Pero qué chimba se aventaron los partidos durante estas dos semanas de vacaciones. Y es que por fin se concretaron (de última hora) la alianzas “Va por Zacatecas” (PRI-PAN-PRD) y “Juntos Hacemos Historia” (MORENA-PT-PVEM-PANAL), cuyos precandidatos a la gubernatura serían la senadora Claudia Anaya y el excoordinador de Ganadería, David Monreal, respectivamente.
Su designación, realizada democráticamente por dedazo, por supuesto que levantó ámpula entre las respetivas militancias en ambas alianzas. Por un lado, el retiro de la política de Fito Bonilla (cuyo corazón seguirá latiendo tricolor) y las caras largas de muchos de sus seguidores. Por el otro, las manifestaciones de rechazo a la “imposición” de David Monreal alegando violaciones a los estatutos e ignorar a la militancia.
En el primer caso, la senadora Claudia Anaya ha mostrado mayor astucia al buscar desde el primer momento a todos los sectores para limar posibles asperezas luego del proceso interno y lograr la unidad entre los tres partidos para ganar la elección del 2021.
Sin embargo, David Monreal sigue perdido en el limbo de los aplausos y las encuestas pagadas, las mismas que en el 2016 le auguraban el triunfo y le comieron el mandado.
Ese distanciamiento y la constante pugna entre monrealistas y morenistas ahora condujo a que se acentuara la división interna en MORENA, a tal grado que este domingo (muy al estilo fifí de los de FRENAAA) se organizaron sendas caravanas de vehículos para apoyar una y otra postura.
Y eso que apenas se trata de la candidatura a la gubernatura. Todavía falta sortear los espacios para los 58 ayuntamientos (incluyendo las regidurías), las 18 diputaciones de mayoría relativa y las 12 plurinominales. ¿Quién aguantará tanto lodo?
Van porque van
Mientras sigue el estira y afloja entre quienes buscan legitimar la designación de David Monreal y quienes cuestionan las viejas prácticas del dedazo en el movimiento, hay otros más vivos que van asegurando su lugar en la boleta para la elección del 6 de junio.
Más allá de que Saúl Monreal y Julio César Chávez vayan por la reelección en los municipios de Fresnillo y Guadalupe, respectivamente, “La Chamuca” Caty Monreal no le afloja el paso porque quiere abanderar la candidatura a la diputación federal por el Distrito 4, con cabecera en Guadalupe, y durante estas dos semanas de vacaciones no dejó que le comieran el mandado (a unos días de que comience la designación de espacios).
Y es que no solo tendría oportunidad por los lineamientos de paridad en las candidaturas a los diferentes cargos de elección popular, sino también porque en la alianza “Juntos Hacemos Historia” parece no haber otro perfil más competitivo.
Según las mediciones internas, La Chamuca llevaba senda ventaja de más de 10 puntos porcentuales a su más cercano competidor, la superdelegada de Programas para el Desarrollo, Verónica Díaz Robles, y todavía más ventaja frente a la otrora subdelegada Priscila Benítez Sánchez, quien podría representar a la alianza en el distrito local 3 (el mismo que perdió en el 2016 frente a la priísta Isadora Santiváñez).
Por lo pronto, Caty Monreal se posiciona como un perfil competitivo en la fórmula para la región de Guadalupe y municipios aledaños para ir en unidad en torno a un proyecto en común, sin meterse en líos de pragmatismo e ideologías, además de promover destinos turísticos del estado y contribuir a su reactivación económica luego de los efectos de la pandemia.
Tambalea la Joya de la Corona
Un escenario muy distinto pinta en la Joya de la Corona, donde difícilmente las cúpulas permitirán la reelección de Ulises Mejía Haro luego de unirse a la protesta por el dedazo en la candidatura a la gubernatura, aunque tampoco se descarta que aparezca en la boleta el 6 de junio.
Por lo pronto, hasta donde se sabe, se barajan varios nombres en la contienda por la Capital, desde la síndico monrealista Ruth Calderón; el asesor más caro del Senado, Ernesto González Romo; el propio regidor Sergio Garfias (esposo de La Chamuca) y hasta Jorge Miranda, secretario de Finanzas, aunque de este estaría en duda por dónde sería su postulación.
Lo cierto es que después de la gestión de Ulises Mejía, uno de cuyos principales logros ha sido el saneamiento financiero y la talacha 24/7, no hay otro perfil que se le compare al menos en la alianza Juntos Hacemos Historia y mucho desaprovecharían si dejan ir las preferencias electorales que al día de hoy todavía representa.
Fue la sorpresa joven en la elección del 2018 y con trabajo diario demostró que la juventud no está peleada con la experiencia, pero sí con las viejas prácticas que se busca erradicar en MORENA.
Sacarlo de la contienda por meras diferencias con un grupo sería legitimar la idea de que la elección en todos sus niveles ya está comprada y entonces sí tendría razón en alzar la voz contra lo que ocurre al interior del partido.
Pero también implicaría poner en riesgo el triunfo de la alianza en la Capital y abrirle paso a la oposición, donde aún no se definen nombres para esta candidatura, aunque no se descartan sorpresas que sí le moverían el tablero a los guindas.
Y valió la pandemia
Durante estas dos semanas de periodo vacacional, que según López-Gatell no eran vacaciones, pero viajando a Huatulco sin las medidas preventivas demostró lo contrario, la pandemia siguió cobrando víctimas entre nuevos contagios y defunciones, en una dinámica de la cual Zacatecas no estuvo exento.
En estos 17 días de receso hubo al menos 1 mil 721 nuevos contagios y 210 defunciones; algo así como 101 casos diarios y 12 lamentables fallecimientos por día. Son cifras que nos recuerdan a cuando Zacatecas se encontraba en semáforo rojo, pese a estar en color naranja. Aunque ya vimos que el pantone es lo de menos (lo dijo López-Gatell) porque hay alerta máxima.
El mensaje, eso es seguro, no se entendió y las fiestas navideñas de los días 24 y 25 terminaron con bastantes contagios y defunciones hacia el cierre del 2020 y el arranque del 2021.
Quizá influyó la falsa confianza de tener una vacuna contra el COVID-19, aunque vaya llegando al país a cuentagotas y las pocas que llegan o se aplican por influyentismo, o a personal de salud que no está en la primera línea de batalla, o a trabajadores que a la primera oportunidad buscaron la pachanga, como en Puerto Vallarta.
Mientras tanto, los changarros cierran y el desempleo en lo que la autoridad sanitaria decide cuáles serán las nuevas medidas a tomar y los incentivos que se otorgarán para revertir los efectos económicos que ha dejado esta pandemia. Prepárese porque a este paso, el 2021 no será muy distinto de lo que ya vivimos en el 2020.