División de poderes

Luego de un primer año atropellado en el que prevaleció la improductividad y la rispidez entre los grupos parlamentarios, el segundo año constitucional en la 64 Legislatura parecía prometedor con el cambio en la balanza de las fuerzas políticas, una vez que la «oposición» se conformó como mayoría en el pleno.

Y aunque este segundo año no ha estado exento de fricciones entre bancadas (incluso aliadas), ciertamente ha habido menos trabas para que fluya el trabajo legislativo y los acuerdos parlamentarios.

Con el arranque del segundo periodo ordinario de este segundo año constitucional, la 64 Legislatura envía un mensaje interesante con la renovación de los órganos de gobierno. Frente a los intereses externos, hoy deja en claro que en el Poder Legislativo se puede aspirar a la autonomía.

Por supuesto, la secta no dejará de ser la secta. En una de las tres sesiones de este miércoles, los diputados Imelda Mauricio, Maribel Galván, José Luis Figueroa, Armando Delgadillo, Zulema Santacruz, Nieves Medellín, Roxana Muñoz, Analí Infante y Violeta Cerrillo votaron en contra de designar al emecista Enrique Laviada como presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO).

No hacía falta explicar el sentido de su voto. Laviada Cirerol, desde el inicio de la 64 Legislatura, pasó de pertenecer a MORENA a las filas de Movimiento Ciudadano, en una ruptura con un grupo que hoy no toma decisiones, sino que sigue instrucciones de intereses externos al Poder Legislativo y el diputado emecista ha cuestionado una y otra vez este intento de intervencionismo en un poder «autónomo».

Además, desde septiembre de 2021 hemos sido testigos de las fricciones más acuciadas entre Enrique Laviada y el diputado morenista Ernesto González Romo, fricciones que al menos este miércoles quedaron en pausa.

Para justificar su voto a favor de la designación, el diputado Ernesto González Romo aseguró que al Poder Legislativo «le falta concordia y generosidad, le hace falta que nos dejemos de pleitos estériles, que dejemos de pelearnos por órganos de gobierno y empecemos a debatir sobre asuntos de relevancia«, una postura a la que se sumó la diputada Georgia Fernanda Miranda.

Lo cierto es que Enrique Laviada presidirá de aquí a septiembre el órgano responsable de los acuerdos políticos al interior del Poder Legislativo, pero también con el Ejecutivo y el Judicial. Eso obligará a que el gobernador David Monreal, el «gobierno de la transformación» y la secta tengan que ceder en temas coyunturales, considerando que el oficialismo tampoco tiene mayoría en la 64 Legislatura. El Ejecutivo tendrá que cambiar su estrategia y abrirse al diálogo, la conciliación y el acuerdo.

En la misma sesión, no fue sorpresa la designación de la petista Ana Luisa del Muro al frente del Órgano de Administración y Finanzas. Era una posición que desde el inicio de la actual Legislatura venían peleando, pese al interés que tenía la bancada del PAN.

Sin embargo, mucha tensión hubo en el recinto legislativo para la designación de las mesas directivas de los bimestres marzo-abril y mayo-junio. Hasta la noche del martes, aún no se generaban consensos sobre a qué grupo parlamentario y a qué diputado en específico habría que concederle la presidencia.

Antes de arrancar con los trabajos del segundo periodo ordinario, la bancada de MORENA ya había tomado una decisión: se abstendría de participar en la votación. Y así fue, al menos para la mayoría. En la elección de las mesas directivas solo participaron los diputados Ernesto González, Armando Delgadillo y Violeta Cerrillo.

Finalmente, el diputado priísta José Juan Estrada presidirá la Mesa Directiva en el bimestre marzo-abril, mientras la diputada aliancista Martha Elena Rodríguez hará lo propio en mayo y junio.

Pero no todo parece miel sobre hojuelas. Aunque Estrada Hernández será el primer diputado migrante en ocupar la presidencia de la Mesa Directiva en toda la historia del Poder Legislativo (hasta donde se sabe), no parecía muy contento con la decisión tomada por sus homólogos.

