Nada como el rencor de los zacatecanos, excepto el del presidente Andrés Manuel López Obrador, y es justamente un zacatecano quien vivirá las de Caín por atreverse a desafiarlo: el senador Ricardo Monreal Ávila, quien ha osado buscar un espacio en la carrera presidencial rumbo a la elección del 2024 cuando esa candidatura ya está reservada desde el 1 de diciembre del 2018 para Claudia Sheinbaum.
La dificultad para sacar un periodo extraordinario donde se discuta la revocación de mandato solo es la punta del iceberg que deja ver que el fresnillense ha sido abandonado de la mano de Dios desde Palacio Nacional, no sin sufrir las consecuencias de lo que el mandamás de la 4T ha considerado la más grave traición a su designio.
Hoy, el senador Ricardo Monreal corre el riesgo de perder su liderazgo en San Lázaro y busca como desesperado ya no el respaldo de las diferentes bancadas para el periodo extraordinario, sino al interior de su propio grupo parlamentario para mantenerlo como coordinador de bancada, so pena de ser condenado al exilio.
No es casualidad que de pronto aquellos desayunos tan frecuentes en Palacio Nacional se vieran interrumpidos luego de la elección del 6 de junio, un proceso en el que la alcaldía Cuauhtémoc, esa que hace tiempo gobernó Monreal Ávila, quedara en manos de la oposición.
La traición a Dolores Padierna
Casi 25 mil votos separaron a Dolores Padierna del triunfo para MORENA en la alcaldía Cuauhtémoc, que finalmente quedó en manos de la abanderada de Va por la CDMX, Sandra Cuevas, un resultado que no gustó en lo absoluto al presidente Andrés Manuel López Obrador, mucho más que las otras bajas en el pasado proceso electoral.
Y es que ante la decisión ya tomada de que Claudia Sheinbaum será, a como dé lugar, la próxima inquilina de Palacio Nacional, también había que preparar su sucesión en la Jefatura de Gobierno en el 2024 y esa sería Dolores Padierna.
Sin embargo, la propia excandidata ya había dado cuenta de traiciones en el grupo que la respaldaba en campaña. No pocos notaron que de pronto se revivía el episodio de René Bejarano y cómo este obtuvo el mote de “El Señor de las Ligas”, una historia que se replicó curiosamente en aquellos medios nacionales donde Ricardo Monreal publicaba regularmente sus colaboraciones.
Tras la derrota en la alcaldía Cuauhtémoc, para el senador zacatecano se cerraron las puertas de Palacio Nacional y desde entonces parece que la lealtad de diputados federales y senadores de MORENA (incluso de la coalición Juntos Haremos Historia) han cambiado de líder, alguien que bajita la mano, lleva tiempo operando la elección del 2024.
Desde Xochimilco para el mundo
El senador de MORENA Higinio Martínez Miranda hace tiempo fue presidente municipal de Texcoco, un tiempo que muchos recuerdan como un “cacicazgo”, una forma de gobierno muy similar a la que hoy emerge desde Palacio Nacional.
Su influencia no ha sido poca. En San Lázaro, ha sido el artífice de gran parte de los hoy diputados federales y senadores, pero su mano va más allá. El gabinete presidencial hoy lleva impresa su huella, como si desde ahora se preparara al gabinete que tendría Claudia Sheinbaum en el 2024.
Imposible ignorar que la secretaria de Educación, Delfina Gómez, también fue presidenta municipal de Texcoco, lo mismo que Horacio Duarte, administrador general de Aduanas del SAT. Junto al senador Higinio Martínez integran el “Grupo Texcoco” y, se dice, son los candidateables para la elección del 2023 por la gubernatura del Estado de México, quizá el estado más importante para apoyar a un presidenciable, pero los primeros dos le deben todo a este último y no se meterían en su camino.
Por el contrario, seguirán desempeñando su papel, “aprendiendo”, para fortalecer el proyecto de Claudia Sheinbaum, en un equipo en el que también se ha considerado a Dolores Padierna, a Tatiana Clouthier, a Martí Batres y a Rosa Icela Rodríguez.
Y así como en Zacatecas la “nueva gobernanza” tiene una lista negra de personas vetadas por los próximos seis años, a nivel federal el senador Ricardo Monreal está cavando su tumba, algo que debería preocupar a los zacatecanos.
¡Que devuelvan los lápices y el cocodrilo!
Con estos antecedentes, vaya que Zacatecas tendrá problemas cuando escuchamos a un gobernador electo que en su ingenuidad piensa que el senador Ricardo Monreal es un “todopoderoso” que traerá los recursos prometidos para la “nueva gobernanza”.
Ya se verá si pesa más el rencor de los zacatecanos o el de Palacio Nacional, aunque todo indica que la afrenta de Ricardo Monreal implicará cerrarle la llave presupuestal, más si el senador Higinio Martínez llega a sustituir al fresnillense y a aglutinar las distintas fuerzas políticas por el proyecto que de verdad pretende impulsar el presidente Andrés Manuel López Obrador, con lealtades a ciegas.
Y el rencor podría ser tanto que no habría duda de que hasta el subsecretario Hugo López-Gatell, o cualquier otro perfil que haya trabajado con esa lealtad, fuera candidato a suceder a Sheinbaum en el 2024.
Lo cierto es que mientras esto sucede a nivel nacional, el gobernador electo David Monreal pierde el tiempo en informes de la Comisión de Recepción y busca fiscalizar hasta el sexenio de Miguel Alonso. ¿Será que las anomalías del actual quinquenio no le dan para seguir con su teatro de demagogia?
Porque en esa pretendida revisión exhaustiva al patrimonio de los zacatecanos, ya no solo son los lápices, sino ¡hasta un cocodrilo desaparecido! Mejor debería decir si rindió frutos la gestión que hizo ante la SADER para la entrega de semilla a productores, porque el temporal ya va pasando. ¿O será que desde ya le cerraron la llave del presupuesto?