Gran polémica causó el encuentro entre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, un encuentro que concluyó en el fortalecimiento de los lazos binacionales para trabajar en tres temas fundamentales: el T-MEC para reactivar la economía luego de los efectos de esta pandemia por el COVID-19; además del combate al crimen organizado y a la corrupción, y el tener leyes migratorias que realmente protejan a la población. Al menos en el caso del T-MEC, se trata de “un acuerdo de libre comercio que fortalecerá́ nuestra competitividad global como región y promoverá́ el crecimiento económico, el empleo y la prosperidad”. De ambas partes hubo discursos positivos que arrojaron luz sobre el nuevo panorama que se abrirá para ambas naciones y más allá de los bates de beisbol que intercambiaron como obsequios (simbólico mensaje), ahí tenemos como telón de fondo la detención de César Duarte, ex gobernador de Chihuahua, en Miami, Florida. Un “pilón” de este encuentro binacional.
Unidos por el 3×1
Y en temas nacionales que también tienen que ver con la migración, ahora se están organizando los secretarios del migrante de los estados de Guerrero, Michoacán, Guanajuato y Zacatecas, que son los principales estados receptores de remesas en el país, para unirse a través de una Red de Apoyo de Rescate al Programa 3×1, ese que está en vías de desaparecer porque para el Gobierno de México no es prioritario. Ya lo había advertido la senadora Claudia Anaya y pronto se regó la pólvora en los estados que por años habían participado de este programa que ha dejado mucha obra pública en beneficio de la racita. Curioso que la senadora Soledad Luévano no dijera ni pío, ni para bien ni para mal, pues está más concentrada en la politiquería barata, el blof de la redes y el gastado discurso del combate a la corrupción. ¿Cuándo desquitará su salario?
Filtros sanitarios
Neta que en Guadalupe sorprende la cantidad de medidas que han tomado en la Presidencia Municipal para prevenir cualquier contagio de COVID-19. Desde que dejaron un solo acceso controlado para el ingreso de la racita, uno tiene que pasar por varios módulos de lavado de manos, tapetes sanitizantes, túneles, aplicación de gel alcoholado y ser atendido en las diferentes oficinas donde hay el mínimo personal de guardia en todas las áreas, todos bien resguardados por placas de acrílico. Y uno pensará que es exagerado, pero ante el mentado bicho ninguna medida sobra. Rifándose también como en Ciudad Administrativa, donde se ha desplegado un esquema de filtros sanitarios bien planificados para continuar con la atención a la racita sin exponer su salud y la de los trabajadores. ¡Muy bien por esas acciones!