Con un empate de cinco votos a favor y cinco en contra, este martes el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) optó por esperar hasta el lunes al voto de la ministra Loretta Ortiz (ausente durante la sesión) antes de determinar la inconstitucionalidad sobre la figura de los “superdelegados” o si se reconoce su validez.
Y el desenlace también podría repercutir en Zacatecas, donde Verónica Díaz Robles encabeza la Delegación de Programas para el Desarrollo, aunque sus funciones han ido más allá de coordinar los programas de la Secretaría del Bienestar.
Recuérdese su intervención desde el inicio de la jornada nacional de vacunación contra el COVID-19, en conjunto con Saandra Vázquez Durán, administradora del IMSS en Zacatecas, un tema que tampoco ha quedado claro respecto a la coordinación con el estado.
No fueron pocas las veces que el exgobernador Alejandro Tello y el entonces secretario de Salud, Gilberto Breña Cantú, señalaban la cerrazón de la delegada para coordinarse en la estrategia de vacunación, cuyo fallido arranque todos recuerdan por el lamentable episodio de los “gandallas de Bernárdez”, un acto que la delegada calificó de “inmoral, pero no ilegal”.
Ahora con la nueva gobernanza parece que las cosas han cambiado, aunque esa coordinación que se esperaba desde la administración pasada ha llegado a otros niveles, como el reparto de gastos de la delegación federal.
De acuerdo con la información disponible en la Plataforma Nacional de Transparencia correspondiente al primer trimestre del 2022, la Delegación de Programas para el Desarrollo en Zacatecas erogó tan solo en dicho periodo unos 4 millones 217 mil 800.96 pesos, tanto en licitaciones como en adjudicaciones directas.
Solo que en ningún caso figuran los gastos correspondientes a la estrategia nacional de vacunación o para la atención a la pandemia, sino destinados a los vales de combustible, insumos de limpieza, consumibles de oficina y mobiliario para la operación del Programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores (pese a la veda por la revocación de mandato).
Tampoco aparecen en los gastos realizados por las oficinas administrativas del IMSS en la entidad, a excepción de un contrato licitado por casi 120 millones de pesos para el servicio integral para el Centro de Atención Temporal COVID-19.
Es decir: o no transparentaron toda su información o delegaron los gastos a otras dependencias, como pudo haber sido la Secretaría de Educación de Zacatecas (SEDUZAC) que hoy encabeza Maribel Villalpando Haro.
De acuerdo con la información disponible en la PNT, la SEDUZAC habría erogado al menos 471 mil 576.56 pesos durante el primer trimestre en 20 adquisiciones por adjudicación directa, todas mediante requisiciones administrativas, para renta de mobiliario, compra de agua embotellada, insumos, baños portátiles y hasta alimentos para las jornadas de vacunación contra el COVID-19. Ni una sola factura disponible.
Son gastos que, extrañamente, no se reportan en la Secretaría de Salud de Zacatecas que hoy encabeza Uswaldo Pinedo Barrios, cuyas principales adquisiciones durante el primer trimestre del año fueron por insumos y equipo médico de uso cotidiano.
Sospechosa la opacidad en torno a la jornada nacional de vacunación en Zacatecas, tanto como la lista de proveedores contratados en la delegación de Programas para el Desarrollo, según consta en sus 49 contratos por adjudicación directa, aunque podrían ser muchos más. Desde hace dos años van dejando en claro cuáles son los proveedores favoritos de quienes han jurado “no robar, no mentir y no traicionar”.
Retroceso en competitividad
Que alguien le avise a Rodrigo Castañeda Miranda, quien dice despachar en la Secretaría de Economía, que Zacatecas retrocedió tres posiciones en el Índice de Competitividad Estatal 2022 que elabora el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y hoy se ubica entre las cinco entidades menos competitivas en el país.
En los últimos dos años, mientras Carlos Bárcena Pous fue secretario de Economía, la entidad tuvo un deterioro en términos de desigualdad salarial y carga aérea de mercancías (y eso que al cierre del quinquenio de Alejandro Tello habían inaugurado un recinto fiscalizado para facilitar las exportaciones), además de que aumentaron en 38% los homicidios dolosos (67.9 por casa 100 mil habitantes), entre otros elementos que ocasionaron un descenso del lugar 25 al 28.
Y ahí no acaba la cosa, porque Zacatecas no está exento de la dinámica nacional en materia laboral. Baste señalar la intervención de Santiago Levy durante la presentación del Índice de Competitividad Estatal 2022, donde destacó que en México el trabajador promedio gana menos por hora de trabajo que lo que ganaba hace 30 años, a pesar de trabajar más y tener más años de escolaridad.
Sin embargo, parece una situación más problemática, pues en todos los rangos de escolaridad han caído los salarios, pero especialmente en los trabajadores con más escolaridad.
Esto nos lleva a pensar que en los últimos años el país no ha utilizado el talento que genera el sistema educativo, un problema derivado de la poca vinculación entre la oferta académica, el mercado laboral y la atracción de inversiones.
Por supuesto que en todo esto ha influido recientemente la pandemia por el COVID-19 que tuvo un impacto en las economías de todo el mundo, pero en el caso de México, hubo entidades que mostraron avances pese a la pandemia, a diferencia de Zacatecas.
A ver si el secretario de Economía, Rodrigo Castañeda, se va concentrando más en eso que llaman los “cuatro ejes tractores” para detonar la economía (o en replantear la estrategia con base en datos duros) y no en andar hostigando a las cámaras empresariales para condenar un intento de revivir las herramientas legislativas, que no ha procedido, pero sigue siendo cortina de humo para los nulos resultados de la nueva gobernanza.
Un Cepillo independiente
A propósito del Poder Legislativo, este martes el diputado José Luis Figueroa anunció su determinación de separarse del Partido del Trabajo y su correspondiente bancada en la 64 Legislatura para declararse independiente, aunque de manita sudada con diputados del bloque oficial.
Más allá de alegar decisiones “unilaterales” del coordinador de la bancada, Xerardo Ramírez, o diferencias al interior del Poder Legislativo, el Cepillo Figueroa Rangel dejó en claro su separación del grupo que encabeza Geovanna Bañuelos y su intención de crear un nuevo partido llamado Revolución Popular Zacatecas, cuyos trámites de registro ya iniciaron ante el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ).
No resulta extraña la decisión del diputado. Finalmente, en su momento fue de los 27 diputados que votaron a favor del refinanciamiento de la deuda pública hasta llegar a niveles históricos y hoy, con su corta memoria, se desentiende de aquella decisión.
Solo que el tema podría repetirse ante la posibilidad de una solicitud de la nueva gobernanza para otro refinanciamiento y la contratación de un nuevo empréstito hasta por 1 mil 200 millones de pesos.
Y qué decir del bloque oficial que acusa a la oposición de pretender revivir las “herramientas legislativas”, pero se olvidan de que entre sus filas continúan quienes recurrieron a un robo mayor: la “estafa legislativa”.
No es para menos el respaldo que ha obtenido de dicho grupo, pues las cuentas públicas de Figueroa Rangel cuando fue alcalde de Loreto vaya que lo tienen comprometido, así que se pondrá del lado de quien le apruebe su cochinero en las finanzas.
¿Sorpresas? Este miércoles, si hay quórum para sesionar, buscarán quitar a Enrique Laviada de la Mesa Directiva e imponer a alguien del bloque oficial. Y para lograrlo, la bancada de Nueva Alianza ya puso su precio. Al tiempo.