La súperdelegada ya colocó a sus piezas

Este fin de semana, como bien se supo, alcaldes electos de la coalición Juntos Haremos Historia recibieron una capacitación por parte de académicos de la UNAM, en un taller convocado por el gobernador electo David Monreal Ávila, el cual no asistió, pero envió en su representación a su mano izquierda, la súperdelegada Verónica Díaz Robles, quien poco a poco ya ha colocado sus primeras piezas en el próximo gabinete.

Y es que en la citada capacitación estuvo bien acompañada por el delegado regional Carlos Alberto Zúñiga Rivera, de quien mucho se comenta que será el próximo titular de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) y para emular la estructura de la Delegación de Programas para el Desarrollo en Zacatecas, también tendrá compañía.

Resulta muy curioso que Zúñiga Rivera, al igual que otros Servidores de la Nación, casualmente ya no aparecen en la última actualización quincenal de la lista de servidores públicos de la federación en el portal de Nómina Transparente.

Eso significa que ya fueron dados de baja de la súperdelegación y, por lo que se sabe, ya tienen las maletas listas para mudarse al edificio B de Ciudad Administrativa, donde se prevé que continúen los desvíos de recursos a través de la nómina, como bien documentamos en este espacio.

Al gabinete, sin cédula profesional

Y hablando de la Delegación de Programas para el Desarrollo, resulta que según el Registro Nacional de Profesionistas de la Secretaría de Educación Pública, la súperdelegada Verónica Díaz Robles no cuenta con cédula profesional.

Eso no le ha impedido dirigir la representación del Gobierno de México en Zacatecas y al mismo tiempo llevar mano en la designación de los peones en el próximo gabinete estatal, como ya se está viendo con los cambios en la propia delegación.

Por cierto, que también los delegados regionales Herón Rojas Vega y José Luis González Orozco, incluyendo al que se dice que será el próximo secretario de Desarrollo Social, Carlos Alberto Zúñiga Rivera, carecen de su cédula profesional, lo que viene a contradecir la dicho tantas veces por el gobernador electo David Monreal Ávila: “ni los mismos, ni lo mismo”, y luego de reiterar tantas veces que se habrá de seleccionar a los mejores perfiles, los más preparados y capaces, para ocupar los lugares en la próxima administración.

Lo cierto es que estas primeras designaciones más bien envían el mensaje de que “amor con mor se paga” y seguramente pagaron muy bien por llegar a ese puesto. No por nada reza el dicho: “el que paga para llegar…”. Lo bueno es que ya viene la 4T a Zacatecas y eso ya es garantía de que se acabará la corrupción, ¿verdad?

Los alfiles de Díaz Robles

La lista de nombres de los “incondicionales” no acaba ahí. Resulta que en la dichosa capacitación con alcaldes electos también estuvieron presentes dos figuras no muy gratas en ningún círculo (bueno, casi en ninguno): el alcalde reelecto de Guadalupe, Julio César Chávez Padilla, y el actual secretario de Seguridad Pública, Arturo López Bazán.

El primero, narcisista y arrogante, fue el encargado de dar la bienvenida a sus homólogos a un “enriquecedor programa para entender mejor la responsabilidad” que han de asumir en septiembre próximo. Y por eso académicos de la UNAM les instruyeron en las obligaciones de planeación y presupuestación rumbo al ejercicio fiscal 2022, así como las reglas de operación de los distintos programas federales y temáticas relativas a la seguridad municipal.

En el caso de López Bazán, llama la atención que haya sido la única autoridad de la actual administración en involucrarse con la 4T, lo que viene a confirmar la sospecha de que durante el pasado proceso electoral estuvo jugando a su favor y, por el contrario, metiéndole la pata a la La Güerita, a quien por cierto le extraviaron su silla de ruedas en el Aeropuerto de la Ciudad de México y por unas horas vivió la angustia de no tener su herramienta para moverse.

Pero volviendo a la capacitación, el comunicado enviado por el equipo del gobernador electo menciona textualmente a Carlos Alberto Zúñiga como “responsable de la Comisión de Recepción y representante personal del gobernador electo, David Monreal Ávila”. ¿Le quitaría el puesto a Humbelina Elizabeth López Loera como coordinadora técnica?

Semáforo naranja, con actividades en amarillo

A propósito del cambio de semaforización, como se recordará, el pasado lunes el gobernador Alejandro Tello, en su tradicional conferencia, anunció el cambio a color naranja en el semáforo epidemiológico y este fin de semana fue confirmado por el Gobierno de México para el periodo del 9 al 13 de agosto.

Sin embargo, parece que la noticia no le llegó a la Secretaría de Administración y a su titular, Juan Antonio Ruiz García, pues desde el pasado 2 de agosto ha enviado las circulares DES/057/2021 y DES/058/2021, instruyendo a todas las dependencias del Gobierno del Estado a laborar bajo las condiciones del semáforo epidemiológico en color amarillo, pese al semáforo naranja, para que se incorpore entre el 50% y el 60% de los trabajadores a sus puestos laborales de manera presencial.

Sobra decir que desde el 2 de agosto ya no se instalan los arcos de sanitización ni los filtros sanitarios en los accesos a Ciudad Administrativa, mucho menos en los edificios del complejo de oficinas, por lo que es comprensible el temor de muchos burócratas a contagiarse (o vivir un nuevo contagio) ante la escalada de casos en esta tercera ola de la pandemia.

Por cierto, y a propósito de la vacunación, a la polémica del regreso a clases presenciales a partir del 30 de agosto ahora se suma el hecho de que la vacuna CansinoBio, esa que fue aplicada al personal docente y de oficinas administrativas de la SEDUZAC, siempre no era de una sola dosis y ahora se recomienda una segunda aplicación en el mes de noviembre para reforzar su efectividad. ¿De verdad hay condiciones para cumplir el capricho de un solo hombre?