Por ley, el Poder Legislativo está obligado a rendir un informe de actividades de cada año constitucional, tal como ocurre con el Ejecutivo y el Judicial. Sin embargo, para esta 64 Legislatura, su primer año de labores no es digno de recordarse y eso lo saben muy bien los zacatecanos.
Sin querer queriendo, el diputado Ernesto González Romo, presidente de la Mesa Directiva, atribuyó a los medios de comunicación la imagen que hoy se tiene de los 30 diputados cuando en su discurso afirmó: “hoy ha permeado la imagen de un severo inmovilismo parlamentario, el cual se ha expuesto cotidianamente en los medios de comunicación y eso ha debilitado la imagen de la Legislatura ante los ciudadanos”. Pero solitos se han metido la pata.
Repartir culpas le hubiera tomado todo un día y sería abonar al desgaste ya de por sí acuciado en el Poder Legislativo. Pero la sesión solemne duró menos de una hora, sin los posicionamientos de los grupos parlamentarios, sin la intervención de los representantes del Poder Ejecutivo y Judicial; únicamente el discurso de quien hoy preside los trabajos en el pleno.
Lamentablemente, el diputado Ernesto González no le supo medir el agua a los camotes y presentó el informe del Poder Legislativo en un momento de nuevas fricciones entre sus homólogos, que hoy se enfrascan en pleitos por las presidencias de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) y del Órgano de Administración y Finanzas (OAF).
Para el diputado de MORENA, tal vez el karma le cobró muy alta la factura de su conducta con frecuencia ofensiva durante el primer año de actividades y hoy, como presidente de la Mesa Directiva, parece haber entendido que no es lo mismo ver los toros desde la barrera que partir plaza.
Al informe de actividades no acudieron el gobernador David Monreal ni el magistrado Arturo Nahle García, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Zacatecas. En su lugar acudieron el secretario de Finanzas, Ricardo Olivares Sánchez, como representante del Ejecutivo y el magistrado Édgar López, como representante del Judicial.
Tampoco acudió la dirigente estatal de MORENA, Roxana Muñoz. Únicamente los dirigentes estatales del PRI, PAN y PRD: Enrique Flores, Verónica Alamillo y Raymundo Carrillo. También estuvieron los comisionados del IZAI: Fabiola Torres, Nubia Barrios y Samuel Montoya.
Además, el alcalde de Guadalupe, Julio César Chávez Padilla, y el magistrado presidente del Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas, José Ángel Yuen Reyes, quien mucho contribuyó al desgaste del Legislativo con procesos judiciales que finalmente resolvió la Sala Superior en favor del bloque plural “ampliado”.
Tal vez por esa razón se vio al diputado Ernesto González más alicaído que emocionado, aunque se mantuvo de una pieza y leyó su discurso preparado para la ocasión, enfatizando que “los informes no deben ser un espacio para el lucimiento personal, para la promoción personalizada o para aumentar el ego de los servidores públicos”.
Y claro que hubo cifras del primer año de actividades, como 65 sesiones en el pleno (17 solemnes y 4 extraordinarias), en las cuales se expusieron 340 iniciativas: 31 relativas a reformas o adiciones a la Constitución; 19 iniciativas de ley y 187 reformas y adiciones diversas. Ahí se incluyen temas de gran envergadura, como la tipificación de la violencia vicaria o la reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial (al diputado González Romo se le olvidó mencionar la aprobación del matrimonio igualitario).
Lo anterior se tradujo en 141 decretos y 155 acuerdos, mientras la tribuna se abordó en más de 1 mil 846 ocasiones en el mismo periodo, aunque quienes cubrimos la fuente legislativa sabemos que más del 50% de las veces solo eran intervenciones para simular productividad, como el diputado de la “bancada estrella”, Xerardo Ramírez, quien ayer mismo, concluida la sesión solemne, citó a reunión de la JUCOPO para seguir presionando en su intentona de agenciarse la presidencia del organismo o del OAF.
Por supuesto que en el informe presentado por el diputado Ernesto González a nombre del Poder Legislativo (porque los informes individuales de los legisladores aún no comienzan) también incluyó pendientes importantes del primer año de actividades, como la elección de la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), cuya comisión no ha podido emitir un dictamen, o del Órgano Interno de Control, cuyo dictamen fue bajado del pleno ante la falta de consensos.
Pero estos temas ahora se juntarán con otras dos coyunturas: la glosa del informe del Poder Ejecutivo, que iniciará en la primera semana de octubre, así como la discusión y aprobación del paquete económico 2023 para Zacatecas.
Porque a propósito de finanzas, el presidente de la Mesa Directiva destacó la aprobación de un presupuesto austero para el Poder Legislativo para este año, aunque eso solo derivó en mayores fricciones entre bancadas (y un “histórico” veto por parte del Poder Ejecutivo), y anunció que las áreas técnicas ya trabajan en una propuesta para el 2023 basada en resultados (¿cuáles?), los cuales se podrán medir con una matriz de indicadores.
Por fortuna, la perorata de defender lo indefendible fue breve, aunque al final quien otrora hablara en tribuna de una “uña enterrada en el pie” o de “botargas aplaudidoras” (a ese nivel llegó el debate legislativo), hoy se refería al sueño de heredarle a Zacatecas un Congreso tan honorable como Tenamaxtle, Eulalia Guzmán o José Migue Gordoa y Barrios. ¡Vaya aspiración!
Y remató: “Queremos que la letra H de esta Legislatura deje de ser muda, haremos que esta asamblea sea realmente honorable porque tenemos la ilusión de regresar a nuestra comunidad con la frente en alto”.
Más allá de sueños guajiros, algo hay que reconocerle al diputado Ernesto González Romo (y en eso coinciden la mayoría de los diputados): si en el primer año demostró la bajeza del Poder Legislativo, como presidente de la Mesa Directiva ha dado muestra de institucionalidad y apego a las leyes y reglamentos que deben regir la vida parlamentaria. Bien dicen que mucho se aprende de los golpes de la vida y para el diputado de MORENA, parece que han sido duras lecciones en muy poco tiempo. ¿Quién de sus homólogos le hará segunda para destrabar los trabajos en el Poder Legislativo? Tal parece que la “bancada estrella” no tiene disposición…