En problemas ambientales, todos podemos ser parte de la solución

En la actualidad nos enfrentamos a un gran desafío: el Cambio Climático. A pesar de que desde los inicios de los 80 se mencionaba como una seria amenaza para el planeta, es hasta ahora que somos conscientes de su magnitud y efectos que podría generar a medio y largo plazo.

No solo se trata de la progresiva degradación de la capa de ozono a causa de los gases de efecto invernadero. Tampoco del aumento de las temperaturas ni la ruptura de los ciclos naturales del planeta. Cuando se habla de cambio climático se tiene que referir tanto a sus síntomas directos, como a los efectos secundarios que puede generar.

El cambio climático también tiene incidencia directa en los movimientos migratorios que observamos actualmente en varios puntos del planeta, al mismo tiempo que la crisis alimentaria, guerras territoriales o el aumento de la desigualdad.

La desaparición de fuentes hídricas debido a las altas temperaturas ha provocado la sequía en ríos, lagos, lagunas y otras fuentes hídricas que durante siglos fueron indispensables para la supervivencia y el desarrollo de pueblos enteros.

Muchos de los que quedan están contaminados, igual que los océanos y las costas, lo que podría implicar el abandono progresivo de algunas zonas por parte de millones de familias, ampliación de los desiertos y la creciente migración hacia las grandes ciudades.

Ni la tierra, aire o los recursos naturales tienen la misma calidad que hace años, los gases de efecto invernadero han deteriorado dichos recursos y han obligado a que muchas personas abandonen las actividades relacionadas con la agricultura y la producción de alimentos de forma natural.

Cada año desaparecen miles de kilómetros de bosques en el mundo. Se calcula que desde 1990 se han destruido más de la mitad de los que se observan ahora. Además los árboles mueren a un ritmo acelerado debido a la contaminación del aire, la sequía de ríos, lagos y lagunas, los cambios bruscos de temperatura, y en muy pocos casos existen programas de reforestación.

Los recursos naturales pronto serán insuficientes para la supervivencia de las personas que habitan la tierra. La sobreexplotación de los recursos, el consumo irresponsable y el aumento de la población mundial, que se ha triplicado en los últimos 60 años y continúa creciendo a un ritmo acelerado, son las principales causas de este agotamiento.

El agua y la energía disponibles no darán abasto para suplir tales necesidades, además, la explotación de dichos recursos sigue en manos de empresas de países desarrollados que generan escasos beneficios en los sitios donde las extraen, lo que aumenta la desigualdad y obliga a muchas personas a abandonar su sitio de residencia en busca de zonas más aptas para la supervivencia.

Las sequías, huracanes y otros fenómenos ambientales impiden la producción y el cultivo de alimentos en condiciones normales. Con el fin de enmendar estos efectos y multiplicar la producción, se han sustituido los métodos de producción natural por otro tipo artificial, y en los que predomina el uso de sustancias químicas.

Estos métodos de cultivo hacen que los alimentos sean de mala calidad y afectan negativamente a nuestra salud, así como al medio ambiente, pues contaminan los alimentos, la tierra y el aire.

Como se puede apreciar, todas las causas y consecuencias del cambio climático están relacionadas entre sí y afectan en mayor o menor medida a nuestra salud y bienestar. Es difícil hablar de una sola solución para frenar los principales problemas ambientales que actualmente aquejan la tierra, tenemos que aplicar un primer paso, que es la conciencia que como habitantes del mundo nos corresponde.

Requerimos conciencia de la relación con el medio ambiente y la naturaleza, desde los artículos que compramos, las redes de comercio que apoyamos y las iniciativas que individual y socialmente podemos realizar, desde una agricultura sostenible que conserve los recursos naturales, el consumo responsable basado en necesidades, la reducción de los desperdicios y el reciclaje, la reutilización de todos aquellos productos que ya no usamos.