Regalar una mascota no es la opción

En época navideña y Día de Reyes algunas personas acostumbran regalar a los niños, parejas o personas de la tercera edad, cachorritos de gatitos o perritos, con el objetivo de que hagan compañía o que los niños se hagan responsables, pero al pasar el tiempo crecen, juegan con todo lo que encuentran, por lo que casi siempre los animalitos son abandonados entre los cuatro meses y un año de edad.

Es verdad que sus miradas tiernas y la figura entrañable de un cachorro son la imagen ideal del amor, pareciera que son el regalo perfecto, una agradable sorpresa; no obstante, si no se tiene clara la responsabilidad de agregar un miembro más a la familia, la mayoría de estos terminan abandonados en la calle y sin familia.

Los especialistas recomiendan que antes de regalar un cachorro, es necesario visitar al médico veterinario y tener una conversación para que nos oriente sobre el tipo de animalito que es más adecuado para las capacidades económicas, sociales y de tiempos disponibles del futuro dueño.

Cuando esto no sucede, el riesgo de abandono es mayor, porque quien recibe la sorpresa no tiene clara la responsabilidad y compromiso que significa una vida más a su cargo o simplemente no está convencido de querer hacerse cargo de las tareas que implica tener una mascota en casa.

Esta responsabilidad va desde la acción simple y básica como proveerle sus alimentos dos o tres veces al día, hasta procurarle atenciones particulares, como pueden ser un baño, el cual de cachorros en algunas razas son especiales.

Obsequiar un ser vivo representa mucho más que unos minutos, incluir una mascota en la vida familiar representa un compromiso de al menos 10 años de convivencia, atenciones y mucho amor. Desafortunadamente, cuando llega la mascota a casa y no fue una decisión consensuada con todos los miembros de la familia puede haber problemas de abandono.

De esta manera muchos perritos y gatos pueden terminar en la calle sin ser esterilizados y sufriendo su nueva condición de situación de calle, donde no importa la raza, tamaño, edad: simplemente los abandonan.

Últimamente en redes sociales se puede observar videos de personas que, como si fueran una bolsa de basura, los dejan en la calle o las historias de cómo un perrito recorrió casi 15 kilómetros solo para morder a su antiguo dueño.

En el Centro de Atención Canina y Felina, así como en la Policía Ambiental, se han incrementado los reportes de perritos abandonados en calles, casas y lotes baldíos, lo más sorprendente es que los propietarios acuden al CAFC a dejar a sus mascotas solo porque crecieron demasiado, ya no caben en la casa, comen mucho, “mis niños se asustan”, se murió su propietario… en lugar de buscarles una adopción responsable.

Antes de regalar una mascota, tomemos en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Un perro es un ser vivo que necesita ser cuidado y eso implica una gran responsabilidad.
  • Las mascotas necesitan mucha atención, sobre todo cuando son cachorros, es necesario enseñarles las normas del hogar y educarlos.
  • Es un compañero para toda la vida, ya que pueden vivir entre 10 y 12 años, antes de regalarlo a una persona hay que preguntarnos si estará preparada para esta responsabilidad.
  • Los perritos son animales fieles y merecen tener un hogar permanente.
  • La decisión de incorporar a un perro a un hogar tiene que ser consultada con toda la familia para cuidarlo entre todos.
  • Las mascotas son una responsabilidad que cambia la economía del hogar, algunas personas sí disponen de tiempo y espacio para tener un perro, pero su economía no les permite tenerlo.
  • Al regalarlo a un niño, es necesario tener el acompañamiento de un adulto responsable; los dos están en formación, puede ayudar al desarrollo infantil y al aumento de las capacidades sociales, pero bajo supervisión de un adulto.

La participación de todos los miembros de la familia es necesaria para incorporar un animal a tu hogar, recuerda que existen muchos animales de compañía que están en asociaciones y el CAFC esperando una segunda oportunidad. Puedes adoptar uno que se adapte a tu modo de vida y a tu entorno familiar.