La secretaria de Educación, Maribel Villalpando, tenía instrucciones muy claras: ignorar los tres exhortos de la 64 Legislatura para modificar el calendario escolar y empatar las vacaciones de los menores con el periodo de descanso de la burocracia.
Al gobernador David Monreal y a la delegada de Programas para el Desarrollo, Verónica Díaz Robles, les urgía mantener a los menores en clases para que pudieran posar para las fotografías durante la entrega tardía (un año de retraso) de uniformes de la administración de Alejandro Tello, parchados con el logo de la nueva gobernanza, además de bancas, pizarrones, butacas, escritorios, computadoras y demás equipamiento para las escuelas que se quedarían vacías durante el periodo vacacional, a expensas de los amantes de lo ajeno.
Lo importante era decir que la nueva gobernanza estaba trabajando, porque algo había que meter en el primer informe de gobierno, así fuera inflando inversiones como las anunciadas este lunes por más de 300 millones de pesos para apoyar la educación de los menores.
Solo que de esa cantidad, unos 192 millones corresponden a las becas federales “Benito Juárez” para alumnos de todos los niveles educativos; es decir, casi el 60% del monto anunciado y que corresponden a una política pública de la federación. Porque únicamente se destinarían 38 millones para becas del estado y 70 millones para los paquetes de útiles escolares con recursos estatales.
Así de fácil es la danza de “cifras alegres” en la nueva gobernanza, una facilidad que también les ha permitido saltarse toda normatividad para el ejercicio de recursos y demostrar que también en esta administración se replican las mismas mañas de las “herencias malditas”.
Es el caso de los paquetes de útiles escolares que, se asegura, serán repartidos a todos los alumnos de primaria y secundaria de educación pública, aunque en las cuentas de la nueva gobernanza solo existan unos 268 mil 93 alumnos cuando se sabe que tan solo en el nivel básico existen casi 359 mil estudiantes. ¿Quiénes serán los privilegiados con la entrega?
Vayamos a los informes financieros por estructura programática del presupuesto y veremos que en el principio rector “Bienestar para todos”, política pública “Educación para una sociedad igualitaria y con identidad”, componente “Apoyos Educativos para el Bienestar”, la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) que dice encabezar Carlos Alberto Zúñiga se había propuesto como meta beneficiar a 115 mil alumnos de zonas urbanas y rurales con apoyos en especie y económicos.
Sin embargo, tal vez por estar más concentrado en transmitir las intervenciones de la delegada Verónica Díaz Robles en todos sus eventos públicos (especialmente junto al gobernador David Monreal), el funcionario nunca se dio cuenta de su error y para el segundo trimestre del año pretendió corregirlo… con un error más grande.
Según los informes financieros referidos, la meta anual se reajustó a 268 mil 400 alumnos de primaria y secundaria, pero únicamente de las zonas rurales. Para ello, se descontaron 20 millones de pesos de lo programado para alumnos de la zona urbana y se reasignaron a la meta de la zona rural. El problema es que en su programación quedaron bailando unos 22 millones de pesos que se invertirán en “cero beneficiarios” de la zona urbana. ¿Y nadie se fijó en semejante error?
Por si el cochinero de cifras y beneficiarios no fuera suficiente, el proceso para licitar la adquisición de paquetes de útiles escolares fue aún más desastroso y daría las primeras señales de que aquella gran estafa de las despensas del SEDIF en el “gobierno diferente” va a continuar durante la nueva gobernanza en otras modalidades.
Baste revisar la Licitación Pública con Recursos de Origen Estatal de Carácter Nacional SAD-932079957-13-2022, cuya convocatoria fue emitida el 27 de junio y cuyo fallo se dio el pasado 14 de julio, con una sola empresa participante en la licitación y que finalmente obtuvo el contrato por 69 millones 677 mil 728.63 pesos para la dotación de 268 mil 93 paquetes de útiles escolares, no los 268 mil 400 establecidos como meta anual.
Se trata de Comercializadora Don Cacahuato S de RL de CV, una empresa que según la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) durante este año ha ganado al menos seis contratos para el abasto de productos alimenticios y despensas que en conjunto suman 389 millones 888 mil 559.57 pesos en los estados de Chihuahua, Sonora, Querétaro y Zacatecas.
Si su nombre le resulta familiar es porque se trata de la misma empresa que ganó la Licitación Pública Estatal No. LP-SEDIF.ZAC-EA-2-2022 para la adquisición de productos alimentarios Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM), solicitada por la Subdirección de Alimentación y Desarrollo Comunitario del SEDIF, por más de 192 millones de pesos y que dimos a conocer en Lalalá News en su momento.
El problema es que la empresa ya venía arrastrando negativos desde el gobierno de la morenista Marina del Pilar en Mexicali, Baja California, por presuntamente inflar costos y vender despensas con un sobreprecio mayor al 70 por ciento.
Esos costos inflados llaman la atención cuando se trata de la licitación para la adquisición de útiles escolares que hoy presume la nueva gobernanza, pues además de que se trata de un giro muy diferente al registrado en el padrón de proveedores, arrojaría un promedio de 260 pesos por paquete de útiles.
Y aunque se trata de tres paquetes diferentes, que varían principalmente en el número de libretas y la inclusión de bolígrafos, en general se trata de paquetes que no rebasarían ni los 100 pesos. Solo que en la meta programática se habían considerado 82 millones 978 mil 92 pesos para dichos paquetes escolares; es decir, unos 13.3 millones de pesos más que lo establecido en el contrato con Comercializadora Don Cacahuato. Entonces: ¿quién se queda con la diferencia?
En definitiva, si el “gobierno diferente” tuvo en Dominus Messico a su empresa favorita, para la nueva gobernanza todo indica que se tratará de Comercializadora Don Cacahuato. ¿Quién decía que ya se acabó la corrupción?
Por cierto, malas cuentas dará en el primer informe la secretaria de Educación, Maribel Villalpando, en el mismo eje rector y política pública, en lo relativo al componente “Apoyos a la Educación”, pues de una meta proyectada de 7 mil 587 becas a otorgar a estudiantes de nivel básico y superior, esta se reajustó a 6 mil 587, de las cuales al cierre de la convocatoria el pasado 9 de junio solo se tuvieron 3 ml 200 registros. Ni el 50% de la meta anual modificada, pese a que se etiquetaron 17.2 millones de pesos para ello.