El futuro del monrealismo

Fue el primero en entrar a la desgastante carrera por la sucesión presidencial, a tres años de que esta ocurra, y las señales parecen venir desde junio de este año, una vez pasada la elección del proceso 2020-2021.

El senador Ricardo Monreal, otrora invitado frecuente a los desayunos en Palacio Nacional, de pronto parece figura incómoda, o al menos así nos lo han presentado, y a pesar de su insistencia en que estará en la boleta en el 2024, hay otros elementos a considerar en ese escenario político.

Muchos han señalado que la ruptura entre el senador y el Presidente se originó por una supuesta traición que luego se vería reflejada en el mapa electoral de la Ciudad de México: la mitad en manos de la Cuarta Transformación y la otra mitad en manos de la oposición.

Desde entonces, no más desayunos en Palacio Nacional, luego vino el regreso de Olga Sánchez Cordero al Senado y el posterior nombramiento de Adán Augusto López en la Secretaría de Gobernación, lo mismo que el cambio de Gabriel García, otrora coordinador de Programas para el Desarrollo a nivel federal.

Durante estos meses, el senador Monreal Ávila ha enviado una serie de mensajes que sugerirían esa posible ruptura con el Presidente, principalmente en temas en los que abiertamente se ha opuesto a las decisiones de Palacio Nacional.

Del otro lado, mucho se ha visto el acompañamiento y supuesto respaldo que ha brindado Andrés Manuel López Obrador a “su favorita” en la sucesión presidencial: Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Y quienes así lo ven (y lo dan por hecho) han caído en el error de seguir las señales obvias.

Ya en lo local ha trascendido Ulises Mejía Haro, otrora alcalde de la Capital de Zacatecas, como alfil de Sheinbaum Pardo para promover su proyecto aprovechando la coyuntura de la revocación de mandato y la presentación del libro “A mitad de camino”, con un recuento de las principales acciones del Presidente en lo que va de su administración.

Y quienes han tenido la lectura obvia en la sucesión presidencial, han visto en Mejía Haro una especie de amenaza a un grupo que controla las decisiones en Zacatecas, principalmente desde la Delegación de Programas para el Desarrollo, donde muchos creen que el exalcalde vendría a relevar en el cargo a la actual titular. Por eso no es gratuito que desde la nueva gobernanza y aliados se pretenda impulsar una campaña para desplazar a Ulises Mejía hacia la delegación del Infonavit, donde tendría menor injerencia en los temas estatales.

Pero nada más errado que morder el anzuelo de las pistas obvias.

El papel que hoy juega el senador Ricardo Monreal no es cosa menor. “Sin querer, queriendo”, ha arrastrado a Claudia Sheinbaum al desgaste en la carrera presidencial, dejando el paso libre a otro presidenciable: Marcelo Ebrard.

En el círculo rojo de Palacio Nacional se comenta que Andrés Manuel López Obrador no es ajeno a la podredumbre que ha invadido a MORENA, especialmente en la pasada elección. Pese a ello, ha permitido que el partido gane los estados donde gobernaba la oposición para configurar otro escenario electoral hacia el 2024.

Sin embargo, Ricardo Monreal sigue siendo su mano derecha para hacer el “trabajo sucio”, incluso si eso implica llevar al desgaste a Claudia Sheinbaum para perder puntos rumbo a la elección presidencial. ¿Quién sale ganando?

No solo Marcelo Ebrard ha sido protegido de este desgaste (considerando que también está implicado en el desastre de la línea 12 del Metro). Hay otros perfiles que van avanzando hacia el 2024: los naranjas Samuel García y Luis Donaldo Colosio Riojas. Y con los tres, el senador Ricardo Monreal lleva excelente relación, especialmente Ebrard Casaubón, quien incluso desayunó en casa de su hija Caty Monreal el día de la toma de posesión de David Monreal.

En este tablero de ajedrez hay quien se ha aventurado a decir que la amalgama de Fuerza por México, Redes Sociales Progresistas y Partido Encuentro Solidario crearán un nuevo partido para impulsar la aspiración de Ricardo Monreal a la Presidencia de la República. ¿Y si su papel es otro?, ¿y si la instrucción fuera desgastar a Sheinbaum para que avanzaran Ebrard, García o Colosio?, ¿y si el “pago” fuera la jefatura de la Ciudad de México?

1 comentario en “El futuro del monrealismo”

  1. Esté artículo realmente al menos así parece tiene mucho sentido y la carrera para el 2024 avanzando, no descartar a el » CHAMUCO» Ya se manifestó y pues sería una oportunidad o probabilidad de que Zacatecas saliera del estancamiento eterno que nos tiene la mala política y también la apatía característica del Zacatecano

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