¿El declive del PRI?

A reserva de que el Instituto Nacional Electoral (INE) dé a conocer el resultado final de los cómputos, por lo pronto los resultados del Conteo Rápido y de los Programas de Resultados Electorales Preliminares (PREP) en la elección de este domingo indican que MORENA y sus aliados se llevaron cuatro de seis gubernaturas: Oaxaca, Quintana Roo, Tamaulipas e Hidalgo.

La coalición PRI-PAN-PRD únicamente se habría alzado con el triunfo en Aguascalientes y Durango, nuestros estados vecinos, donde se diría que funcionó esa estrategia de poner como referencia el desastre que ocurre en Zacatecas con tan solo ocho meses de gobierno de MORENA.

¿El gran perdedor? Alito Moreno, todavía dirigente nacional del PRI (aunque no por mucho tiempo). ¿El gran ganador? El senador Ricardo Monreal. Ganaron sus candidatos y perdieron los candidatos de Claudia Sheinbaum, hoy jefa de Gobierno de la Ciudad de México y una de las presidenciables.

Baste ver el resultado en Aguascalientes, donde no bastó el despliegue de fuerzas para respaldar a Nora Ruvalcaba por MORENA; ahí le restaron fuerza las candidatas del PVEM-PT, de Movimiento Ciudadano y de Fuerza por México. ¿De verdad querían ganar Aguascalientes?

En aquel estado vecino hicieron su trabajo priístas como el exgobernador de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, y su fiel escudero Carlos Peña Badillo, mientras en Durango hicieron lo propio los panistas para respaldar a un candidato del PRI. Y ganaron.

Un escenario muy distinto en otras latitudes, pues los gobernadores priístas de Oaxaca e Hidalgo, Alejandro Murat y Omar Fayad, seguramente tendrán su embajada, esa que quedaron a deber al exgobernador de Zacatecas, Alejandro Tello.

Por lo pronto, según los resultados preliminares, los virtuales ganadores de esta contienda electoral serían:

  • Aguascalientes: Tere Jiménez (PRI-PAN-PRD)
  • Hidalgo: Ramón Menchaca (MORENA-PT-Nueva Alianza)
  • Durango: Alejandro Villegas (PRI-PAN-PRD)
  • Oaxaca: Salomón Jara (MORENA-PT-PVEM)
  • Quintana Roo: María Elena Lezama (MORENA-PT-PVEM-Fuerza por México)
  • Tamaulipas: Américo Villarreal (MORENA-PT-PVEM)

Así pues, el nuevo mapa electoral queda de la siguiente forma: 20 gubernaturas de MORENA, seis del PAN, dos del PRI, dos de Movimiento Ciudadano, una del Partido Verde Ecologista y una del PES. Y aunque MORENA y sus aliados ahora tendrán el mando en dos terceras partes del país, gobernarán a poco más del 58% de la población en México.

En votaciones, los números quedaron de la siguiente forma en esta elección:

  • PRI: 770 mil 834 votos
  • PAN: 962 mil 636 votos
  • PRD: 117 mil 94 votos
  • MC: 228 mil 696 votos
  • MORENA: 1 millón 515 mil 485 votos, más 692 mil 183 votos en coalición con PT y PVEM en Tamaulipas (donde no se desglosa por partido), darían un total de 2 millones 207 mil 668 votos

Como se observa, MORENA mantiene su fuerza aplanadora, mientras el PAN se alza como la segunda fuerza y el PRI retrocede al tercer lugar. Además, Movimiento Ciudadano se va abriendo camino (aunque hubo entidades donde no reunió ni el 3% de la votación), mientras el PRD ya agoniza.

Otro detalle que sobresale en esta elección, por ejemplo, es el hecho de que habrá dos nuevas gobernadoras: Mara Lezama (MORENA) en Quintana Roo y Tere Jiménez (PAN) en Aguascalientes. Actualmente son siete y pasarían a ser nueve gobernadoras de 32 entidades en total. Apenas representarían el 28% de las gubernaturas; sin embargo, paso a paso la paridad va avanzando en el país.

¿Qué sigue a partir de esta elección? Los preparativos rumbo a la sucesión presidencial en el 2024. Y entre los primeros pasos, el PRI ya se plantea una depuración en sus filas, incluyendo a su dirigente nacional, Alito Moreno, que en dos elecciones seguidas ha llevado a la debacle al partido.

De ello depende conservar la coalición con el PAN (hoy la segunda fuerza a nivel nacional) y el PRD (que prácticamente quedó desahuciado) para impulsar algún cuadro competitivo para la elección presidencial. Por separado, ninguno podrá ganar las batallas que se avecinan (y más en el “año de Hidalgo”).

Movimiento Ciudadano, en cambio, tendrá que bajarle dos rayitas a su campaña de “whitexicans” e impulsar una alternativa partidista menos clasista y más incluyente y progresista si quieren seguir creciendo.

Del otro lado, en MORENA viene la etapa más difícil. Si desea conservar su fuerza aplanadora deberá iniciar por limar asperezas internas y evitar las fracturas de sus militantes, especialmente las que puedan derivar de la elección de su candidato o candidata presidencial. Y el actuar del dirigente nacional, Mario Delgado, poco abona a mantener la unidad con esas prácticas del viejo PRI en la selección (imposición) de candidatos.

MORENA también deberá entender que el partido por sí mismo no tiene la misma fuerza que el obradorismo, y que en la elección del 2024 no será lo mismo tener a un Andrés Manuel López Obrador en la boleta que ceder el “bastón de mando”. Ellos mismos se encargaron de que el movimiento se fuera concentrando más y más en una persona y no en un relevo generacional para un cambio de régimen.

Al final de todo, llaman la atención tres mensajes: el de Claudia Sheinbaum felicitando a los cuatro candidatos ganadores de MORENA; el de Ricardo Monreal en el mismo sentido, pero poniendo énfasis en sus aliados emanados del Senado; y el del gobernador David Monreal, con una publicación genérica felicitando a todos por igual, sin comprometerse con ninguno a la vez.

¿El INE ratifica su papel como árbitro de la elección o sigue siendo un instrumento del PRIAN? Para el análisis…