¿Dónde está el gobernador? Es la pregunta que muchos se han hecho en los últimos tres días, luego de que David Monreal fuera visto por última vez en público desde el viernes por la tarde. No es que su presencia dé garantías de algo, pero se esperaría que diera la cara ante los días de terror que hoy se viven en Zacatecas.
Tan solo el viernes fueron privadas de la vida tres personas y seis más resultaron heridas en diferentes ataques en la zona conurbada Zacateas-Guadalupe. Y el mismo día, el macabro hallazgo de seis cuerpos en el municipio de Ojocaliente.
La violencia continuó el sábado, con balaceras en el municipio de Jerez, donde también se reportó la privación de la libertad de una persona que se encontraba en un bar y el hallazgo de vehículos abandonados en la carretera que conduce a Fresnillo.
Mientras tanto, en la comunidad de Tacoaleche, en Guadalupe, así como en Fresnillo y Calera, se registraron más homicidios, además de encontrar a una persona sin vida, maniatada, en la Capital.
El terror continuó el domingo, Día del Padre, con un triple homicidio en el Jardín Juárez, en pleno Centro Histórico de Zacatecas al mediodía, cuando los zacatecanos salían a realizar sus compras o a convivir en familia. En el ataque sobrevivió un hombre de 53 años de edad, quien presenció cómo mataron ante sus ojos a sus dos hijos y a su esposa. Y minutos más tarde, la trágica noticia del homicidio de un joven de 17 años en Fresnillo.
Fueron tres días en los que el gobernador David Monreal desapareció del mapa. Tres días en los que el secretario de Seguridad Pública, Adolfo Marín, y el fiscal Francisco Murillo Ruiseco, tampoco dieron la cara y la información oficial, como siempre, fluyó a cuentagotas y con muchas horas de retraso.
Tres días en los que la secretaria general de Gobierno, Gabriela Pinedo, dio prioridad a celebraciones en los viñedos de Tierra Adentro que al escenario de violencia e ingobernabilidad en Zacatecas. Si alguien debe renunciar, a estas alturas, que sea el gabinete completo.
Porque en medio de otra crisis de inseguridad, el sábado pasado el gobernador David Monreal tenía en su agenda de actividades un encuentro con el “Embajador de la Paz”, René Mey, en el auditorio del Hospital General de Zacatecas, según informó la Coordinación de Comunicación Social.
Pero al final el gobernador no asistió; en su lugar acudió como representante Javier Reyes Romo, subsecretario de Desarrollo Político. Pero ¿quién es René Mey?
Acusado en varios países de ser un fraude, René Mey se dice sanador espiritual, clarividente, hijo de los ángeles y con poderes sobrenaturales cual historia de Star Wars. Desde el 2000 tiene un emporio inmobiliario de más de 600 departamentos y dos castillos estimados en 40 millones de euros, una fortuna proveniente de sus supuestos 600 centros de sanación en México. ¿En eso gasta el recurso público la nueva gobernanza?
Y por cualquier lado que se mire, la nueva gobernanza y sus aliados (¿o súbditos?) no están en lo que deben estar. Ahí está el diputado Ernesto González Romo, que a pesar de todos estos hechos de violencia, para él su prioridad es que sus gestiones de infraestructura carretera van avanzando. ¿Y qué tal con los alcaldes? Ahí tenemos a Humberto Salazar en homenajes a Ramón López Velarde, haciéndose de la vista gorda con la crisis que azota al Pueblo Mágico de Jerez.
Que luego no vengan con que es falsa la percepción ciudadana en materia de seguridad. Testimonios sobran donde se da cuenta de un supuesto “acuerdo” entre corporaciones de seguridad y grupos de la delincuencia para turnarse la presencia en localidades afectadas por la violencia: Jerez, Fresnillo, Valparaíso, Guadalupe, Zacatecas, Tabasco, Francisco R. Murguía, Genaro Codina, Apulco, Nochistlán, Jalpa…
Al final, los testimonios de las víctimas coinciden en que las autoridades de los tres niveles de gobierno les han dejado en el abandono, sin una solución que les permita retomar sus vidas. Y así lo demuestra la investigación de Quinto Elemento Lab que hoy compartimos en Lalalá News. ¿Puede ser tanta la necedad de la nueva gobernanza para negarse a ver un problema evidente?
La “nómina secreta” en seguridad
La desconfianza en las instituciones en materia de seguridad tampoco es gratuita. Más allá del temor a denunciar, entre la población persiste la idea de que las autoridades no dan seguimiento a los casos y que estos quedan apolillados en un archivo, sin tener consecuencias para los victimarios.
Sin embargo, con total cinismo, también en materia de seguridad hay “nómina secreta” con los denominados “Estímulos por Responsabilidad en el Cargo”, a pesar de que las autoridades obligadas a brindar seguridad a la ciudadanía sean las más irresponsables en su cargo.
Ahí tenemos el caso de la Secretaría de Seguridad Pública, la tercera dependencia que más eroga en estos estímulos: 194 mil pesos mensuales divididos en cinco servidores públicos:
- Adolfo Marín Marín, Secretario de Seguridad Pública, 55 mil pesos mensuales
- Alejandro Hinojosa Lavín, Director del C5, 44 mil pesos mensuales
- Rosa Isela Arellano Correa, Coordinadora Administrativa, 35 mil pesos mensuales
- José Aciano Medrano Orona, Subsecretario de Operación Policial, 30 mil pesos mensuales
- Eduardo Javier Romero Espinoza, Subsecretario de Prevención y Reinserción Social, 30 mil pesos mensuales
Pero no solo en esa dependencia hay este derroche. Esos “Estímulos por Responsabilidad en el Cargo”, otorgados únicamente por autorización del gobernador David Monreal o por la secretaría de Administración, que encabeza Verónica Yvette Hernández López de Lara, también aparecen entre servidores públicos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ).
En la Fiscalía, estos estímulos suman 1 millón 23 mil pesos mensuales erogados en 36 servidores públicos. Eso equivale al 37.4% de la “nómina secreta” en dependencias de la administración centralizada y descentralizada del Gobierno del Estado. Al año, el monto destinado a estos estímulos en la Fiscalía representa un gasto de 12 millones 276 mil pesos, autorizados por el Ejecutivo estatal.
¿La justicia al servicio de la nueva gobernanza y no de las víctimas? Ahora se entiende por qué en ciertas querellas por violencia política de género se agilizan los trámites sin una investigación preliminar, mientras otras denuncias (por casos mucho más graves) permanecen estancadas o brincando de fiscal en fiscal para demorar su resolución.
Por cierto, en esa “nómina secreta” figura Martha Berenice Vázquez González, fiscal especializada (con licencia) de Derechos Humanos, Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, quien hoy aspira a presidir la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ).
En el fondo, parte de responsabilidad recae en los diputados de la 63 y 64 Legislatura, pues dichos “Estímulos por Responsabilidad en el Cargo” fueron aprobados en el Tabulador de Sueldos y Salarios para personal de al Fiscalía desde el ejercicio fiscal 2020, tabulador que hasta la fecha sigue vigente con ese concepto. Así las cosas en “Zacatecas Deslumbrante”.