¡Y que vivan los exhortos!

De exhorto en exhorto, los diputados de la 64 Legislatura ya perdieron su primer mes de labores nadando de muertito, creyendo que entre más puntos de acuerdo y entre más pleitos se avienten en tribuna, los van a calificar de más chambeadores.

Cada Legislatura tiene sus protagónicos, que en esta ocasión han recaído principalmente en los diputados Ernesto González, Enrique Laviada, José Luis Figueroa, Soralla Bañuelos, Xerardo Ramírez y hasta Karla Valdez. En ocasiones se han montado en el tren otros legisladores como Gaby Pinedo, Humberto de la Torre, María del Refugio Ávalos o Jehú Salas.

En otros tiempos se vivía una polarización muy marcada: los oficialistas y los opositores, pero en esta ocasión se aprecian otros matices, que van desde aquellos que perdieron los límites de la división de poderes y se ponen de tapete a la nueva gobernanza; aquellos que simpatizan con cierta reserva; unos más que se aferran a ser oposición y otros tantos que miran el tablero y hacen su propio juego.

No es novedad que en esta Legislatura haya quien defienda a capa y espada al Ejecutivo en turno, ahora del nivel federal y estatal. Pero lo cierto es que se trata de la primera Legislatura que poco o nada hace por defender a los exgobernadores, de esos partidos que hoy son oposición. Será que los señalamientos tienen razón, o que no hay madera para entrarle al quite. ¡Esas tibiezas!

Las prioridades de los diputados

Si bien en días pasados el tema recurrente ha sido el pago del salario al magisterio, los diputados locales también han tenido sus prioridades, como en el caso de Ernesto González, quien hoy pretende que los legisladores estén obligados por ley a regresar a sus municipios para estar en contacto con los zacatecanos.

Una buena idea para justificar viáticos y gastos de representación, esos que muchos se han embolsado, o quizá para disfrazar posibles actos anticipados de campaña. Habrá que preguntar cómo le harán con los plurinominales, ¿a qué municipio o distrito estarán obligados a acudir?

Tan mal papel está haciendo el diputado de MORENA, garrotero oficial de la nueva gobernanza en la 64 Legislatura, que recurre a las mismas prácticas que ya exhibió su madrina, la senadora Soledad Luévano, como aquella lona para reconocer a trabajadores de la salud por sacar la casta durante la pandemia, que este martes se tradujo en una lona para exigir a la Federación su atención hacia Zacatecas.

Y si eso no fuera suficiente, Ernesto González ahora tiene que recurrir al uso de bots para echarse porras en las transmisiones de las sesiones del Congreso, recordando el penoso episodio del “felicidades, diputada”.

Lo más aburrido es el bajo nivel de debate, hasta ofensivo, cuando entra en sendas discusiones con Enrique Laviada, tan solo por llevarle la contra. Y mientras tanto, el diputado exmorenista, exindependiente, exemecista y hoy perteneciente al grupo parlamentario del PRD simplemente se ríe.

Cada legislador, con su tema

Si de pleitos hablamos, qué tal el agarrón entre Karla Valdez y Humberto de la Torre cuando se referían al sistema de salud. La primera acusó que la 4T le quedó a deber al país en materia de salud, cuestionó dónde están los medicamentos para los niños con cáncer y hasta la opacidad en el ejercicio de recursos, a tal grado de preguntar dónde están las licitaciones.

Del otro lado, De la Torre Delgado acusó que 30 años de gobiernos neoliberales dejaron en la ruina sistema de salud, subrogando servicios o privatizando los centros de salud, además de asegurar que hoy las licitaciones se realizan de manera transparente. Al diputado se le olvidó mencionar que más del 70% de los contratos se asignan por adjudicación directa y solo un 15% se licita. ¿Ahora sí hablamos de transparencia?

Y otro que tampoco se queda atrás es Xerardo Ramírez, hablando de la supuesta corrupción en el sexenio de Miguel Alonso, cuando se hizo famoso por los “100 mil pesos” que exigía por haber aprobado el refinanciamiento de la deuda justo en esa administración; fueron más de 7 mil millones de pesos que hoy todavía son pesada piedra para el estado. ¿Qué tal anda la memoria del diputado?

Lo bueno es que ya presentaron una iniciativa de reforma para que nadie en el estado pueda ganar más que el gobernador. Ahora solo falta que se apruebe la reforma y que haya recursos para pagar, ya ni siquiera los salarios de los altos mandos, sino de la gente que vive al día.

Que ahora sí ya van a pagar

Y a propósito de pagos, este martes el gobernador David Monreal tampoco madrugó, como tanto le ha insistido el senador Ricardo Monreal, pues hasta pasadas las 2 de la tarde dio señales de vida a través de las redes sociales para informar que continuaba de gira en la Ciudad de México, haciendo gestiones para salir del bache con el que empezó la nueva gobernanza, “herencias malditas” que no se cansará de señalar.

En menos de dos horas volvió a dar señales de vida para informar que había tenido una reunión muy “productiva” con la secretaria de Educación, Delfina Gómez, y que el problema de la falta de pago se resolvería este fin de semana con el depósito de dos quincenas a los maestros.

Nada se dijo del recurso para pagar a burócratas, y menos de las pensiones para jubilados del ISSSTEZAC que siguen padeciendo las de Caín. Pero como la nueva gobernanza ya no inspira confianza, las mismas manifestaciones que ya llevan 14 días en protesta por la falta de pago continuarán mañana, tal vez pasado y así el resto de la semana hasta que la promesa del pago se haga efectiva.

Solo que el recurso que hoy se presume como “el gran logro” tal vez podría tratarse de un adelanto de participaciones, como aquellos 200 millones de pesos que le ofrecieron al gobernador hace un par de semanas y que rechazó haciendo muina y berrinche porque ya no podría llevar a cabo sus planes de legitimarse como “el héroe” de Zacatecas. Y hasta no cantar victoria, porque dice el dicho: “del plato a la boca…”.