María Soledad Luévano Cantú, actual senadora de MORENA, fue investigada desde el 2004 por la entonces Procuraduría General de la República, hoy Fiscalía General de la República (FGR), por la presunta comisión de delitos como peculado, enriquecimiento ilícito, corrupción, tráfico de influencias, nepotismo, vínculos con la delincuencia organizada, entre otros, en su paso por los diferentes cargos públicos que ha ocupado.
Los señalamientos y denuncias tienen su origen en su paso como Oficial Mayor en el gobierno de Ricardo Monreal Ávila, época en la que se le imputó ser cómplice y socia de la corrupción de ese periodo (1998-2004), al habérsele encontrado la adjudicación directa de contratos que debieron licitarse y cuyos beneficiarios no tenían la capacidad, ni el perfil ni la experiencia para dichas contrataciones.
En el 2002, cuando estaba el frente de la Oficialía Mayor, firmó junto a Pedro Ernesto Carrera, entonces coordinador de enlace, el dictamen para arrendar a Marisol de Santiago Ochoa 30 carteleras espectaculares por 1.4 más de millones de pesos para promocionar el gobierno de Ricardo Monreal; sin embargo, no hubo licitación, se trató de una adjudicación directa, a pesar de que la persona beneficiada no se dedicaba al giro.
Entre las empresas beneficiadas en el periodo en que Soledad Luévano fungió como Oficial Mayor se encuentra Agencia Integral del Agua S.A. de C.V., cuyo representante es Flor de Lourdes Luévano Cantú, hermana de la hoy senadora morenista y cuyo domicilio fiscal coincide con una de las tantas propiedades encontradas a Soledad Luévano Cantú en los registros de Catastro en Zacatecas, no reportados en su última declaración patrimonial.
A estas irregularidades se suma la presunta comisión de diversos delitos en su etapa en el ISSSTEZAC como Jefa de Prestaciones durante una de las primeras debacles y crisis del instituto, donde se presume que se valió de su cargo para dar trabajo en la misma institución a su hermana Virginia Elisa Luévano Cantú, quien ahí permanece y desde entonces ha acumulado diversas quejas y actas administrativas ante el incumplimiento recurrente de sus funciones.
Fue en este periodo como Jefa de Prestaciones del ISSSTEZAC que Soledad Luévano Cantú ocultó diversos desvíos de recursos de la administración del exgobernador Ricardo Monreal Ávila, cuando se otorgaron de forma irregular 37 créditos por más de 7 millones 100 mil pesos del fondo de pensiones del ISSSTEZAC a no derechohabientes, entre ellos familiares y militantes perredistas y petistas (partido en el que militaba la hoy senadora) sin pagarés ni intereses.
Entre los beneficiarios estarían Pedro de León Mojarro, ex titular de la Secretaría de Planeación y hoy en la mira de la justicia por su vinculación con los desvíos de recursos atribuidos presuntamente a Rosario Robles Berlanga a su paso por la SEDESOL federal, con un préstamo de 198 mil pesos.
También se señala a Apolonio Castillo Ferreira, exsecretario de Educación y propietario del Instituto Educativo de Zacatecas (IEZ), como presunto beneficiario de un empréstito por 101 mil pesos; a Enrique Laviada Cirerol, excoordinador de asesores y exdirector del periódico Diario NTR Zacatecas, con 413 mil pesos, así como a Saúl Castañeda, excoordinador Jurídico, con un préstamo de 153 mil 461 pesos.
Producto de estas y otras irregularidades, en el Registro Público de la Propiedad del Estado de Zacatecas se ha encontrado que María Soledad Luévano Cantú es propietaria de al menos 9 predios ubicados en las zonas más exclusivas de la zona metropolitana de Zacatecas, entre los que destacan propiedades de casa habitación en Hacienda de Bernárdez, San Nicolás de los Campos, Privada Bonaterra, entre otros