Homicidios, a la baja

La nueva metodología para la medición de incidencia delictiva por parte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) indica que en febrero de este año se registraron solo 55 homicidios dolosos en Zacatecas, la cifra más baja en el último año.

Esto representa una reducción del 49.5% respecto a los homicidios dolosos registrados en febrero del 2021; y una disminución del 42.1% respecto a lo registrado en enero de este año.

En relación con los estados vecinos, en el último mes únicamente el estado de San Luis Potosí tuvo un incremento en el número de homicidios dolosos, mientras Zacatecas junto a Aguascalientes, Coahuila, Durango y Jalisco disminuyeron su incidencia.

El escenario cambia cuando se trata de la tasa de incidencia por cada 100 mil habitantes, pues aunque Zacatecas tuvo una reducción notable, al pasar de 5.86 a 3.39 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes entre enero y febrero de este año, aún se mantiene como la entidad con mayor tasa de incidencia en la región Centro Occidente.

Sin embargo, si se compara el número de homicidios dolosos con el número de personas desaparecidas y no localizadas (a partir de lo que se informa en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas que elabora la Comisión Nacional de Búsqueda), se puede apreciar que hacia febrero de este año prácticamente se tiene la misma incidencia.

Son cifras recién publicadas este jueves y que en cierta medida permiten evaluar el desempeño de las autoridades para prevenir y atender la incidencia delictiva, al considerar que tanto en homicidios dolosos como en desaparición y no localización de personas se lleva un registro más o menos confiable, pues en otro tipo de delitos como el robo la estadística depende del número de denuncias que se presenten.

De acuerdo con las estadísticas oficiales, en febrero de este año se podrían haber registrado los primeros resultados del Plan Zacatecas II, anunciado durante la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a la entidad en noviembre pasado. No obstante, ¿por qué no ha mejorado la percepción de seguridad?

No mejora percepción de seguridad

A partir de octubre del 2021, cuando se dio a conocer una nueva metodología para la medición de la incidencia delictiva por parte del Secretariado Ejecutivo del SNSP, hubo desconfianza en las nuevas cifras debido a que de un plumazo “desaparecieron” alrededor de 500 homicidios en la estadística registrada para el caso de Zacatecas, sin que quedaran claros los criterios para la nueva medición de este tipo de delitos.

Y aunque las cifras oficiales indiquen que los homicidios dolosos van a la baja, la violencia penetra cada vez más en las noticias cotidianas de formas que no se habían registrado en la misma magnitud hasta ahora.

Poco abona a mejorar la percepción de seguridad cuando persiste el desplazamiento forzado de miles de familias en al menos cinco municipios zacatecanos, pese al reciente operativo anunciado para el municipio de Jerez a fin de que las víctimas puedan regresar a sus hogares en las comunidades.

No haber atendido en su momento las demandas de las víctimas, a tal grado que estas tuvieron que llegar hasta Palacio Nacional y ante el Congreso de la Unión para hacerse escuchar, tampoco ayudó a mejorar la percepción de seguridad. Por el contrario, mostró la desatención del estado frente a esta grave problemática.

Tampoco se puede descartar el hecho de que los homicidios dolosos hoy se registran con mayor número de víctimas en un mismo hecho, incluso el perfil de las víctimas ha encendido las alarmas entre la población, pues cada vez son más los jóvenes, las mujeres y los menores de edad (incluyendo bebés) entre las víctimas. Y la saña con la que se cometen estos homicidios forma parte de una violencia que rara vez se había visto en Zacatecas.

Poco ayuda a generar confianza el hecho de que el secretario de Seguridad Pública, Adolfo Marín Marín, desde su nombramiento no haya salido a dar la cara y, por el contrario, se haya cargado la atención mediática hacia el fiscal Francisco Murillo Ruiseco, cuya Fiscalía únicamente tiene responsabilidad a partir de que se registra un hecho delictivo, pues no le corresponde la prevención.

Mucho ayudaría conocer una estadística alterna donde se informe de las detenciones realizadas en relación con este tipo de hechos delictivos, así como el número de personas vinculadas a proceso o las sentencias condenatorias logradas desde el Poder Judicial. Solo así se podría tener mayor certeza sobre las acciones en materia de seguridad que se emprendan y den mayor tranquilidad a la población.

Pero en todo este entramado de cifras, no se puede dejar de lado el importante papel que tienen las corporaciones de seguridad estatales y municipales en la prevención del delito, aunque una de las tareas principales, la proximidad social, se haya descuidado a pesar de ser uno de los principales elementos que inciden en la percepción de seguridad.

Una cosa es cierta: si el escenario de seguridad ha mejorado (según lo que dicen las cifras oficiales) no se debe a las autoridades estatales de la nueva gobernanza, sino a que la federación y los municipios no han abandonado el barco y han actuado hasta donde la ley les permite.

Porque habrá que recordar que la federación no puede intervenir en los asuntos de las entidades hasta que sus gobiernos lo autoricen, mientras los municipios se encuentran limitados en sus funciones (y en su capacidad).

¿Hasta cuándo asumirá el gobernador David Monreal el costo de su incapacidad?