Desde hace algunos días sus redes sociales, especialmente Twitter, se mantienen muy activas y de pronto suelta mensajes polémicos contra las políticas federales emprendidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero esta vez la senadora Claudia Anaya (o su community manager) llevó esta crítica a otros niveles cuando pidió la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Arturo López Bazán, ante los recientes hechos de violencia, pero específicamente por el caso de la doctora Talamantes, quien fue agredida al no detenerse en un retén de personas armadas y que falleciera después en una volcadura.
Lo dijo en entrevista: aunque se trate de una administración priísta, hay que ser objetivos. Porque no solo se trató de este hecho, sino que también ha cuestionado la falta de acción e intervención de la Policía Estatal en otros acontecimientos, como las varias veces que han sido colgados diversos cuerpos en puentes de la Capital, a plena luz del día, deteniendo del tránsito vehicular. ¿Y dónde estaba la Policía Estatal?
Si los grupos delincuenciales han llegado a ese grado de exhibicionismo, sin temor a nada, agudizando la crueldad en los actos cometidos (recuérdese los restos de una familia de Aguascalientes encontrados en un tinaco en Fresnillo este fin de semana), ¿qué se puede esperar en las próximas fechas?
Diálogos Ciudadanos por la Paz
Algo debe saber la senadora Claudia Anaya que desconfía de López Bazán no solo por no ser originario de Zacatecas y por no dar los resultados esperados en materia de seguridad, pues afirmar que dentro de la corporación tampoco le tienen confianza ya son palabras mayores.
Pero apelar a que las corporaciones de los tres niveles de gobierno funcionen como deberían parece más una utopía, como la burbuja creada en Palacio Nacional, donde la política de “abrazos, no balazos” sigue siendo tan contradictoria cuando el país está en llamadas y se envían decenas de elementos de la Guardia Nacional a Pantelhó, Chiapas, para “desarticular” a un grupo de autodefensas que surgió ante la falta de respuesta del gobierno para defenderse de grupos criminales. ¿Y el combate a los verdaderos delincuentes?
En ese contexto, la senadora Claudia Anaya ha iniciado una estrategia denominada Diálogos Ciudadanos por la Paz, que consiste en analizar lo que se puede hacer desde la ciudadanía para prevenir y atender los delitos, detectando lo que sucede en particular en cada región y coordinando las estrategias desde lo local desde lo que puede hacer la población por sí misma.
Porque para La Güerita, no es posible decir que la inseguridad es problema de la ciudadanía, sino del estado y de las instituciones, como ya se ha visto. Entonces vuelve la pregunta: ¿qué está haciendo la Policía Estatal? Porque la Guardia Nacional, probado está, se encuentra vacunando.
En MORENA, cuidado con tocar al dirigente
Y hablando de esferas nacionales, vaya chimba la que se armó por un comunicado que emitió la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de MORENA, donde “condenan” los abucheos emitidos por la militancia el pasado 1 de julio en contra del dirigente nacional Mario Delgado, a quien muchos han calificado de “traidor”.
Y es que, según el comunicado, poco les faltó para argumentar: “¿qué va a decir la gente?”, pues señalaban que con esas muestras de rechazo solo se envía la percepción de división al interior el partido. ¿Y no es así?
Pero con esta postura, los abajo firmantes: Ema Eloísa Vivanco Esquide, presidenta; Donají Alba Arroyo, secretaria; Zazil Citlalli Carreras Ángeles, comisionada; Alejandro Viedma Velázquez, comisionado; y Vladimir M. Ríos García, comisionado; solo denotan la complicidad y sometimiento a los designios de un dirigente ilegítimo que desde su nombramiento solo ha respondido a intereses facciosos y no de la militancia.
Si no, recuérdese aquella visita a Zacatecas donde David Monreal recibió su constancia que lo acreditaba como “candidato de unidad” para la gubernatura en el pasado proceso electoral 2020-2021, evento realizado en el municipio de Guadalupe donde calificó a la militancia de “vulgares ambiciosos” y no hubo consecuencias.
Por lo que se ve, se llevan pesadito en MORENA, a tal grado que la militancia también ya anda organizando la destitución de quienes integran la Comisión de Honestidad y Justicia y en una de esas también se llevan a Mario Delgado entre las patas, y con eso de los señalamientos por la Línea 12 del Metro, capaz que hasta le toca enfrentar a la justicia penal.
Ya tienen propuesta para Contraloría
Y hablando de justicia, MORENA y Claudia Anaya, está más que confirmado que Mariana Anaya Mota, hermana de la senadora priísta, será la próxima contralora en el municipio de Guadalupe y traerá como lazo de cochino al alcalde electo (o alcalde con licencia, con eso de que usan los términos a conveniencia por eso de la reelección) Julio César Chávez Padilla.
Muchos comentan que esta designación es en respuesta a la detención arbitraria de la cuñada de Claudia Anaya durante la pasada jornada electoral, a manos de policías municipales que se dejaron ir en bola en plena avenida Colegio Militar, lo que nunca se ve ni siquiera por un ladrón de celulares.
Y la decisión también tendría el respaldo del dirigente estatal del PRI, Enrique Flores Mendoza, quien ha sido blanco de ataques un día sí y otro también por parte de la actual administración municipal y seguramente se espera lo mismo para el siguiente periodo, ya que Chávez Padilla solo tiene excusas y descalificaciones para no dar resultados.
Lo cierto es que al menos Julio César Nava de la Riva, actual contralor, cayó de la gracia del partido desde hace tiempo y al menos en el PRI se han tardado en exigir su expulsión por evidente complicidad con Chávez Padilla en presuntos hechos de corrupción que en este medio ya hemos informado en su momento.
Mientras tanto en la Capital siguen sin definir nombres para tener un contrapeso de confianza con el alcalde electo Jorge Miranda, aunque se sabe que al actual contralor Francisco Rivera solo le darán las gracias, pues poca confianza genera al nuevo equipo. ¡Qué cosas!