frente al televisor para seguir el proceso de aprendizaje.

Esto ha provocado tremendo dolor de cabeza a docentes y padres de familia que deben coordinarse para dedicar muchas horas extra para que estos conocimientos se queden en los menores y pasen como una embarrada que con el pasar de los días se les olvidará, sin olvidar que para cada lección en el televisor hay que comprar material y material para dinámicas absurdas que no dejarán conocimiento, pero sí más gastos al ya de por sí golpeado bolsillo de la economía familiar.

Una situación muy diferente se está viendo en las escuelas privadas que, aunque se basan en las lecciones de los libros de texto gratuito, cuentan con docentes que dedican el tiempo necesario a cada lección hasta que los alumnos retienen ese conocimiento para pasar a la siguiente lección.

Esta brecha que se está abriendo en la educación de los menores, a mediano y largo plazo únicamente fomentará mayor desigualdad. Y pongo un solo ejemplo: mientras en el modelo propuesto por la SEP alumnos de sexto grado de primaria apenas inician con las fracciones y decimales, en escuelas privadas ya comienzan sus primeras lecciones de álgebra. Y empezaron su ciclo escolar al mismo tiempo.

¿Qué autonomía tienen los estados para implementar sus propias estrategias de aprendizaje a distancia y que los alumnos no se queden rezagados? ¿será que la pandemia acentuará también las desigualdades en materia educativa? ¿qué repercusiones tendrá a mediano y largo plazo este modelo educativo a distancia propuesto por la SEP?