Después de la comparecencia del secretario de Finanzas, Ricardo Olivares Sánchez, en la glosa del informe de gobierno solo podría esperarse una carnicería en la que los funcionarios citados a rendir cuentas terminarán despedazados por sus propios yerros.
Difícilmente alguno se salvará como lo hizo este lunes el “prodigio de las finanzas”, quien además de dar una lección de cortesía política y conocimientos técnicos, demostró que el espíritu de servicio no está peleado con la institucionalidad y que solo da resultados quien se dedica a trabajar y no a andar peleando por “cargos y oficinas” o aplaudiendo las ocurrencias de quien se dice gobernador y su séquito de “hacer bola”.
La comparecencia de Ricardo Olivares, para variar, inició con casi una hora de retraso de los diputados locales, cuya Junta de Coordinación Política (JUCOPO) hoy presidida por la priísta Gaby Basurto ni siquiera se había puesto de acuerdo para el orden de las intervenciones.
Pese al retraso, hubo quienes como el diputado Nieves Medellín aprovecharon para lonchar en el pleno mientras el funcionario citado a comparecer leía su primer mensaje. Total: ya la nueva gobernanza les había remitido el guión de preguntas que habrían de leer más tarde, tal como ocurrió en 2021 durante la discusión del presupuesto.
La comparecencia de Olivares Sánchez duró alrededor de seis horas, con dos rondas de preguntas y respuestas, principalmente a petición de diputados del PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza. Sus homólogos de MORENA, PES y Partido Verde optaron por hacer vacío y al menos durante la última hora estuvo el riesgo de romper quórum a tal grado que los diputados ni siquiera podían salir al baño.
Los temas que despertaron mayor interés de los legisladores fueron la deuda pública, los subejercicios, la recaudación propia (sobre todo los impuestos ecológicos), la nómina magisterial, así como las proyecciones para el presupuesto 2023.
Sin embargo, ya entrados en confianza, los diputados preguntaron al titular de la SEFIN por temas que competen a otros funcionarios de la nueva gobernanza (citados o no a comparecer), como la situación del Issstezac y los pagos pendientes a jubilados y pensionados; el mediocre desempeño de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) que dice encabezar un tal “Zuñi”, que está en todo menos en lo que debe estar; la relación de despidos y los supuestos ahorros generados con los recortes de burócratas; entre muchos, muchos otros temas que no eran de su competencia, pero salió al quite.
Y aunque hubo quien pretendía atribuirle el desastre financiero que ha sustentado el discurso de las “herencias malditas”, Olivares Sánchez los paró en seco al asegurar que él únicamente podía hacerse responsable del último tramo de la pasada administración, justo cuando las cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) muestran el inicio de un manejo sostenible de la deuda pública.
No faltaron “elogios” al oriundo de Tlaxcala y que hoy forma parte de las “herencias benditas” del quinquenio de Alejandro Tello, desde reconocer su institucionalidad pese al cambio de administración, su manejo responsable de las finanzas públicas, su objetividad al reconocer un exceso de optimismo de la federación frente a las proyecciones presupuestales para el 2023, su experiencia técnica para haber creado los impuestos ecológicos (y celebrar que él y solo él fue el artífice de dichos gravámenes) y esa visión para incrementar la recaudación propia a partir de los ingresos que se obtienen de la minería, tal como ocurre con estados petroleros.
Más allá de la gran cantidad de resultados que expuso a detalle el secretario de Finanzas, hay puntos en particular que sobresalen por su relevancia, como el hecho de que aún faltan gestionar 900 millones de pesos de los más de 2 mil millones requeridos para cubrir el déficit de la nómina magisterial; o la proyección de reducir la deuda pública de largo plazo en 2 mil millones durante el sexenio.
También la advertencia de reasignación presupuestal para canalizar los subejercicios de las dependencias improductivas (como SEDESOL u Obras Públicas) a otros organismos que presentan déficit, como los autónomos o el Poder Judicial; así como el anuncio de convenios de estabilidad fiscal próximos a firmarse con dos empresas y que representarían un ingreso superior a los 600 millones de pesos.
Respecto a los subejercicios, que sí fueron reconocidos en el pleno, Olivares Sánchez afirmó que una parte podría responder a los procesos de licitación o adjudicación directa; sin embargo, hizo un llamado al gabinete de la nueva gobernanza a planificar mejor sus acciones para evitar que el recurso esté paralizado, a dos meses de concluir el ejercicio fiscal, pues se corre el riesgo de tener que regresar los recursos a la federación o, en su caso, reasignarlos a otras dependencias y organismos con déficit para cerrar el año.
Para ponerle sazón a la comparecencia, la diputada Marimar de Ávila cuestionó a Olivares Sánchez por la llamada “nómina secreta”, esa que ha representado más de 5 millones de pesos en “Estímulos por Responsabilidad en el Cargo” pese al discurso de austeridad y que “se acabaron los privilegios y la burocracia dorada”. El secretario atinó a responder que se trataba de un “retroactivo”, aunque la Plataforma Nacional de Transparencia indica que se ha seguido pagando a funcionarios de primer nivel.
