Nueve meses y ocho días después de que México se unió al resto del mundo en un confinamiento prácticamente voluntario, debido a la propagación desmesurada del COVID-19, declarada oficialmente pandemia en diciembre de 2019, el panorama referente a la salud pública en México y particularmente en Zacatecas no es esperanzador.
La enfermedad sorprendió a la humanidad a pesar de sus adelantos científicos y tecnológicos, pues hasta ahora no se ha encontrado una cura y el eventual desarrollo de una vacuna va a pasos que se antojan lentos.
La crisis de salud pública sumada a la financiera, ha obligado a los gobiernos de todo el mundo a poner en marcha medidas de prevención, a fin de detener la peste y sus efectos devastadores, pero mientras los ciudadanos no cooperemos la pandemia seguirá desbocada; para muestra España, donde ya se considera incluso mantener a los ciudadanos en sus casas mediante toque de queda y a como vamos, capaz que es lo que hace falta, al menos en Zacatecas capital, Guadalupe y Fresnillo, donde las cifras se han disparado.
Desde el 20 de marzo que se nos pidió guardar las medidas preventivas, primero con confinamiento domiciliario voluntario y los ya conocidos lavado frecuente de manos, uso de gel antibacterial y cubreboca, las cifras no ceden… a la fecha -26 de octubre de 2020- va un acumulado de 10 mil 365 contagios confirmados, 990 muertos y 2 mil 397 casos activos.
Hay días que las cifras rayan en lo escandaloso, solo el informe de este fin de semana (24 y 25 de octubre) el reporte indicaba ¡363 contagios!
A finales de diciembre de 2019, por la magia del internet casi todo el mundo se entró prácticamente en tiempo real, del brote de una extraña mutación de un coronavirus que resultaba mortal por desconocido, desde entonces y lamentablemente todavía, existen dudas, “sospechosismos” y descalificaciones referente a la enfermedad y la alta tasa de mortalidad que trae consigo.
Aunque se puede decir que ha habido buena voluntad de los gobernantes para cuidar a la ciudadanía, lo cierto es que se necesita más que eso, se necesita seriedad, mano firme y aplicación de la ley.
No es posible que en medio de la pandemia haya inauguraciones de bares con bombo y platillo en pleno corazón de la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe y que las autoridades lo permitan, que algún cantante famoso se luzca para repartir despensas en medio de un tumulto, que los dueños de canchas de futbol rápido organicen juegos clandestinos con venta de bebidas alcohólicas, o que aunque esté prohibido, haya decenas de personas que caminan en peregrinación a otro municipio; que haya bodas de destacados personajes de la política con cientos de invitados o que los feligreses se aglomeren para asistir a las exequias de algún querido sacerdote y si a todo ello se le suma “las discretas” fiestas y reuniones familiares y que la mayoría de la gente hace su vida como si nada.
Me resulta incomprensible que la misma autoridad le ponga horario a la pandemia, pues los puestos de desinfección en puntos estratégicos ¡tienen horario!, basten dos ejemplos: en los tianguis, se montan filtros en los que se invita a la gente a usar el cubreboca y aplican gel antibacterial, ¡pero sólo de 8 de la mañana a 3 de la tarde! Después de esa hora ya no hay quien diga agua va sobre el tema, aunque la vendimia continúe dos o tres horas más, lo mismo pasa en el filtro ubicado sobre el puente de la plaza Bicentenario, donde después de las 6 de la tarde ya no hay nadie y los domingos brillen por su ausencia.
Ahora con lo que parece un rebrote, el Gobierno del Estado anunció nuevas medidas para palear los efectos de la pandemia, entre estos: reforzar las medidas sanitarias en tianguis y mercados; los bares y antros permanecerán suspendidos temporalmente.
Restaurantes y restaurantes-bar podrán operar con cierre a las 11:30 de la noche, la venta de bebidas alcohólicas se restringe hasta las 8 de la noche.
El uso del transporte público será supervisado por las autoridades y no se permitirá el ingreso a usuarios que no porten cubreboca.
Ningún partido político podrá realizar actividades públicas si no cumple con los protocolos sanitarios y no se autorizarán eventos masivos en ningún caso.
Y viene la prueba de fuego: la celebración del Día de los Muertos. Las autoridades anunciaron que del 28 de octubre al 4 de noviembre se cerrarán los panteones al público, excepto para servicios funerarios, hay que ver que la ciudadanía cumpla.