Muy cansado debió llegar del gobernador David Monreal de sus vacaciones en Brasil, que luego del susto que se llevó con los habitantes de Chaparrosa exigiendo la aparición del menor Teo, desaparecido desde el 20 de diciembre, no ha vuelto a tener agenda pública y los comunicados que emite la Coordinación de Comunicación Social en nada demuestran que el gobierno se toma con seriedad el tema.
La situación nacional poco abona a mejorar la percepción en Zacatecas. Apenas habían llegado nuevos elementos de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad en nuestra entidad (es un decir, porque las carreteras siguen sin vigilancia), cuando fueron llamados a la Ciudad de México para custodiar el Metro, luego de varios “incidentes” que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, calificó como “sabotaje”.
Cierto es que el Metro de la CDMX diariamente transporta a unos 4 millones de personas, mientras en Zacatecas muy apenas superamos el millón y medio de habitantes. Sin embargo, ¿qué delito federal se persigue para tener que recurrir a la Guardia Nacional?
No es gratuito que el senador Ricardo Monreal haya insistido en que la Guardia Nacional mejor debería enviarse a los municipios con mayores índices de violencia, solo que en su llamado olvidó mencionar a Zacatecas.
Las cosas no han pintado bien en lo que va del 2023 en nuestra entidad. A la crisis de personas desaparecidas y no localizadas se suman otros hechos de violencia que seguramente, en su conferencia de los lunes, minimizará el secretario de Seguridad Pública, Adolfo Marín.
Tan solo la semana pasada, del 9 al 15 de enero se registraron en Zacatecas 28 homicidios dolosos, prácticamente cuatro por día. Y no son cifras inventadas, así lo dice el reporte estadístico diario de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. A ello súmele las alertas de viaje en Estados Unidos y Canadá, más las quejas de los gobernadores de estados vecinos, y prácticamente Zacatecas es el “apestado” en todo el país.
¿A qué grado habrá llegado la situación en la entidad que hasta un presunto asalto a un “altísimo mando” del C-5 se ha manejado con total secrecía? Será que no se pueden olvidar los terribles asesinatos del general José Silvestre Urzúa, comandante de la Guardia Nacional en Zacatecas, o el juez de control Roberto Elías Martínez.
Y mientras la población reportaba la noche de este domingo una balacera en Calzada Solidaridad, la Vocería de la Mesa Estatal de Construcción de Paz permanecía en silencio. Y luego se quejan del “amarillismo” de los medios de comunicación, pero queda claro que tampoco hay voluntad del gobierno para mantener informada a la población.
¿Dónde andaría el gobernador David Monreal que ni siquiera tuvo la atención de asistir a la celebración por el 20 aniversario de la Federación de Clubes Zacatecanos de Fort Worth, Texas? Y eso que los migrantes son “mucho muy importantes” para el “gobierno de la transformación”.
En su lugar, el mandatario envió como representantes a los titulares de la Secretaría de Turismo, Le Roy Barragán, y de Economía, Rodrigo Castañeda Miranda, paradójicamente dos de los sectores más afectados por la violencia en Zacatecas.
Lo “importante” es que en esta visita, a la que también acudieron el secretario del Campo, Jesús Padilla; de Migración, Iván Reyes; y la subsecretaria de Concertación Política y Atención Ciudadana, Julia Olguín, la prioridad de la nueva gobernanza es “realizar dos tianguis ganaderos en Estados Unidos, además de trabajar la remesa productiva y proyectos en diferentes sectores económicos para acercar la política pública de bienestar y progreso a esta comunidad”. ¿Y si mejor garantizaran la seguridad de los migrantes cuando vienen a Zacatecas?
Quisiéramos pensar que ese fue uno de los temas abordados por el gobernador en su reunión con el gabinete la semana pasada (última noticia sobre su paradero), o quizá la conveniencia de cambiar de gabinete luego de los desastrosos resultados en el primer año de gobierno, porque el segundo va corriendo y transcurrido el primer trimestre, no se ve un cambio de brújula. ¿O el cambio prometido es dejar que se hunda el barco y “sálvese quien pueda”?
Obras con retraso
Durante buena parte del 2023 hubo un reclamo frecuente: los dichosos subejercicios, un tema que al menos en la tribuna de la 64 Legislatura la bancada oficial intentaba minimizar alegando que aún no concluía el ejercicio fiscal. Sin embargo, las evidencias documentales muestran que gran parte de los recursos se ejerció “de último momento” al cierre del año.
Pongamos una sola obra como ejemplo. Desde mediados del 2023 se anunció la remodelación del Mercado Morelos, en el municipio de Jalpa. Incluso se había proyectado una inversión superior a los 50 millones de pesos. Pero la realidad fue otra.
Apenas en junio del año pasado se emitió la constancia de compatibilidad urbanística para realizar la intervención al inmueble, pero fue hasta el 25 de noviembre que se dio el fallo a la licitación pública estatal EO-932063953-SOP055-2022, y la obra se adjudicó al Arq. Antonio César Orozco Cerros, por un monto de 25 millones 874 mil 538..63 pesos.
Su propuesta, según el Acta de presentación y apertura de proposiciones, no fue la más económica. De hecho, hubo dos propuestas con un costo inferior: Constructora e Inmobiliaria Dapadi SA de CV, por 25.1 millones de pesos; y Los Álamos Constructora SA de CV, por 25.4 millones. Pero ambas propuestas, junto con un cuarto licitante, fueron desechadas por meros aspectos técnicos.
Casualmente, el ganador de la licitación (cuyo contrato se firmaría el pasado 5 de diciembre) está involucrado en la estafa de la SEDUVOT con un programa federal de vivienda y cuyas denuncias fueron archivadas por la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ).
Además, Orozco Cerros es pariente de Daniel Alberto Orozco Cerros, quien también estuvo involucrado en la estafa de la SEDUVOT, pero en el 2021 fue el ganador de la licitación para “parchar” los uniformes confeccionados durante el último tramo de la administración de Alejandro Tello, para ser entregados (hasta con un año de retraso) en el gobierno de David Monreal.
Si el contrato para la remodelación del Mercado Morelos se firmó desde el 5 de diciembre del año pasado, el arranque de obras apenas este fin de semana (o sea, un mes después) deja en claro el nivel de retraso en las obras. Y esto es solo uno de los muchos ejemplos en el “gobierno de la transformación”.