Alardear de que “oootra vez” salió al rescate del instituto fue una exageración, pero esos 300 millones de pesos que adelantó el Gobierno del Estado al ISSSTEZAC en cierta forma permitieron respirar un poco a las finanzas del organismo.
¿Fue suficiente? No. Menos cuando se sabe que pensionados y jubilados recibieron este lunes apenas un 30% de lo adeudado en diciembre y ya tienen encima otra mensualidad que difícilmente se podrá cubrir en tiempo y forma.
Mucho menos cuando se pudieron haber malbaratado los 29 vehículos subastados en días pasados y por los que el instituto recibiría cerca de 600 mil pesos. Una bicoca si se considera un costo promedio de 19 mil 666 pesos por unidad. Ni lo que cuesta un carrito sandwichero.
Pero la falta de liquidez es solo un síntoma de los tantos problemas que aquejan al ISSSTEZAC. No es gratuito que el gobernador Alejandro Tello, fastidiado, se atreviera a asegurar que “hay personajes que buscan destruir al instituto”, gente que es “pura saliva y puro daño a los trabajadores”, “liderazgos de vividores que solo buscan intereses personales”.
Seguir renegando y aventar la piedra escondiendo la mano tampoco es una solución de fondo. Faltan aún varios meses para que la Auditoría Superior del Estado (ASE) entregue el expediente definitivo de la revisión financiera al instituto en la última década. ¿Ya podrán castigar a los culpables de la debacle?
La UAZ, ¿a la huelga?
Y hablando del gobernador Alejandro Tello, aprovechó la conferencia de los lunes para desear que luego del proceso de renovación de la Rectoría en la UAZ se puedan dirimir las diferencias y que mucha suerte y mucho éxito a quien encabece los esfuerzos, una vez que termine el periodo del actual rector Antonio Guzmán, de quien reconoció el “trabajo y compromiso en los últimos años”.
Pero más pronto que tarde, el Comité de Huelga del Sindicato de Personal Académico (SPAUAZ) dio a conocer que el propio rector no satisfizo las condiciones del emplazamiento a huelga y empezará la suspensión de actividades a partir del 17 de febrero a las 7 de la mañana.
Y es que en el emplazamiento, el personal académico exponía varios planteamientos que debían ser cumplidos sí o sí, sin importar que ya hubiera rector electo: incremento salarial, asignación de plazas, reconocimiento de la materia laboral disponible, vacantes y creación de nuevas plazas, cambios de nivel y promociones, asignación de cargas de trabajo y una indemnización por defunción ante la pandemia del COVID-19.
Pero uno de los puntos clave del pliego petitorio es el convenio de reconocimiento de la deuda con el ISSSTE y la forma de pago respecto al adeudo histórico con la institución de seguridad social. ¿En qué acabará el asunto?
Minería responsable ante el COVID-19
¿Se acuerda del borlote que armó el líder del sindicato minero Carlos Pavón con una megamarcha en vehículos fifís para exigir a la delegada del IMSS, Saandra Vázquez, que se diera prioridad a los trabajadores mineros en la estrategia de vacunación contra el COVID-19?
Pues Newmont Peñasquito le dio cachetada con guante blanco, porque la realidad es que el líder sindicalista mejor debió pedir a los patrones que cumplieran con sus protocolos sanitarios, tal como lo hizo la minera estadounidense que recibió un doble distintivo de Seguridad Sanitaria por parte del IMSS en reconocimiento a los protocolos implementados para prevenir y cortar cadenas de contagio.
José Manuel Enciso Castillo, jefe de Salud en el Trabajo, Prestaciones Económicas y Sociales, refirió que en Zacatecas el IMSS ha realizado 1 mil 591 intervenciones en el mismo número de empresas, pero solo ha entregado 422 distintivos, entre ellos los de Newmont Peñasquito, “de los más robustos y completos dentro de las acciones de promoción y prevención”.
A diferencia del “gran líder” Carlos Pavón, Eduardo de Jesús Torres Hernández, secretario Local del Seguridad Social, Previsión e Higiene de la Sección 304 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSSRM), resaltó que este distintivo se logró gracias al arduo trabajo en conjunto que se ha realizado en Newmont Peñasquito para tener las mejores condiciones.
Así es como se solucionan las cosas mientras llegan las vacunas, no a gritos y sombrerazos exigiendo lo que no hay, ni siquiera para el personal de salud en primera línea. Trabajando de la mano empresas y sindicatos para generar estos protocolos y proteger a los trabajadores.
Gastos por pandemia, a auditoría
Y a propósito de la pandemia, resulta que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) revisará las compras de vacunas contra el COVID-19 y los gastos relacionados como parte de su programa anual de auditorías para la fiscalización de la Cuenta Pública 2020.
Una noticia importante si recordamos que desde el Gobierno de México se había dado a conocer que la información sobre los contratos relacionados con la atención de la pandemia, incluyendo la adquisición de vacunas, serían reservados hasta por cinco años por motivos de seguridad… u opacidad.
No es cosa menor considerando que fueron más de 128 mil millones de pesos presupuestados en materia de salud para el ejercicio 2020, más los reajustes para atender la emergencia sanitaria. De ahí que la fiscalización se centrará en las compras de equipo médico, material hospitalario y medicamentos adquiridos por el IMSS, ISSSTE y el INSABI para atender a pacientes COVID.
Pero el programa de auditorías también contempla seis revisiones al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado respecto a la enajenación de bienes públicos por licitación, subasta, remate o adjudicación; el proceso de recepción, registro y custodia de bienes, así como la conservación, supervisión y depósito de dinero.
La Secretaría de Hacienda no se queda atrás, pues se someterá a varias revisiones, como la compra consolidada de medicamentos (a ver si se aclara la falta de tratamientos para menores con cáncer), la operación del sistema CompraNet, así como el uso del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios y el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas. ¿Lo malo? Hay que esperar hasta el 2022 a los resultados.