Nacho Valenzuela y el mérito periodístico

Arrancó la semana con homenajes y reconocimientos, como el ofrecido a la memoria del artista plástico Juan Manuel de la Rosa, pero también en la 63 Legislatura se pusieron de manteles largos con una sesión solemne para otorgar la Presea al Mérito y Trayectoria Periodística “Juan Ignacio María de Castorena Ursúa y Goyeneche y Villareal”, al reconocido Ignacio Valenzuela.

El decano del periodismo en Zacatecas dedicó su reconocimiento a quienes consideró “los más destacados y aguerridos miembros de la vieja guardia del periodismo zacatecano”, sin olvidar mencionar a una generación a la que calificó como “intermedia” y que, según sus palabras, “destaca por su labor de investigación, crítica y debate”.

No dejó pasar la oportunidad para recordar que los periodistas tienen un compromiso con la sociedad, en atención a la confianza y la credibilidad de los lectores y audiencias, porque consideró que “esa es la ruta de la veracidad y la honestidad”.

Muchas anécdotas tiene que contar el jerezano don Nacho Valenzuela, quien inició como voceador y director de publicaciones juveniles, pasando por reportero y fundador de varios medios locales de comunicación, pero sin duda es más recordado por su participación en espacios radiofónicos, sin olvidar su paso por la administración pública como director de Comunicación Social, regidor y diputado.

Un ejemplo del periodismo que se aprende en la calle y no en las aulas.

¿Albazo en el tema ISSSTEZAC?

Y a propósito de la 63 Legislatura, aunque la entrega de la presea marcó el cierre del quinto periodo extraordinario de sesiones, tal parece que los “davidistas” no se darán por vencidos y harán un último intento por llevar al pleno la reforma a la Ley del ISSSTEZAC en los términos de la “Ley Tello”, que en realidad es la “Ley de la Nueva Gobernanza” o algo así.

Cuentan que aprobar dicha reforma sería la condición para que el diputado Jesús Padilla sea integrado en el próximo gabinete del gobernador electo David Monreal, pero también se ha visto muy alborotado a su homólogo Omar Carrera, quien a pesar de que busca la dirigencia estatal de MORENA, tampoco descarta hacer su luchita para colarse en el próximo gabinete.

Un solo voto hace falta para que el tema por fin tenga un desenlace en el Pleno, pero gremios sindicales y de trabajadores tampoco se piensan quedar cruzados de brazos y pretenden tomar las instalaciones del Congreso para evitar un albazo con la reforma.

Total que hay intereses por todos lados, el tiempo sigue corriendo y el déficit se va a cumulando, mientras el director del Instituto, Marco Vinicio Flores, sigue nadando de muertito y tratando de lavarse las manos con tal de ser considerado por “la nueva gobernanza”. ¿Acaso no ha visto que hay fila? Diría Juanga: “inocente pobre amigo”.

Lo cierto es que, de reunir los votos necesarios, la iniciativa pasaría este miércoles, en una última oportunidad antes de que los diputados dejen su curul. ¿Qué pasará?

Soledad Luévano, deudora e improductiva

Y hablando del ISSSTEZAC, alguien que ha sido cómplice del desfalco, pero no ha dicho ni pío, es la senadora Soledad Luévano Cantú, quien también tuvo su paso por el Instituto y echaba la poderosa para aprobar créditos sin ton ni son. ¿Cuánto se ha recuperado de aquel entonces? Solo ella sabe.

Eso sí, no se baja del tren del mame una y otra y otra y otra vez en su pretendida lucha “contra los corruptos” y hasta sueña con el nombre de Miguel Alonso Reyes de tanto que lo repite en sus discursos, publicaciones en redes sociales y entrevistas.

Nomás que en los municipios de Zacatecas y Guadalupe le recuerdan que si puede pasar de favor a pagar su predial, que todavía debe desde hace cinco años por sus propiedades en Hacienda de Bernárdez, Bonaterra, San Nicolás de los Campos y hasta en La Bufa I.

Será que su dieta como senadora no le alcanza para pagar sus impuestos locales, o tal vez le descuentan por ausentarse de su chamba, como en 1999 cuando el entonces gobernador Ricardo Monreal visitó la dirección de Recursos Materiales y Luévano Cantú no estaba en su oficina.

O quizá le estén pagando por su productividad, que por cierto tampoco ha sido muy brillante, pues en su paso por el Senado ha promovido 33 iniciativas en los primeros tres años, pero solo una ha sido aprobada. El resto de sus iniciativas permanece en la congeladora y ni un solo dedo ha movido para que pasen en comisiones y luego sean votadas en el pleno. Le quedan tres años en el Senado, a ver si desquita lo que gana.

Marx Arriaga, en Zacatecas

Sin pena ni gloria pasó la visita de Marx Arriaga, director de Materiales Educativos de la SEP, quien estuvo de visita en Zacatecas para presentar los únicos dos títulos de 18 libros de texto gratuitos que pretendía rediseñar con el apoyo de ilustradores “por amor a la causa”, o sea, sin pago de por medio.

El único funcionario local que recibió al enviado de la federación fue Simitrio Quezada, director de la Red Estatal de Bibliotecas, en un foro de maestros y bibliotecarios que se reunieron en la Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” para ver los ejemplares de Español tercero y cuarto grado.

Durante el foro también se presentaron los cuadernos de trabajo para maestros, de español y matemáticas, que serán utilizados desde preescolar hasta tercero de secundaria, además de la colección de libros que hizo la SEP para las bibliotecas públicas de todo el país.

En otra maroma de la 4T, Marx Arriaga calificó como “ruptura” e “innovación” los dos ejemplares rediseñados por convocatoria, al asegurar que se trató de un diseño desde la colectividad y con base en la experiencia de maestros frente a grupo.

Insistió en que fue una estratégica “polémica porque se cambió el modelo de hacer libros de texto”, aunque la realidad es que la polémica surgió porque reducía el esfuerzo de ilustradores y diseñadores a un pago “por amor al arte”, casi casi nomás le faltó decir que porque “es un honor estar con Obrador”. Suponemos que el proyecto ejecutivo del Tren Maya o la refinería de Dos Bocas también fue por amor al arte, ¿verdad?