En medio del escándalo por los 33 gandallas que se apersonaron en Villa de Cos para ser vacunados cuando no era su turno, y todavía con el visto bueno de la súperdelegada Verónica Díaz Robles porque “a nadie se le puede negar la vacuna”, se informó que llegó un nuevo lote de vacunas contra el COVID-19, de las Pfizer, que serán destinadas a la aplicación de la segunda dosis a personal de salud en primera línea y que llevan ya rato esperando su piquete.
Muy en la línea institucional, a través de un comunicado, la Delegación de Programas para el Desarrollo en Zacatecas indicó que con este nuevo embarque “se dará continuidad a la Política Nacional de Vacunación y se completará el esquema de vacunación contra el COVID-19 para el personal médico de la entidad”.
Pero después del antecedente en la comunidad de Bañón, en Villa de Cos, fomentado por Edna López, coordinadora del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro en Zacatecas, y sin haberse aclarado un faltante de 499 vacunas del primer lote, ¿cómo confiar en que las autoridades responsables acaten las instrucciones del Gobierno de México y eviten estos actos que nuevamente ponen a Zacatecas en el mapa nacional por hechos vergonzosos? Por lo pronto, el caso ya alcanzó esferas nacionales.
Reprobable, dice López-Gatell
En la conferencia vespertina de este miércoles, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, fue cuestionado sobre el caso de Zacatecas y aunque dijo no tener evidencias para juzgar, consideró que de ser el caso se cometió una falta a la moral pública.
Y remató: “si son funcionarias públicas están quebrantando los códigos de ética de la función pública, entonces no es aceptable, no es la posición del Gobierno de México, por supuesto que es algo reprobable porque está atentando contra el interés público”.
Y a la exigencia nacional también se sumaron otros actores como la diputada federal Frida Esparza Márquez, quien pa’ pronto exigió la renuncia o destitución de la súperdelegada Verónica Díaz Robles y de Edna López al permitir tal tropelía e “inmoralidad”.
Bien clarito dijo que “no hay motivos para que continúen al mando de esos cargos públicos, la primera por permitir el uso de poder y encubrir el acceso a las vacunas a personas que aún no les corresponde y la segunda, por ser quien hizo el llamado a sus conocidos y amigos de la capital zacatecana para que acudieran a vacunarse, eso es abuso de autoridad.
Se repite la inmoralidad en Pánuco
Y por si esto fuera poco, este miércoles trascendió una nueva situación como la de Villa de Cos, pero ahora en Pozo de Gamboa, en el municipio de Pánuco, bajo la misma dinámica.
Un operador de las Brigadas Correcaminos (de esas integradas por 12 personas y nomás les falta hasta el perico), al término de la jornada, hace cuentas para despistar y resulta que tienen “sobrantes” y se deben utilizar a la de ya porque si no se echan a perder. A ese grado llega el nivel de control en la programación de vacunas. Ni siquiera saber a cuántas personas van a aplicar vacunas en tal punto para evitar desperdicios.
Total que hechas las cuentas, el operador alerta a un grupo selecto (que sabrá Dios quién les haya dado sus contactos), les dicen que hay disponibles tantas vacunas “sobrantes” y se dejan caer como paracaidistas de Tierra y Libertad, pero en los puestos de vacunación para que les apliquen el piquete.
Incluso se rumora que ha llegado gente que no está en el grupo de personas mayores de 60 años, o sea, jóvenes de 20 a 40 y tantos años, y como dice la súperdelegada que a nadie se le puede negar la vacuna porque no es algo ilícito, solo inmoral, pues qué más da, con tal de seguir en el agandalle mientras los viejitos de otras comunidades más marginadas siguen esperando su vacuna.
Y ahora se informa que llegaron 10 mil 725 dosis de la vacuna Pfizer que serán destinadas específicamente a personal de salud en primera línea. A ver si salen las cuenta porque hasta el pasado lunes todavía faltaban unos 4 mil 500 de vacunar y más de 12 mil de su segunda dosis.
Lo sancionan por gandalla
Y no: no se trata de servidores de la nación. Resulta que el Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas (TRIJEZ) determinó que el regidor capitalino Juan Manuel Solís Caldera, sobrino del hamburguesero Cuauhtémoc Calderón Galván y vocero incondicional del D21, incurrió en la difusión de propaganda gubernamental con elementos de promoción personalizada.
El procedimiento fue iniciado por la regidora Margarita López Salazar, quien ya fue víctima de violencia política y por razones de género en el Cabildo de la Capital a manos del grupo monrealista, pero no contaban con que así de chiquita como está, sí pela un chivo a nalgadas y tenía razón.
Finalmente los magistrados determinaron que la normatividad no impone al regidor la obligación de rendir un informe anual de labores o de gestión, tampoco el derecho de publicitarlo, por eso se acreditó la infracción.
Solo que hay un problema: las autoridades electorales carecen de atribuciones para imponer directamente alguna sanción a los servidores públicos, de conformidad con el criterio sostenido por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Así pues, el TRIJEZ ordenó a la 63 Legislatura instaurar un procedimiento para la calificación de infracciones e imposición de sanciones en materia electoral, conforme a las directrices establecidas en la Constitución Local, la Ley Electoral y la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Zacatecas.
Solo falta que los diputados afines al monrealismo no se hagan de la vista gorda y actúen con imparcialidad y en apego a la justicia.