Alejandro Tello también saca el cobre

Durante cinco años nos acostumbró a una imagen de político mesurado, prudente, sin caer en provocaciones. Alguien que evitaba meterse en controversias y optaba por buscar soluciones. Pero en su última videoconferencia sobre el COVID-19, antes del cierre de administración, el gobernador Alejandro Tello demostró que también tiene uñas y dientes y que no permitirá la calumnia y la diatriba, esa a la que es muy propensa la nueva gobernanza.

Luego de que los diputados monrealistas acusaran al mandatario de una actuación “perversa y mezquina” respecto a la reforma a la Ley del ISSSTEZAC, Tello Cristerna puso los puntos sobre las íes, con datos oficiales en mano, para aclarar cómo surgió y cuáles son los puntos que tienen en crisis al Instituto.

Y para rematar, evidenció lo que mucho ya se ha señalado: a los monrealistas les faltó oficio político, tiempo y consenso para aprobar una reforma que beneficiaba más a la nueva gobernanza que al gobernador que ya tiene las maletas hechas, a punto de entregar las llaves del gobierno.

Lo más grave, y que confirma lo que ya se sospechaba: la nueva gobernanza desconoce la administración pública y no tienen ni idea de la magnitud de los problemas ni de la complejidad de procedimientos que se requieren para cumplir lo que en el discurso populista suena bien bonito. ¿O no?

Pide David Monreal que no se roben las macetas

Mientras el futuro de más de 20 mil derechohabientes está en vilo, y la Secretaría de Hacienda cierra la llave a los estados para saldar compromisos de las administraciones salientes y no heredar deudas a los gobiernos entrantes, el gobernador electo David Monreal parece más preocupado por unas macetas que se pretendían robar.

También en videoconferencia, el gobernador electo hizo un recuento de más de lo mismo que ya ha dicho en ocasiones anteriores: revisión de inventarios, bienes declarados chatarra, aviadores en varias dependencias, vehículos desaparecidos y, por supuesto, los lápices que son patrimonio de los zacatecanos.

Dos cosas nuevas dijo: la “desaparición” de 33 mil 710 kits de artículos promocionales de Zacatecas Deslumbrante en plena pandemia y la baja del inventario de 1 mil 660 bienes muebles en la SECTURZ porque al parecer fue un robo ya denunciado ante la Fiscalía. Lo segundo es fácil de rastrear, pero de lo primero, ¿no tendrá sentido común el equipo de la Comisión de Recepción?

Si los kits promocionales “desaparecieron” entre julio y agosto, en pleno periodo vacacional, ¿no es lógico que se utilicen para promocionar el destino y atraer turismo, en un estado eminentemente turístico?

Lo bueno es que ya viene la nueva gobernanza. Lo malo es que tanta falla deja mucho que desear. Lo peor es que en la agenda del gobernador electo no figuran los temas de coyuntura, sino las nimiedades que legitiman un discurso de “no ocultar ni ser tapadera de nadie”. ¿De verdad?

Incierto inicio de la 64 Legislatura

Para no desentonar con la falta de oficio político que demostraron los diputados monrealistas, los diputados electos esperaron hasta el último momento para sentarse a la negocia y repartir los cargos en las distintas comisiones de la 64 Legislatura, pero conforme avanzaban las horas este lunes, más divisiones se generaban.

Y es que en encerrona en el Hotel Mesón de Jobito, varias horas discutieron si “prestaban” legisladores a Zulema Santacruz para crear la bancada del PES o si, por el contrario, la integraban a MORENA. Los únicos mosqueados fueron Enrique Laviada y José Luis Figueroa, quienes al no coincidir con el grupo de la nueva gobernanza, optaron por declararse independientes.

Ya avanzada la noche, pudieron ponerse de acuerdo para definir la integración de la Mesa Directiva: Le Roy Barragán… perdón, Susana Barragán como presidenta, Zulema Santacruz como vicepresidenta; y como secretarias, Karla Valdez y María del Refugio Ávalos. Que se noten las mujeres.

También se definieron dos de los órganos internos más importantes, la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política, así como la Comisión de Planeación, Patrimonio y Finanzas. La primera será presidida por MORENA y la segunda, por el PRI.

Y si pensaban que la 64 Legislatura iba a ser diferente, ya salió el pupilo favorito de la senadora Soledad Luévano a poner la muestra de que el Congreso local seguirá siendo un mercado. Ernesto González Romo denuncia un faltante de más de 14 millones en las finanzas de la Legislatura y amenaza con investigar a fondo y exigir sanciones. ¡Qué miedo!

Omar Carrera, otro damnificado

A quien de plano la suerte no le sonríe es al (desde hoy) exdiputado Omar Carrera. Dos periodos como legislador y de pronto se quedó corto en su aspiración a dirigir el Comité Estatal de MORENA y desde el pasado fin de semana anda como si le hubieran prendido un cuete, siguiendo la política de golpeteo contra las autoridades ya reconocidas por el comité nacional de su partido.

Tuvo que venir Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional, para reconocer la dirigencia del profe Fernando Arteaga y que las autoridades electorales hicieran lo mismo, ahora sí, para que no hubiera cabos sueltos, en aras de evitar que el partido se siga fracturando más por peleas estériles de pequeños grupos de poder.

Pero el hecho no quedará sin consecuencias, porque ahora la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia tendrá que resolver si Fernando Arteaga incurrió en violación a los estatutos y documentos básicos o si, por el contrario, los que atentaron contra los principios del partido fueron Omar Carrera y sus aliados como Gladys Celene Campos, encargada de las finanzas de MORENA en el estado, entre otros más, aunque este par sí pudo haber incurrido en usurpación de funciones para avalar la contratación de cuates y abultar la nómina del partido, sin olvidar los presuntos desvíos donde se implica al propio Omar Carrera con cotizaciones a sobreprecio.

Y no hay que olvidar que, según ha declarado Fernando Arteaga, mientras fue relegado de las decisiones del comité estatal, se sirvieron con la cuchara grande y pudieron haber desviado recursos del partido a las campañas del pasado proceso electoral, lo cual está prohibido en los estatutos. ¡Vaya chimba!