Viene el 14 ¿y yo?

¿No les da miedo eso de que se avecina el 14 de febrero y yo esté sola?

Es que ni siquiera estoy sola como un perro, porque mi perrito no está solo. Ay, no, qué triste…

¡Neee! Nocierto.

Pensaba muchísimo en el 14 de febrero y cómo con el paso de los años va perdiendo importancia conforme uno va creciendo, la vida se va volviendo más rara, quizá de alguna manera vamos madurando o al menos se nos va quitando lo pendejo, la representatividad de las fechas se va perdiendo o al menos va perdiendo importancia emocionalmente hablando.

Conversaba hace unos días con un grupo de amigos disfuncionales (como yo) de la vejez y de cómo muchas personas (sobre todo los jóvenes) nos ven como viejos porque vemos raras ciertas expresiones de amor. No sé si en mi temprana juventud me hubiera gustado que me regalaran un oso gigante que ocupara la mitad de mi habitación de casa de interés social, pero sí estoy segura que con las malditas alergias que me cargo ahorita me dan algo así y lo echaría a la basura ALV.

Creo que a mi pobre hija sí le gustaría que le dieran algo así, pero también creo que YO lo tiraría ALV, por aquello de las alergias.

Más que hacernos viejos, vamos madurando aunque sea en algunas cosas, lo borracho no se me va a quitar, pero ese será mi parte de locura que perdure hasta que mi hígado diga “aquí va la mía”, pero sí sé que ya hay relaciones sentimentales en las que ya no veo romántico que me espíen, que me acosen y me hagan a un lado.

Sé que sentimentalmente comprendí que mi mejor pareja soy yo y también mi mejor compañía y que si debo compartir con alguien es con mi engendro, mi familia y mis amigos, pero con los amigos chidos, esos que son reales los que te escuchan y se dejan escuchar y confían en uno porque nos lo hemos ganado.

Muchos hemos lidiado con relaciones maravillosas que terminaron, pero hemos superado relaciones que en su momento fueron maravillosas, pero al paso del tiempo y ya sin la veladura de la toxicidad comprendemos que fue un gran error, en mi caso lo he logrado gracias al alcohol, la terapia y los medicamentos, pero ahí va avanzando.

Creo que hay edades en las que el 14 de febrero nos puede resultar simpático y podemos usarlo en memes y comentar irónicamente que el 14 de febrero vale madres, sin embargo, sí estaría bien padre que se impulsen desde los nichos de poder las campañas para evitar la violencia en el noviazgo, porque tanto hombres como mujeres necesitamos esa educación desde niños.

Creo yo que en eso radican las bases para evitar la violencia entre parejas y posteriormente prevenir la violencia intrafamiliar que tanto daño hace a nuestra sociedad, a los críos y a uno mismo; porque uno como quiera, pero ¿y las criaturas?

Está padre lo que de repente hacen a manera de prevención de la violencia desde el noviazgo, pero ese tipo de acciones requiere mucho, pero mucho trabajo.

O al menos eso pienso yo.

Por lo pronto, les confieso, este 14 estaré comiendo frituras y burlándome del amor que todos ustedes sienten por sus parejas; mientras estén en el delicioso piensen que hay una gorda odiándolos.

Ahora que si conocen a alguien, pues preséntenlo, soy muy accesible, puede ser vato o morra o hagan una vaquita y cómprenmennnn un destos pa la autosatisfacción.

Los amo, aunque ustedes se besen sus cuerpos con alguien.