¿Que renuncie?

Fue durante su comparecencia ante la 64 Legislatura que el fiscal Francisco Murillo Ruiseco reconoció que en la nueva gobernanza había mayor coordinación en materia de seguridad a través de las Mesas de Construcción de Abrazos y no Balazos, que ya estaban dando resultados porque ahora sí era invitada la Fiscalía a participar en la estrategia, hoy alineada a las disposiciones federales.

Solo que desde que existe tal coordinación, y aunque las cifras alegres digan que la incidencia de homicidios dolosos vaya a la baja, estos tienen mayor impacto entre la población porque la violencia hoy ha alcanzado nuevos grados de exhibición.

El punto máximo en la percepción de inseguridad fue alcanzado el pasado 6 de enero con el macabro “regalo” que los grupos de la delincuencia dejaron a las puertas del Palacio de Gobierno, cuando el gobernador David Monreal terminó por pedir a la población que se encomendara a Dios.

Más recientemente, se instruyó que el secretario de Seguridad Pública, Adolfo Marín, ofrecería cada lunes una conferencia para informar sobre las acciones emprendidas en materia de seguridad, tal vez con la esperanza de así incidir en la percepción que tiene la ciudadanía.

Sin embargo, aventaron al ruedo a quien no tiene el mínimo de experiencia para expresarse en público y tiro por viaje, ha dado muy desafortunadas declaraciones, como la de este lunes al afirmar que los recientes hechos de violencia “no se pueden controlar” y los equiparó a desastres naturales como los huracanes. Solo que los homicidios dolosos se pueden prevenir, al ser hechos derivados de conductas humanas con premeditación, no impredecibles como la naturaleza.

Por eso no es gratuito que a través de las redes sociales, diputados del bloque plural iniciaran una campaña para exigir la renuncia del secretario Adolfo Marín, una campaña en la que coinciden muchos zacatecanos que no ven resultados de las estrategias de seguridad.

En el mensaje vertido en redes sociales se exigía replantear la ruta entre las instancias involucradas en la estrategia “y ante el silencio y la nula respuesta”, también se pedía la renuncia del encargado de la seguridad en el estado.

Adolfo Marín, quien desde el inicio ha transitado sin pena ni gloria, en su conferencia de este lunes se limitó a repetir lo que ya se había informado horas antes en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, sin salirse del guión ni informar datos de relevancia más allá de la detención de dos personas por su probable participación en el homicidio ocurrido el viernes en el crucero de un centro comercial en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe. Ah, y el “grandioso” decomiso de 85 gramos de enervantes.

También repitió que según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Zacatecas es el noveno estado del país con más homicidios, pues de enero a mayo van 527 asesinatos documentados, aunque insisten en que las cosas van mejorando, a tal grado que Fresnillo tuvo una baja en el número de homicidios, al pasar de 190 a 114 entre enero y mayo del 2021 y 2022, respectivamente. Pero está en el séptimo lugar de los 50 municipios prioritarios a nivel nacional.

No obstante, hubo un dato que aunque en lo local no tuvo mucho eco, a nivel nacional dio paso a otras interpretaciones sobre lo que hoy ocurre en Zacatecas.

Durante la conferencia mañanera del Presidente, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, informó que entre el 21 de mayo y el 20 de junio habían detenido a 21 personas, de las cuales cinco correspondían a objetivos prioritarios, y una de esas cinco se trata de Óscar “N”, alias “Mando Mosca”, identificado como jefe regional de la alianza entre el Cártel del Golfo y el Cártel Jalisco Nueva Generación que opera en Zacatecas.

Esta detención sugiere una alianza entre dos de los cárteles con mayor presencia en territorio nacional y que hoy parecen disputarse Zacatecas con el Cártel de Sinaloa (y tal vez otros más). Y mientras esto ocurre, las autoridades de los tres niveles de gobierno se mantienen como espectadores, aunque haya zacatecanos que nada tenían que ver y hoy se cuentan entre las víctimas.

¿Complicidad de las autoridades? Así lo sugiere el más reciente reportaje transmitido la noche de este lunes en el noticiero de Ciro Gómez Leyva, en torno al caso de cinco jóvenes originarios de Nieves y que fueron asesinados a finales de febrero de este año.

Ante este escenario, fue evidente la burda estrategia de la nueva gobernanza de crear “cortinas de humo” para desviar la atención del tema prioritario: la seguridad.

Desde temprana hora, la secretaria de la Función Pública, Humbelina Elizabeth López Loera, volvió a recurrir a la denuncia penal en contra de Benjamín “N” por presunto desvío de recursos y otros delitos relacionados con su manejo de la Feria Nacional de Zacatecas (FENAZA).

Según sus palabras, el señalado había faltado ya a dos audiencias y desde el pasado 26 de mayo el juez de control había dictado una orden de aprehensión en su contra, orden que no se ha cumplimentado, pero se da a conocer hasta un mes después, justo en medio de otra crisis de inseguridad para la nueva gobernanza.

Como la noticia seguía sin desviar la atención, salió el gobernador David Monreal a anunciar que había dado positivo a la prueba de COVID-19. Solo que los resultados de la prueba se tenían desde el sábado y se dieron a conocer hasta este lunes, luego de un fin de semana de terror para Zacatecas.

La estrategia más burda y desesperada fue recurrir a la señora Érika Edith Navarro Valdés, mejor conocida como “Señora Católica”, como nueva imagen promocional de Zacatecas Deslumbrante como destino turístico. Tal vez se deba a que el gobernador David Monreal pidió a los zacatecanos encomendarse a Dios ante la ola de inseguridad que azota al estado. Unos genios con su estrategia, ¿no?

¿Otra convocatoria amañada?

Pues este lunes concluyó el registro de aspirantes a participar en la terna para elegir al titular del Órgano Interno de Control en el Poder Legislativo y en la lista hay 16 personas apuntadas.

Entre los aspirantes figuran algunos trabajadores del propio Poder Legislativo, aunque también destacan otros nombres, como el de Edith Guerrero Lechuga, quien fuera auxiliar de la senadora Soledad Luévano Cantú y una de las dos personas asignadas para manejar su oficina de representación en Zacatecas, sin olvidar que fue su asistente mientras se desempeñó como diputada local en la 61 Legislatura.

Lo curioso es que la comisión dictaminadora la preside el diputado Ernesto González Romo, presidente de la Comisión del Sistema Estatal Anticorrupción y pupilo de la senadora Luévano Cantú. ¿Casualidades?