Con la publicación de los primeros datos del cuatro trimestre del 2021 en la Plataforma Nacional de Transparencia, ya vamos viendo de qué lado masca la iguana y que la nueva gobernanza tampoco se aleja mucho de las prácticas priístas que tanto cuestiona el gobernador David Monreal Ávila.
Más allá del gasto oneroso en viáticos para asistir al Tianguis Turístico de Mérida 2021, y los magros resultados por lo visto, poco a poco se demuestra que son los mismos haciendo lo mismo.
Para muestra, la Coordinación de Comunicación Social que encabeza Gerardo Flores López, cuyos primeros tres contratos de la presente administración fueron adjudicados de forma directa por un monto que representa 1 millón 490 mil 600 pesos.
De esa cantidad, 1 millón 67 mil 200 pesos corresponde a dos contratos firmados con Edgar Allan Murillo Martínez para la producción audiovisual de contenidos institucionales para las diferentes dependencias de manera mensual, un monto que se pudo reducir a menos de 100 mil pesos con la simple adquisición de la cámara indicada en el contrato (Sony A6300) para que el propio personal de Comunicación Social produjera los contenidos contratados.
Un caso similar es el tercer contrato, adjudicado a Josué Roberto Carlos Hernández Bustos por la cantidad de 423 mil 400 pesos para la producción audiovisual de las campañas “Navidad 2021”, “Turismo Navideño”, “Mensaje Año Nuevo” y “Mensaje Navideño Municipios”. Misma cámara, mismas características del producto final.
Lo extraño de los tres contratos es que únicamente firman los contratantes y el coordinador de Comunicación Social, pues a esos documentos les falta la firma del titular de la Jefatura de Oficina del Gobernador y del coordinador Administrativo para tener una validez legal.
Por lo tanto, si dichos contratos fueron pagados bajo esas circunstancias, bien se pudo incurrir en un delito que, suponemos, no ha sido observado por la Secretaría de la Función Pública, donde todavía parecen concentrados en seguir contando los lápices que se robaron en la administración anterior. Van cuatro meses de la nueva gobernanza y seguimos esperando el informe ejecutivo sobre el desfalco de los lápices. ¿La secretaria Humbelina Elizabeth López Loera sí estará en lo que debería estar?
En cifras alegres, ¿quién dice la verdad?
Para el gobernador David Monreal no está siendo un buen inicio de año. Días antes con bombo y platillo había celebrado una baja en los índices delictivos en Zacatecas, pero muy poco le duró el gusto, pues el pasado 20 de enero el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dio a conocer la actualización de estadísticas sobre la incidencia delictiva por entidad federativa y las cifras no coinciden con lo informado por el mandatario estatal.
Más allá de que Zacatecas siga estando muy por encima de los estados de la región Centro Occidente en la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, el propio Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio cuenta de la realidad que viven miles de zacatecanos con la publicación de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, donde Fresnillo y Zacatecas Capital aparecen entre las primeras cinco ciudades con mayor percepción de inseguridad, muy por encima del promedio nacional.
Este indicador subió en el cuarto trimestre del 2021 respecto al trimestre anterior, es decir, los primeros tres meses de la nueva gobernanza. Y eso que aún no se contabilizan los hechos de violencia ocurridos en la entidad desde el arranque de este 2022.
Tal vez por esa razón no es gratuito que David Monreal sea el gobernador peor calificado en la última encuesta de Arias Consultores, donde prácticamente 8 de cada 100 zacatecanos muy apenas aprueban su gestión. Mejores resultados obtuvo en la medición de Consulta Mitofsky para diciembre del 2021, donde apenas 36% de los zacatecanos aprueban su gobierno, pero sigue estando en el último lugar de entre todos los gobernadores, incluyendo los de MORENA.
Pero no hay que pensar mal, seguro es un excelente gobernador, ese por el que votaron miles de zacatecanos con la esperanza de que llegara “el cambio verdadero” a la entidad. Sí, seguramente es un buen gestor, que “no miente, no roba ni traiciona” al pueblo, que se apega a la legalidad, la transparencia y el combate a la corrupción, que no le saca a los problemas que aquejan a Zacatecas ni se escuda en alegar “herencias malditas” para lavarse las manos. Sí, a lo mejor no ha sabido comunicar las bondades de su gobierno, debe ser eso.
¿Recortes anticipados?
Resulta que en una visita exprés a la Secretaría de Desarrollo Urbano, que encabeza Laura Elvia Bermúdez Valdés (¿ya habrá renunciado a la presidencia del Colegio de Ingenieros Civiles de Zacatecas?), durante la transmisión en vivo al gobernador David Monreal se le escapó decir que van a desaparecer áreas en las dependencias con una reestructuración, lo que significa que los recortes de personal podrían continuar.
Este cambio a la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Zacatecas seguramente se presentará en forma de iniciativa a la 64 Legislatura para su aprobación, solo que requerirá de mayor oficio político que el que ha demostrado la secretaria general de Gobierno, Gabriela Pinedo Morales, y la presidenta de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política, Imelda Mauricio Esparza, para que sea aprobada por el pleno.
Porque vaya que el episodio sobre la destitución del director de Administración y Finanzas, Álvaro Puente, ha dividido incluso al bloque oficial e intentar cualquier mayoriteo en estos momentos sería una misión suicida.
Por cierto, ¿qué habrá pasado con el caso de la “estafa legislativa”?, ¿dejarían en “visto” al diputado Ernesto González Romo?