Con esto del hervidero por el proceso electoral 2020-2021, ya van a empezar a sacarse los trapitos aquellos que aspiran porque respiran y entre esa guerra intestina por una candidatura, ¡agárrese! porque nos vamos a perder entre quién con quién y quién contra quién.
La Joya de la Corona
Sabida es la pretendida aspiración de Ernesto González Romo (alias “Calcetines Blancos”) por ocupar la silla grande en la Capirucha y tiro por viaje se la pasa con una política de ataque en sus redes sociales contra el actual presi Ulises Mejía, pero ya taaaaanto resulta hasta sospechoso, con eso de que del odio al amor hay un paso y su fanpage está plagaaaaaada de foticos lindas del mandamás de Zairo. Pero está tan aferrado al sueño que ya hasta se codea con el Chamuco Mayor, don Ricardo Monreal, como en los viejos tiempos del PRI en los que había que besar el anillo, la mano y sabe qué más para obtener la gracia y bendición con un hueso. Nomás que don Chamuco Mayor anda muy ocupado con sus bisnes en el Senado. Chance y en una de esas nos manda nuevamente a Soledad Luévano como alfil para la candidatura en la Capirucha… ¡A ver si ahora sí gana! ¡Tras!
Ampáranos, Niñote de Zóquite
Y en Guadalupe no se quedan atrás porque bajita la mano la grilla también está a todo lo que da (aunque no lo parezca). Suenan nombres que ya han estado en las boletas, como Osvaldo Ávila Tiscareño, Gerardo Casanova, Isadora Santiváñez y hasta Violeta Cerrillo por el PRI, que podrían medir fuerzas contra otras piezas como Lolo Hernández e incluso Julio César Chávez si es que va por la reelección (aunque todo indica que tiene polainas para aspirar más alto)… a menos que haya pleito entre estos dos últimos, siguiendo la ruta de la posible alianza MORENA-PT-PVEM. ¿Qué pasará?
¿Y en el Congreso local?
Figuras van y vienen, aunque ya lleven su segundo periodo en la Legislatura, pero aún les queda algo que exprimir (ahí o en otro cargo) si le atoran en el siguiente proceso, como Mónica Borrego, Javier Calzada, Omar Carrera, Juan Mendoza, Susana Rodríguez y párele de contar. La caballada está muy flaca por donde se le mire. Solo esperemos que la siguiente boleta no la tengamos que ver como un plato de avena fría para desayunar cuando uno lo que quiere es un platote de birria con salsa de la que pica.