Y es que mal tino tuvo la mayoría que votó a su favor cuando en el mes en el que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, uno de los principales órganos de gobierno sea presidido por un hombre, más cuando se espera que durante este mes sea discutida en el pleno la iniciativa ciudadana para la despenalización del aborto. Como quien dice, se sacó la rifa del tigre.

En medio de todo esto, lo que más se aprecia en la 64 Legislatura es que el bloque oficial comienza a dividirse entre la secta del bienestar y la secta ricardista. Eso podría derivar en mayor debilitamiento para el «gobierno de la transformación» y para el propio gobernador David Monreal. ¿Hasta dónde resistirá el oficialismo?

Sí a la revocación de mandato

Mucha expectativa generó la decisión que tomarían los Cabildos de los 58 Ayuntamientos respecto a las minutas relativas a la revocación de mandato y a la reducción de magistraturas electorales. Y en la sesión de este miércoles se dio lectura al informe final sobre la votación.

En ambos casos, solo los Cabildos de 14 ayuntamientos se pronunciaron en tiempo y forma. Para la revocación de mandato, votaron a favor de la minuta los municipios de Atolinga, Cuauhtémoc, Genaro Codina, Francisco R. Murguía, Guadalupe, Jerez, Jiménez del Teul, Mezquital del Oro, Morelos, Nochistlán, Ojocaliente, Villanueva y Zacatecas. Únicamente rechazó la minuta el Cabildo de Trancoso.

Para el caso de la reducción de magistraturas, votaron a favor de la minuta los Cabildos de Atolinga, Calera, Francisco R. Murguía, Jerez, Jiménez del Teul, Mezquital del Oro, Morelos, Nochistlán, Ojocaliente, Villanueva y Zacatecas. En contra se pronunciaron los Cabildos de Genaro Codina, Guadalupe y Trancoso.

Lo anterior demuestra el poco interés de los Ayuntamientos por ser partícipes de cambios estructurales en la vida democrática y política del estado, pues al no haberse pronunciado en tiempo y forma sobre ambas minutas, estas fueron aprobadas por «afirmativa ficta».

Este paso, sin embargo, no es suficiente para llevarlos a la práctica. Primero, el Ejecutivo tendría que publicar los decretos respectivos en el Periódico Oficial y ahí es donde se verá la congruencia del «gobierno de la transformación» o si se inclinará por el veto de los decretos.

Por una parte, recuérdese que el propio gobernador David Monreal ya había sido promotor de esta figura cuando fue legislador federal y ya como mandatario estatal celebró la decisión del Poder Legislativo al aprobar la reforma constitucional correspondiente. Pero incluso si se publicara el decreto, aún quedaría pendiente la reglamentación de esta figura.

Por otra parte, una de las banderas de la Cuarta Transformación es la «austeridad republicana» que ha extendido a los Poderes Legislativo y Judicial, incluyendo a organismos autónomos. Y eso implica la reducción de posiciones de primer nivel que representan un fuerte gasto para las instituciones, como es el caso de los tribunales electorales.

El problema en este caso es que el TRIJEZ no solo pasaría de cinco a solo tres magistrados, sino que está de por medio una convocatoria ya emitida por el Senado para elegir a los magistrados faltantes en Zacatecas. De no publicar el decreto correspondiente, se mantendrían los cinco magistrados que actualmente debería tener el tribunal electoral y eso impactaría directamente en las elecciones del 2024. ¡Vaya lío!

INAI ya está completo

Tras un año de espera, por fin el Senado eligió a Ana Yadira Alarcón Márquez y Rafael Luna Alviso como nuevos comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) por un periodo de siete años.

Como se recordará, el INAI estaba en vilo por esta demora en el Senado debido a que el pleno debería estar integrado por siete comisionados, pero en el último año solo hubo cinco.

Y aunque el senador Ricardo Monreal fue uno de los principales actores en generar los consensos para destrabar la elección, no hay que dejar de reconocer la intervención de los comisionados del INAI que se mantuvieron firmes en su insistencia, especialmente la zacatecana Norma Julieta del Río Venegas, quizá la principal artífice de que este tema pudiera llegar a buen puerto. Como quien dice, tenemos transparencia para rato.