Resulta que don Arturo Nahle, mandamás del Poder Judicial, parece que ya se está cansando de Patricio García, a quien le encomendaron la tarea de implementar la reforma laboral en Zacatecas, peeero dizque se enfermó y a la fecha sigue descansando en su casa… ¡desde hace dos meses! Total, que el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia es quien ha tenido que fletarse con esa chamba (que no le corresponde), mientras el cuñado de Jehú Salas Dávila, secre General de Gobierno, sigue gozando de reposo en su casita (a pesar de que ya no tiene justificante médico), con sueldo y toda la cosa, sin mover un solo dedo tan siquiera para hacer chamba a distancia, tan solo por ser cuñado del segundo al mando en el Gobierno del Estado. Los hay de aviadores a aviadores… y Jehú Salas tampoco se queda atrás, porque es bien sabido que es rebueno para acaparar los micrófonos, pero maaalo para la talacha, en la cual se ha tenido que rifar Jairo Mendoza, hijo de Javier Mendoza, exdelegado de Relaciones Exteriores. No por nada su nombre ya suena para el próximo proceso electoral y podría dar la sorpresa en alguna diputación local.
#LeyBañuelos
Como en feria el fue a la senadora zacatecana Geovanna Bañuelos con la propuesta de Ley General de Salud Mental, pues en redes le tundieron duro y tupido demostrándole las fallas de su propuesta en la que se vulneran los derechos de menores, personas con discapacidad y usuarios de drogas. Y es que los cuestionamientos son parte de lo que ya señalaba la antipsiquiatría por allá en los 80’s y cuyos postulados siguen vigentes hoy más que nunca, como el hecho de que el paciente pierde cualquier derecho sobre sí mismo y no puede intervenir ni en su diagnóstico, ni tratamiento, ni internamiento ni en definir sus condiciones para ser dado de alta, lo que vulnera derechos humanos reconocidos a nivel internacional, pues se deja en manos de un tercero la facultad de decidir. La iniciativa pretende votarse este miércoles en periodo extraordinario. Habrá que ver…
Se le hizo tarde
Siguen las reuniones casuales entre amigos, a nada de arrancar el proceso electoral 2021, y ahora circuló la foto de los tricolores Gustavo Uribe, Claudia Anaya, Roberto Luévano y Carlos Peña. Dicen que también asistiría Fito Bonilla, pero se le hizo tarde, se le pegaron las cobijas o ya le dio eso de que “no se levanta” como a sabe quién. Trascendió que entre agüitas minerales y tacitas de café en el Parador se habría fraguado la estrategia para dar a conocer los resultados de la última medición interna del PRI. ¿Sorpresas? Vaya que sí. ¿Sorprendidos? No. Hay episodios como el de aquel 2016 que podrían repetirse.