Por si creían que el drama en la Joya de la Corona había terminado, este jueves el Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas (TRIJEZ) le dio un nuevo revés a esta historia y todo indica que el Consejo General del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), que encabeza el consejero Virgilio Rivera, ahora sí está en aprietos… aunque no como los que acostumbran en Juchipila.
Y es que en sesión virtual, los magistrados consideraron que en su determinación para declarar la improcedencia de las candidaturas de Ulises y Antonio Mejía Haro como candidatos a diputado propietario y suplente a la diputación local del distrito 1 por el PES, así como de Iván de Santiago para la alcaldía capitalina, careció de argumentos sólidos que ameritaran esta disposición.
Según el proyecto, aprobado por unanimidad en sus términos, los consejeros se basaron en una sentencia del propio TRIJEZ por violencia política de género, pero consideraron que se vulneran sus derechos por una “indebida fundamentación y motivación”, al establecer argumentos y fundamentos que no eran aplicables al caso.
Por eso, los magistrados resolvieron revocar parcialmente la resolución del IEEZ y le ordenaron hacer la tarea de nuevo, con una resolución debidamente fundada y motivada a partir del requisito de elegibilidad del modo honesto de vivir. Y tiene hasta este viernes para ello. ¿Cómo le quedó el ojo?
Una bola de nieve para el D21
La resolución del TRIJEZ seguramente no cayó bien a un grupo que se ha empeñado desde hace ya casi dos años en obstaculizar el avance principalmente de Ulises Mejía Haro en su carrera política.
Durante largo tiempo, se empeñaron en una “persecución política” con tal de sacarlo de la jugada y lo lograron, al obtener una sentencia por violencia política de género, que ya de paso embarró a algunos periodistas que ni vela tenían en el entierro, aunque ese capítulo aún no ha terminado.
Sin embargo, en esa aparente “lucha feminista” por defender los derechos de las mujeres (o al menos de un pequeño grupo), de pronto les llegó la amnesia cuando el “puntero en las encuestas” incurrió en actos considerados violencia contra las mujeres y violencia política de género.
Y como el hecho se volvió noticia internacional, tampoco cayó muy bien el anuncio de las candidatas a la gubernatura Claudia Anaya (PRI-PAN-PRD), Lupita Medina (PES) y Nany Romo (Movimiento Ciudadano) para interponer una denuncia por tales motivos, esa sí, bien documentada y sin montajes.
Porque luego de la chimba que se armó, de pronto la marabunta de asesores del D21 se hizo bolas e incurrieron en yerros más graves. Las medidas desesperadas llegaron a tal grado que hicieron un montaje del propio video para hacerlo pasar por propio y quedaron como la vergüenza nacional.
¿Se desmorona el monrealismo?
Y como regarla en esas dimensiones no ha sido suficiente, a alguien se le ocurrió la brillante idea de que fueran las monrealistas quienes salieran en defensa del “puntero en las encuestas”, legitimando lo que hoy ya ha sido condenado también a nivel nacional: una violencia sistémica cuyas principales víctimas siguen siendo las mujeres, incluyendo quienes tratan de defender lo indefendible.
Por alguna extraña razón surgieron de pronto páginas con publicidad en redes sociales publicando ataques hacia la candidata Claudia Anaya, se enviaron mensajes vía SMS de forma masiva para seguir alegando un discurso de ser víctimas de otra infamia y hasta retomaron las fotos publicadas por Omar Bazán, coordinador de campaña de la Güerita, durante la visita de Enrique de la Madrid a Zacatecas, donde también se aprecia al exgobernador Miguel Alonso Reyes.
Pero en particular la senadora Soledad Luévano escupió tanto veneno que hasta amenazó al gobernador Alejandro Tello con darle un plazo de 48 horas para explicar por qué, según ella, los candidatos del PRI están haciendo reuniones en la Casa de Gobierno.
Y aunque la misma línea siguieron algunos medios, fue el propio coordinador de Comunicación Social, Héctor Alvarado, quien proporcionó la evidencia sobre el aspecto que tienen las salas de reuniones en la Casa de Gobierno, muy diferentes a las de las oficinas de Grupo B15 en Fresnillo. ¿Tanto odio y ni una palabra sobre lo acontecido en Juchipila? Ahí está su feminismo…
La guerra sucia contra César Ortiz
Y como los yerros no terminan ahí, este jueves de pronto se envió a los medios de comunicación una supuesta denuncia en contra de César Ortiz Canizales, quien hoy busca la reelección a la presidencia municipal de Trancoso por el PRI.
En el documento se daba cuenta de un presunto desfalco al erario de Trancoso por 10 millones de pesos y se señalaba no solo al “Gallo” César Ortiz, sino también al tesorero José Manuel Torres, a la síndico Mariana Cancino Joaquín y al regidor Silvestre Cuevas Noriega.
Y hasta tuvieron la osadía de citar los pliegos de responsabilidades “ASE-PFRR-58/2011 por un monto de 424 mil 913.97 pesos; ASE-PFRR-14/2012 por dos millones 420 mil 204.75 pesos; ASE-PFRR-005/2013 POR Un millón 741 mil 158.41 pesos; ASE-PFRR-85/2013 por Un millón 77 mil 836.30 pesos; ASE-PFRR-112/2013 POR 22 MIL 504.49 pesos y ASE-PFRR-48/2014 por Cuatro millones 679 mil 674.19 pesos”.
Pero hasta para mentir hay que echarle neurona, pues basta ver que los expedientes que citan se refieren a pliegos de responsabilidades del 2011, 2012, 2013 y 2014… cuando César Ortiz fue electo alcalde para el periodo 2018-2021.
El gran problema es que, para su pretendida “campaña negra” pudieron incurrir en un delito, al falsificar documentos oficiales con tal de dañar la imagen de un candidato que se ha conducido en el marco de la legalidad. Algunos apuntan a que este ataque provendría directamente de Saúl Cordero Becerril, quien hoy aspira al mismo cargo por MORENA, impuesto por la súperdelegada Verónica Díaz Robles. ¡Qué cosas!