Vacaciones de Semana Santa más sostenibles

A pocos días de iniciar el periodo de vacaciones por Semana Santa, para algunos una semana, para los estudiantes dos semanas, la mayoría está preparando sus destinos, que van desde una playa, balneario, río, laguna, montaña, otros buscan ciudades coloniales, pueblos mágicos, ciudades donde se pueda realizar actividades diversas.

Tomarse un respiro no tiene por qué ser sinónimo de bajar la guardia en el cuidado ambiental, al contrario, el tiempo libre permite aumentar las acciones a favor de cuidar el Planeta.

Estas vacaciones representan un respiro en el calendario, un paréntesis para recargar las baterías y aguantar así hasta el verano. Es un momento de relajarse y disfrutar, pero eso no quiere decir que se tenga que bajar la guardia en aspectos que son fundamentales para todos, como el medio ambiente.

Es un buen momento para aumentar la conciencia, educar a los más pequeños en hábitos y acciones que son vitales para el entorno. A continuación de hacemos unas sencillas recomendaciones para disfrutar de unas vacaciones con el menor impacto ambiental.

Hay quienes prefieren aprovechar las vacaciones para descubrir una gran ciudad, otros se inclinan por la tranquilidad de una montaña o el mar, en cualquiera de los dos casos, al llegar a otra localidad es importante identificar si se hace la clasificación de residuos, o bien, los contenedores de residuos sólidos, con esto evitamos que la basura se quede en el lugar que visitamos, ya que esto hace que se deje de disfrutar el paisaje y se hace un daño permanente al medio ambiente.

Por otro lado, Semana Santa es sinónimo de procesiones en muchas ciudades y, por lo tanto, de aglomeraciones, esto no es excusa para tirar los residuos al suelo, por mucho que cueste moverse, podemos guardarlos hasta encontrar una papelera o un contenedor.

Las vacaciones pueden convertirse en un momento perfecto para enseñar a los más pequeños la importancia del reciclaje, pero sin olvidar que la diversión siempre es mucho más efectiva. Para que aprendan de forma lúdica se puede jugar a adivinar dónde hay que depositar cada residuo o hacer manualidades con envases ya usados. Tomarán conciencia de que los residuos también pueden tener una segunda vida.

En esta época se multiplican las excursiones, las visitas a amigos y familiares, las carnes asadas al aire libre y siempre se tienen que transportar cosas, por eso no está de más reutilizar las bolsas de plástico, todas las veces que sea posible, cuando ya no se necesiten más.

Disfrutar de la naturaleza conlleva una serie de responsabilidades, por lo que hay que recordar que la alteración al ecosistema natural puede provocar daños irreparables. La única huella que puede dejarse en un entorno natural es la del camino, en el sendero.

A la hora de escoger el destino de vacaciones, se puede añadir el parámetro de la sostenibilidad en la decisión final, por ejemplo, seleccionando modos de transporte que no contaminen, como caminar, bici o el transporte público, de igual manera llegar a alojamientos amigables con el medio ambiente.

Al igual que no hay que bajar la guardia con el reciclaje, tampoco con el consumo de los recursos naturales, estar fuera no significa tener carta blanca para malgastar, así que se debe seguir vigilando el consumo de agua y electricidad como se haría en la casa.

Para consumidores, todo el mundo tiene la capacidad de elegir y con esta decisión, contribuir a la conservación del medio ambiente. Es necesario ser responsable a la hora de consumir, informarse de la procedencia de los productos y priorizar aquellos que sean respetuosos con el medio ambiente.

Como se dispone de algo más de tiempo libre, no se la vale la excusa de «no lo sabía», puedes consultar las medidas de cuidado del medio ambiente de la localidad que visites, ya sea montaña, río, mar, ciudad o pueblo mágico.

Disfruta de tus vacaciones de manera sustentable.