Si no son las protestas ciudadanas con una legítima exigencia de justicia, son los narcobloqueos, los ponchallantas o las atrocidades en lugares públicos. Total, que la ciudadanía todavía no tiene un solo día en el que pueda salir de su hogar con la tranquilidad de que sea una jornada pacífica y sin inconvenientes que le hagan percibir mayor seguridad en el lugar donde vive.
Pero en lo ocurrido este fin de semana se aprecian dos puntos que, aunque mínimos, parecen un cambio respecto a la inercia de esta administración: por primera vez se informa que después del caos en diferentes carreteras hubo detenciones. Y también por primera vez en el «gobierno de la transformación» un secretario de Seguridad Pública encabeza el despliegue operativo en campo.
Tras nueve horas de bloqueos en carreteras de Fresnillo, Calera, Ojocaliente, Guadalupe, Cuauhtémoc y Trancoso, la Vocería de la Mesa Estatal de Construcción de Paz informó de la liberación de los puntos carreteros afectados por los criminales, así como la detención de cinco personas (tres en Fresnillo y dos en Genaro Codina), el aseguramiento de 10 armas de fuego y cuatro vehículos.
En estos operativos también resultó una persona lesionada y una persona sin vida (al parecer, el chofer de un camión de carga). Pero por mucho que se quiera celebrar el resultado de estas acciones, el reporte diario de seguridad que elabora la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana nos hace dudar.
Tan solo de este domingo se reporta que hubo siete homicidios en Zacatecas. Uno pudo tratarse del chofer del camión de carga que fuera asesinado durante los narcobloqueos. Otros dos pudieron ser los padres acribillados frente a su hijo de dos años al interior de un vehículo sobre el bulevar Héroes Ilustres, en Fresnillo. Y aún nos siguen faltando cuatro homicidios de los cuales la autoridad estatal no informó.
Y mientras el gobernador David Monreal posaba con sonrisa socarrona en los festejos por el 110 aniversario del Ejército Mexicano o entregando tarjetas del programa de diésel agropecuario, las 10 familias afectadas por los bloqueos en carreteras se preguntaban quién les devolvería su patrimonio luego de fueran despojadas de sus vehículos para ser incendiados por los grupos criminales.
Esa incertidumbre es la que hoy mantiene a Zacatecas con los mayores niveles de percepción de inseguridad en el país, percepción que ha impactado en la economía de la entidad y los microempresarios pueden dar cuenta de ello, no quienes dicen representarles como presidentes de cámaras empresariales.
Es la misma incertidumbre que hizo que la Universidad Autónoma de Zacatecas considerara la opción de clases virtuales en algunas unidades académicas para este lunes, lo mismo que la UPIIZ-IPN. Donde guardaron silencio sepulcral, para variar, fue en la Secretaría de Educación.
Los alcaldes tampoco se quedan atrás, pero quien destaca por su indolencia y necedad es el primer edil del Pueblo Mágico de Jerez: Humberto Salazar. Mientras los jerezanos marchaban por la paz en su municipio, para el alcalde la prioridad era reportarse con su otro patrón en el mitin convocado en la Plazuela Miguel Auza y hacer valer su compadrazgo.
Salazar Contreras no solo fue burla nacional por un video (editado o no) en el que se le aprecia cantando narco-corridos. En su necedad, ni ve, ni oye el reclamo de los jerezanos para cancelar la Jerezada, el Carnaval y la Feria de la Primavera.
Porque para él no han bastado las cancelaciones de grupos musicales ya contratados, o que las candidatas a reina se bajaran de la contienda, o que los propios comerciantes jerezanos exijan mayor seguridad antes que el gasto en una fiesta que dejará más pérdidas que ganancias, o el crudo reclamo de familiares de personas desaparecidas y no localizadas, como el caso de Frida.
Para el presidente municipal, la culpa la tiene el Colectivo Nacional Anticorrupción (COLECNA) por lograr de un juez de distrito la suspensión de la Jerezada y oponerse a la reactivación económica del municipio. O la oposición que, dice, ha emprendido una campaña negra en su contra. Pero no es gratutito que ni siquiera el secretario de Seguridad Pública, Arturo Medina Mayoral, meta las manos al fuego por lo que hoy acontece en Jerez.
Tanta insistencia en realizar estas actividades y llevarle la contra al pueblo jerezano más bien hace pensar en el otro patrón de Humberto Salazar, una presunta complicidad entre los gobiernos y los grupos criminales que no es reciente, pero que hoy es nota internacional con el juicio a Genaro García Luna en Estados Unidos. Porque, finalmente, ¿quién financia realmente las campañas electorales?
El fogueo de las «corcholatas»
Muchos se cuestionaron qué casualidad que estos narcobloqueos en carreteras zacatecanas se dieran un día después de la visita de una de las cuatro «corcholatas» presidenciales de MORENA para promover su aspiración a la candidatura en el 2024.
Casualidad o no, el senador Ricardo Monreal se reunió en Palacio de Gobierno con David Monreal y después partió en caminata hacia la Plazuela Miguel Auza, donde daría un discurso sin novedades más allá de la demagogia, espejitos y sueños guajiros: su aspiración a la candidatura presidencial, el anhelo de repetir el monrealazo de 1998 (¿vaticina rupturas?) o la evocación de un campesino que llegó a las grandes ligas (y hoy vende libros a sobreprecio, con costo al erario).
En este fogueo no faltaron los rituales como la foto política, la selfie para cobrar factura llegado el momento, los acarreados, las porras o los mirones. Y en el templete, los dos pilares del senador: su hija Caty Monreal y su hermano Saúl Monreal.
Casi al mismo tiempo, en el domo de la FENAZA, otro grupo de zacatecanos se reunían para conocer de forma virtual a otra «corcholata»: la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Sin novedades respecto a sus otros encuentros virtuales, solo que en esta ocasión fue una transmisión en las 32 entidades para destacar lo que podría ser un «informe de gobierno». Y que próximamente visitará Zacatecas.
De las otras «corcholatas», a ver para cuándo. Pero si analizáramos el perfil de cada aspirante, tendríamos a una Sheinbaum con el respaldo de «la marca» (un voto duro de la militancia de MORENA), un Ricardo Monreal que busca el respaldo popular a la vieja usanza recorriendo el territorio nacional, un Adán Augusto López muy hábil en su discurso pero con poca simpatía, o un Marcelo Ebrard que se mueve más entre las élites. ¿Quién tendría más posibilidades de «ganar la encuesta interna» de MORENA, si es que habrá tal encuesta?
En el fondo, lo importante no es si hubo o no boicot de la secta en la visita de Ricardo Monreal; lo relevante es si la secta continúa coptando las decisiones al interior del «gobierno de la transformación».