Una apuesta muy arriesgada

Con mucha expectativa llegó el anuncio preliminar de lo que será el Festival Cultural Zacatecas en su edición 2023, la máxima fiesta de arte, cultura y tradiciones en la entidad que para este año tendrá una inversión de 25 millones de pesos (menor que en otras ediciones) y con la cual se espera una ocupación hotelera superior al 50%, así como una derrama económica de entre 50 y 80 millones de pesos.

Son cifras muy optimistas las que ofreció el secretario de Turismo, Le Roy Barragán, en la rueda de prensa donde se dio a conocer un primer avance de este Festival, que se realizará del 1 al 15 de abril y cuyo cartel corresponde a un fragmento intervenido de la obra del maestro Antonio Pintor para conmemorar los 30 años de la declaratoria del Centro Histórico de Zacatecas como Patrimonio de la Humanidad.

Y a pesar de la mala imagen que se tiene de Zacatecas derivado de la ola de violencia e inseguridad, el secretario detalló que habrá una intensa gira de promoción del FCZ 2023 en los estados que integran el Pacto por el Turismo en la región Centro-Occidente, así como en el Tianguis Turístico en la Ciudad de México, además de la promoción internacional con el apoyo de la Secretaría de Turismo federal, sin olvidar las alianzas con las cámaras de la industria sin chimeneas, agencias de viajes y federaciones y clubes de migrantes.

En el fondo, la imagen de Zacatecas (o lo que queda de ella) hoy pende de un hilo: el éxito o fracaso del Festival Cultural Zacatecas. Porque se trata de una apuesta arriesgada que podría traducirse en la tan anhelada reactivación económica (que tuvo su primer respiro en el Día del Amor y la Amistad), o terminar por declarar «estado de alerta» y contribuir al declive de la entidad. Porque sí: todavía podemos estar peor.

El programa, cuyo cartel principal de artistas invitados se dará a conocer en la primera semana de marzo, debe ser de tal calidad que el turista se decida a correr el riesgo de venir a Zacatecas con tal de disfrutar de un programa que valga la pena y, si su experiencia es positiva, de boca en boca podría comenzar a cambiar la imagen de la entidad, no con notas periodísticas pagadas para «hablar bien» de Zacatecas.

Enorme reto tienen las autoridades que intervendrán en este magno evento, empezando por María de Jesús Muñoz Reyes, directora del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC), quien dio a conocer que para esta edición participaron al menos 171 propuestas en las convocatorias de Artes Escénicas y Producciones, de las cuales fueron seleccionadas 68, a las que se sumarán las obras de la convocatoria para la Expo Municipios. En total, 75% del programa de actividades serán propuestas locales. Falta conocer el otro 25% del que pende un hilo la imagen de Zacatecas.

No es menor el reto que enfrentará el secretario de Seguridad Pública, Arturo Medina Mayoral, quien aseguró que se blindará completamente el Centro Histórico de la Capital, por ser el escenario de las principales actividades de este Festival, además de reforzar la vigilancia en todas las carreteras de acceso a la entidad y en las UNIRSE.

Aquí es pertinente preguntarse: ¿cuánto tiempo durará el voto de confianza en el nuevo secretario de Seguridad? Porque en el corto plazo, aunque poco, se advierte una ligera reducción en la indicencia de homicidios dolosos. Tan solo en los primeros 15 días de febrero (lapso que Medina Mayoral lleva en el cargo) ya se contabilizan 63 casos, según el reporte diario de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, mientras que en todo el mes de enero se registraron 145.

Sin embargo, en apenas 15 días que lleva en el cargo, el secretario de Seguridad ya tuvo su primera baja importante: el subinspector Manuel de Jesús Chávez Reyes, exdirector de la Policía Estatal Preventiva. Y continúan las fichas de búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas (cuando sus familiares tienen la suerte de lograr que se emita una ficha de búsqueda).

No es gratutio que durante la rueda de prensa para anunciar el Festival Cultural Zacatecas 2023, los medios de comunicación se concentraran en cuestionar sobre la situación en el municipio de Jerez, cuyo alcalde Humberto Salazar sigue aferrado a realizar el Carnaval, la Jerezada y la Feria de la Primavera, pero que ya fue increpado en un acto público por la madre de Frida Sofía Murillo Raygoza, desaparecida desde el 11 de febrero, para reprochar la falta de acción de las autoridades para dar con el paradero de su hija.

Ante esta situación, Le Roy Barragán se deslindó y dejó el asunto de las festividades en manos del alcalde, mientras Arturo Medina señaló que están para apoyar, según lo requieran los municipios. Como quien dice, no meten las manos al fuego por Humberto Salazar, mucho menos cuando la madrugada de este miércoles se reportó un intento de prenderle fuego a la puerta de la presidencia municipal y horas antes fue localizado el cuerpo sin vida de un hombre con signos de tortura.

Una vez más, queda en el aire la pregunta: ¿hasta cuándo el beneficio de la duda en materia de seguridad?

Menos impuestos por inseguridad

A propósito del tema, en el Senado de la República la zacatecana Claudia Anaya presentó una propuesta para deducir impuestos a quienes inviertan en medidas de protección para la seguridad en sus hogares o empresas, un incentivo que impactaría directamente en las localidades con mayor percepción de inseguridad, como Fresnillo y Zacatecas, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).

Según esta iniciativa, con este tipo de gastos se podría deducir hasta el 7% del costo para personas físicas y del 10% para personas morales. En el caso de empresas con ganancias anuales menores a 3 millones de pesos, la deducción llegaría al 5% de sus gastos; si tienen ingresos superiores a los 10 millones de pesos al año, el beneficio sería del 3%, y si llegan los 21 millones en ganancias al año, la deducción sería del 1 por ciento. Por encima de estos ingresos no habría incentivo.

El tema no es cosa menor, pues según la última Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), en el 2021 el costo total a consecuencia de la inseguridad y el delito en hogares representó un monto de 4 mil 535.2 millones de pesos en el estado de Zacatecas, mientras el gasto estimado en medidas preventivas en los hogares ascendió a 1 mil 794.7 millones de pesos.

Como quien dice: si el gobierno no otorga seguridad, que te la pague.