Mucha expectativa causó la tercera entrega de informes individuales de la fiscalización a las Cuentas Públicas 2019, realizada por la Auditoría Superior de la Federación que encabeza David Colmenares. Y es que entre los informes no solo empezaron a surgir “detallitos” por varios miles de millones en la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Para el caso de Zacatecas, había mucho interés por conocer el resultado a la auditoría realizada al programa Crédito Ganadero a la Palabra y desde el mismo fin de semana en que se dio a conocer el dictamen, varios medios comenzaron a circular la “noticia” de que el excoordinador nacional de Ganadería, David Monreal Ávila, había sido “exonerado” de las observaciones encontradas en la revisión preliminar a finales del año pasado.
¿Por qué era importante esta información? Porque así se pretendía nulificar cualquier nueva “infamia” que pudiera pesar contra el hoy precandidato de MORENA a la gubernatura de Zacatecas. Pero no todo salió como planeaban y eso de “exonerar” ya fue mentir con mucho descaro.
Resulta que la ASF sí encontró diversas inconsistencias que en conjunto suman un total de 270 millones de pesos, aunque la Auditoría solo determinó que 32.4 millones de pesos quedaban pendientes por aclarar, según los dos únicos pliegos de observaciones al Crédito Ganadero a la Palabra. ¿Caso cerrado?
Crédito Ganadero sí era un cochinero
Según la Auditoría de Cumplimiento: 2019-0-08100-19-0275-2020, 275-DE, se determinaron 11 recomendaciones, 1 promoción del ejercicio de la facultad de comprobación fiscal, 1 solicitud de aclaración, 6 promociones de responsabilidad administrativa y 2 pliegos de observaciones. ¿Ahora sí hablamos de “exoneración”?
De inicio, la ASF ni siquiera tiene facultades para hablar de exoneración a los entes fiscalizados, únicamente se encarga de las revisiones y determina las acciones a promover. Dependerá de otros organismos, como la Secretaría de la Función Pública (SFP) o las fiscalías de Justicia (en su caso), la ejecución y seguimiento de estas acciones.
Mañosamente el grupo del D21 hizo circular la versión de que la Auditoría había determinado que era “falso que se hayan utilizado indebidamente recursos públicos como lo han denunciado en los últimos meses diversos actores políticos en Zacatecas”. Sabe quién usurparía de pronto las labores de Comunicación Social en la ASF, que ni siquiera emitió algún pronunciamiento al respecto.
Lo que sí se encontró fue que varias de las observaciones halladas en la revisión preliminar del 2020 se ratificaron en esta fiscalización y que aunque la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) cumplió en general con las disposiciones legales y normativas aplicables, el programa Crédito Ganadero a la Palabra sí tenía sendo cochinero que obstaculizó el ejercicio de auditoría.
Por algo desapareció el programa
Por si este cinismo no fuera suficiente, en la versión que hizo circular el D21 se afirma que “los resultados de la auditoría confirman que durante la gestión de David Monreal Ávila al frente del Crédito Ganadero se cumplió con el objetivo de apoyar a los pequeños productores y mejorar la productividad del sector, garantizando en todo momento la transparencia en el ejercicio del gasto público, por lo que son completamente falsas todas las acusaciones de que el programa haya sido desfalcado”.
En cambio, el dictamen de la revisión de la ASF sí contempla serias observaciones, entre falta de documentación comprobatoria; apoyos duplicados en varios componentes; beneficiarios que recibieron apoyos de más, que no estaban en la población objetivo o sin reunir los requisitos; irregularidades en la operación del programa, falta de lineamientos o comprobación con facturas canceladas; bovinos sin las características que dictaba el programa, entre muchas otras inconsistencias.
Llama la atención que se mantienen las observaciones hacia Industrias AYG SA de CV, propiedad de Víctor Hugo Calderón Vázquez, pariente del hamburguesero Cuauhtémoc Calderón Galvan (uno de los mil voceros del D21) y el exfuncionario de SADER, Nemesio Vázquez García.
Entre los “detallitos” encontrados a esta empresa está que no reunía los requisitos al tratarse de una sociedad mercantil, además de que no se constituyó como mínimo 4 años antes de la designación, no se demostró que los recursos fueran administrados en cuentas productivas o que se enteraran a la Tesorería de la Federación. Y aún falta rascarle a los programas del bienestar.
¿Tronará la alianza en Guadalupe?
Tanto en Va por Zacatecas como en Juntos Haremos Historia parece que la tenían segura los precandidatos, o al menos sentían tenerla segura, aunque no han faltado quienes buscan hacerse campo y todo indica que ser piedrita en el zapato de las coaliciones sí les redituó.
Hasta donde se sabe, este lunes estará en Zacatecas Chucho Zambrano, mandamás del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a nivel nacional, y podría anunciar cambios en los convenios de coalición, entre ellos algunas diputaciones y una alcaldía: Guadalupe.
Al parecer, Fredy Barajas sigue empecinado en ser el candidato a la alcaldía y no halla la manera de tumbar al profe Osvaldo Ávila en esa aspiración. Por eso ya buscó el cobijo del Sol Azteca y en su necedad, se llevaría entre las patas a la coalición Va por Zacatecas (PRI-PAN-PRD).
Del otro lado, parece que hay afines a MORENA que no están muy contentos con el desempeño del actual alcalde Julio César Chávez Padilla, quien hoy busca reelegirse aunque se rumora que ya no contaría con el respaldo de “la marca”.
Y es que en un estudio realizado recientemente, y cuyos resultados hasta hoy son “ultra top secret”, Chávez Padilla no tendría los números que dice presumir y que augurarían una arrastrada en las urnas el próximo 6 de junio. En definitiva, muchos en el D21 (y dentro de MORENA) ya están viendo Guadalupe como cosa perdida. ¿Será?