El titular de la SEFIN también hizo algunos compromisos para la próxima discusión del Paquete Económico 2023, como evaluar incrementos a Seguridad Pública, la Fiscalía del Estado y al Poder Judicial; la posibilidad de incluir la reapertura de oficinas de representación en Tijuana y algunas ciudades de Estados Unidos en apoyo a la comunidad migrante; analizar el destino de los impuestos ecológicos; además de entregar una propuesta para la recaudación propia por explotación minera.
Finalmente, Olivares Sánchez dejó muy alta la vara para las siguientes comparecencias, sin necesidad de mencionar la palabra “gobernador” o “David Monreal” ni deshacerse en alabanzas hacia el mandatario cada dos minutos. Simplemente dejó que su trabajo hablara por sí mismo y por su equipo de trabajo, por lo que podríamos decir que “salió invicto” de la comparecencia, una circunstancia que no se repitió con la titular de la SEDUVOT.
Para vergüenzas, la SEDUVOT
También con una hora de retraso, producto de la larga rendición de cuentas del secretario de Finanzas, Laura Elvia Bermúdez tuvo muy poco que informar en su comparecencia como secretaria de Desarrollo Urbano, Vivienda y Ordenamiento Territorial (SEDUVOT) a tal grado que su presentación se limitó a montón de fotografías donde figuraba el gobernador David Monreal o rostros en primer plano de los beneficiarios de apoyos, como “romantizando la pobreza” que distingue a los discursos populistas.
De tres subsecretarías, únicamente se reportaron “resultados” en las áreas de Vivienda y Ordenamiento Territorial, pues no hubo inversión en Desarrollo Urbano en el último año.
Los temas que concentraron su discurso fueron la certeza jurídica con la entrega de más de 1 mil 800 títulos y escrituras; la inversión de más de 40 millones de pesos en acciones de vivienda; así como la primera etapa del proyecto del Platabús y la instalación de diversos consejos estatales y municipales.
Sin embargo, fue notorio que Laura Elvia Bermúdez quedó abrumada con las críticas de los diputados, como los engorrosos trámites para la certeza jurídica o al solicitar un apoyo (a los beneficiarios se les exige llenar formularios de más de 9 hojas, sin orientación y a vuelta y vuelta); el sobreprecio en los apoyos entregados; la farsa de las acciones emprendidas en las comunidades con familias desplazadas por la violencia; el condicionamiento de los convenios de colaboración con los municipios y la “injusta” asignación de beneficiarios, o la supuesta “instrucción” de que está prohibido que los diputados estén presentes en la entrega de apoyos en sus distritos.
Nada pudo hacer ante el señalamiento de subejercicios, pues gran parte de los 40 millones de pesos informados en acciones de vivienda ya venían de procesos iniciados en la administración anterior y en la nueva gobernanza apenas habían ejercido unos 5 millones de pesos. Eso sí, prometió casi casi por los clavos de Cristo que los recursos asignados a la dependencia quedarían comprometidos (por licitación o adjudicación directa) este mes de octubre. ¡Cuánta eficiencia en el gasto público!
El remate quizá fue la intervención del diputado Xerardo Ramírez, quien cuestionó por qué existe una subsecretaría acéfala en la SEDUVOT. En respuesta, Laura Elvia Bermúdez explicó que existe un procedimiento administrativo en contra de quien ocupara dicha subsecretaría por “pérdida de confianza”. No fue casualidad que la diputada Zulema Santacruz, hermana del “diputado 31”, se expresara con el hígado sobre el desempeño de la secretaria y se atreviera a pedir su separación del cargo.
En el fondo, la comparecencia de la titular de la SEDUVOT da una idea de lo que vendrá con las demás dependencias citadas a rendir cuentas sobre lo realizado (¿o será la falta de resultados?) en el último año. Y aunque en el recinto legislativo no llegaron acarreados para aplaudir a sus jefes, ¿qué tal los bots en la transmisión de las comparecencias?
Para este martes se espera que acudan al Congreso la secretaria general de Gobierno, Gabriela Pinedo Morales; así como la secretaria del Agua y Medio Ambiente, Susana Rodríguez Márquez.
La primera mucho tendrá que responder ante los familiares de personas desaparecidas, los conflictos de interés del subsecretario de Transporte; o por qué sigue sin titular la Comisión Ejecutiva de Atención Integral a Víctimas (ya sin presupuesto para dar atención a la ciudadanía) luego de rechazar la ratificación de quien había propuesto el Ejecutivo.
La segunda no solo estará en aprietos por informar de obras y acciones que más bien son de la pasada administración, sino también (como la secretaria de Gobierno) su participación en el esquema de la “estafa legislativa”.
Eso sí: qué curiosa la actitud de los diputados que por momentos parecen más el bloque del PRIMOR y de pronto se acuerdan que son “bloque plural ampliado”. Cada día se asemejan más a la incongruencia del diputado Xerardo Ramírez, que un día se desvive en elogios por “el mejor gobernador que ha tenido Zacatecas” y al otro se le retuerce el hígado cuando despotrica contra la nueva gobernanza.