Que me sirvan de una vez la del estribo

¡Aijoesu! Ya nomás quedan poquitos días con Tello al frente de la Administración, todavía no se oyen nombres del nuevo gabinete, o al menos acá entre la perrada de la que formo parte no suena ni la marimba, ni maracas, los grillos sí suenan, pero pues esos siempre.

Dicen que en el mundo de la política el que respira aspira, pero como que hay muchos que están aspirando tanto tanto que hasta sin aigre andan dejando a Deivis. ¡No mamen, al menos esperen que entre para que lo sofoquen! Me gusta que hay muchos que se perfilan para ocupar algún cargo, pero OJO ellos se perfilan solos porque el otro ni los topa.

La verdad, corríjanme si me equivoco, es la primera vez que no sabemos qué pedo con el gabinete, quiero pensar que es para que sea sorpresa, o como con los miembros del jurado en Gringolandia, que los sospechosos no intenten acercarse con amiguismos a sobornar o congraciarse.

Lo que es un hecho es que Deivis llegará al caos, y no precisamente al de Cuauh, sino un caos conformado por falta de lana, exceso de enfermos, hartos muchos muertos, mucha delincuencia de todo tipo, de esa que es la organizada y la desorganizada y claro está que disfrutaremos mucho los observadores, dentro y fuera de la administración, de los aplaudidores, es decir, aquellos que dirán “ya tiene 15 minutos como gobernador y no pudo detener la delincuencia” y aquellos que dirán “Tello lo logró, pero Deivis no supo llevarlo”.

El hecho es uno y como siempre voy a ser el ejemplo de los gobernantes porque soy muy perrona y deberían seguir  mi ejemplo:

Mi hija, Dios la bendiga, es una muy buena niña, muy dedicada a su escuela, muy amorosa con los amigos y la familia, siempre tiene una sonrisa amable y gentil para todos, aunque no le agraden del todo, porque ella es diplomática y educada, no como yo.

Bueno, mi hija, vuelvo a decir, Dios la bendiga, es todo eso que acabo de decir y más pero tiene un problema muy grande, se llama “Su Cuarto”, pero en serio es un problema porque su cuarto es un caos, en serio es como el Zacatecas que va a recibir Deivis, si no es que peor.

Les aseguro que si nos ponemos a analizar a detalle debajo de su cama vamos a encontrar grupo antagónicos de asqueles (u hormigas pedorras como ustedes los conozcan) peleando la plaza; podemos encontrar documentos perdidos de sexenios pasados, es más en una de esas y hasta un ratón que sea quien lidera las ratas de la colonia.

No mamen, el cuarto de mi hija mide 4×4 y me cae que está en chino limpiarlo, quizá lo lograría si la agarro a putazos, la desgreño y castigo, quizá en 2 horas estaría “limpio”, pero la verdad es que todo estaría debajo de la cama, así que con calma y sin culpas porque tampoco me sirve de nada que culpe a mi hija de ser una cochina, es mi responsabilidad también como habitante de esa casa haber permitido la porquería, perdón, desorden de mi engendro; tampoco puedo culpar al anterior inquilino de ese cuarto porque ese fue mi hermano y él sí era muy ordenado así.

En fin, llega Deivis a una administración que se destacará por la postura monrealista, que no morenista, pero confiemos en que la amistad que se ha pregonado con el “PreSiso” sea un hecho y nos ayude a levar anclas en la entidad y ser la potencia que se desea que sea “ora pal 24”.

Se van los que nos/se tienen que ir y se quedan los que nos/se tienen que quedar, lo único que queda claro es quienes ya es un hecho que se van no se irán sin que les sirvan la del estribo y ya todos sabemos que su estribo no fue un caballito, sino que será un percherón.

En fin, hoy sabemos eso, sabemos que no conocemos los nombres de gabinete, sabemos que se llevan un buen finiquito, sabemos que la ley del ISSSSTEZAC sigue bailando y sabemos que mi hija un día limpiará su cuarto; pero no sabemos qué va a pasar de aquí a 6 años, espero que para entonces esté bien limpio… El cuarto y Zacatecas.