Desde el sexenio de Amalia García Medina se había planteado el proyecto de un segundo piso o un viaducto elevado para mejorar la circulación vehicular en la principal arteria de la zona Zacatecas-Guadalupe: el bulevar Eje Metropolitano.
En aquel entonces se consultó con múltiples expertos, incluyendo organismos internacionales como ICOMOS, y desde entonces se determinó que un proyecto de esa naturaleza no era factible sobre todo porque implicaría poner en riesgo la declaratoria como Patrimonio Mundial para Zacatecas.
Y aunque sigue siendo una realidad que la principal vialidad hoy se ve rebasada por el flujo vehicular cada vez más creciente, los gobiernos poco han hecho para desarrollar vías alternas más allá de la poca usada vialidad Manuel Felguérez, que ya de por sí tiene errores en su diseño y muchos más en su mantenimiento.
Pues hoy el «gobierno de la transformación» ha dicho que ese proyecto va, porque va. O al menos eso dan a entender en el Suplemento del Periódico Oficial de este miércoles 28 de junio, en el que se publicó el Decreto que establece las Bases para la Constitución de un Fideicomiso Irrevocable de Administración, Inversión y Fuente de Pago para la Ejecución del Proyecto “Viaducto Elevado Boulevard Adolfo López Mateos y Calzada Héroes de Chapultepec”. Sí, otro fideicomiso, de esos que tanto ha condenado la 4T.
Según la justificación del proyecto, consideran necesario «que el Gobierno del Estado de Zacatecas lleve a cabo el Proyecto denominado ‘Viaducto Elevado Boulevard Adolfo López Mateos y Calzada Héroes de Chapultepec’ con una longitud total de 3.34 kilómetros para que los vehículos de largo itinerario que no tienen como destino el centro de la ciudad de Zacatecas, crucen de manera continua y rápida a través de la misma«.
Y para realizar dicho proyecto, considerado por el «gobierno de la transformación» como una acción prioritaria del estado, se plantea la constitutción de este fideicomiso para estar en condiciones de celebrar la contratación de obra pública plurianual y en el que se contempla la participación de la Secretaría de Finanzas y la Secretaría de Obras Públicas.
Interesante resulta la integración de este fideicomiso, que no solo incluiría ingresos propios del estado, recursos federales gestionados ex profeso, la contratación de financiamientos que se requieran, así como productos o rendimientos productos de las inversiones realizadas.
También se plantea que este fideicomiso se alimente de los recursos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF), el mismo por el cual en sesión de este jueves la 64 Legislatura aprobó un punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo estatal a que utilice recursos del FAFEF en el rescate financiero del Issstezac. Pero prioridades son prioridades.
Y no sólo eso, además se contempla que este fideicomiso se nutra de los recursos asignados al Fondo de Inversión Pública Productiva del Estado de Zacatecas que se establezcan en los presupuestos de egresos para el estado.
En este caso, según las Notas a los Estados Financieros que publica la Secretaría de Finanzas, al 31 de marzo de este año dicho Fondo de Inversión arrojaba un saldo de 1 mil 398 millones 157 mil pesos, incluyendo 22 millones 174 mil 986.90 pesos en rendimientos. Eso nos da una idea de la inversión que requeriría la construcción de este «viaducto elevado».
Mientras en la Secretaría de Finanzas recaería la responsabilidad como fideicomitente, únicamente para suscribir el contrato del Fideicomiso (que no tendría estructura orgánica, a diferencia del Fideicomiso Zacatecas), la Secretaría de Obras Públicas tendría la responsabilidad de celebrar los contratos para la ejecución del proyecto. Y ya sabemos de la asignación selectiva que beneficia a las cuotas y cuates.
A ver si el proyecto no encuentra trabas como ya surgieron con la vialidad El Orito, pues ya hace unas semanas se habían pronunciado en contra diversos especialistas (incluyendo ICOMOS) y actualmente existe una normatividad en materia de protección y conservación del Patrimonio Cultural de Zacatecas. El escenario puede preverse: el «gobierno de la transformación» no se ha caracterizado por la transparencia y pulcritud en sus acciones.
Se acabó el dinero en el IEEZ
Pues sí, resulta que en sesión ordinaria del Consejo General del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), el consejero presidente Manuel Frausto Ruedas advirtió que no hay recursos para cubrir el gasto operativo del segundo semestre de este año.
Y atribuyó este problema a que la 64 Legislatura les aprobó un presupuesto 53% menor a lo proyectado por el Instituto, que los dejó únicamente con 139.6 millones de pesos para este ejercicio fiscal.
Como se recordará, en la discusión del Presupuesto de Egresos 2023, ante el pleno legislativo se argumentó que el IEEZ tendría un recorte debido a la aprobación de una reforma para recorrer el calendario electoral, por lo que según los cálculos de algunos diputados, el Instituto no requería de presupuesto adicional para el proceso local 2023-2024. Sin embargo, en sus cálculos no consideraron las actividades preparatorias que son previas al inicio formal de cada proceso electoral.
En contraparte, tampoco es que en el IEEZ se hayan apretado el cinturón de la «austeridad republicana» y es sabido que algunas contrataciones presuntamente sustentadas en los preparativos del próximo proceso electoral atendieron más bien a caprichos de algunos consejeros, sin que las personas contratadas reunieran el perfil. Ya nada más faltaría que también se sumaran a las quejas contra el Tribunal Laboral por laudos derivados de despidos injustificados.
Tampoco hay que olvidar que a partir de este 1 de julio ya habrá dos nuevos partidos políticos (Revolución Popular Zacatecas y Movimiento Autónomo Zacatecas) que legalmente estarían en condiciones de acceder a las llamadas prerrogativas, lo que implicará un reajuste para los montos asignados a los demás partidos políticos, pero también generarán un desbalance presupuestal en las finanzas del IEEZ.
La democracia sale cara, pero también sale cara la corrupción. Lo importante es que ¡ya ganamos! y que habrá «viaducto elevado» en la tierra del «bienestar y progreso».
Concluye etapa «productiva» en la Legislatura
Este viernes la 64 Legislatura llega a la conclusión de su segundo año constitucional y, como quien dice, a nuestros diputados se les acabó el tiempo para ser «productivos» y demostrar por qué pueden aspirar a una reelección o saltar a otro cargo de representación popular.
Este segundo año estuvo más caracterizado por el reacomodo de fuerzas políticas donde la oposición mantuvo una relativa mayoría en el pleno, pese a que no supiera cómo ejercerla.
No podemos omitir el espectáculo de la llamada glosa del primer informe de gobierno, que se convirtió en tribuna para hacer cartitas de peticiones al «gobierno de la transformación», sin olvidar las comparecencias de funcionarias fantasma que hoy enfrenan un juicio político suspendido por un amparo.
Más recientemente, la 64 Legislatura pasó a la historia por el caso de desafuero a Julio César «N» que puso en evidencia la obsolescencia de la normatividad local, pero tampoco se quedan atrás las omisiones para investigar y sancionar la llamada «estafa legislativa».
Y todo indica que ahí viene un nuevo escándalo por los recientes manejos del Órgano de Administración y Finanzas, que este año habría llegado a facturar hasta más de 100 mil pesos en un solo mes en borracheras. Lo de «servicios de jardinería» para las enooormes áreas verdes del recinto legislativo ya es una minucia.
Lo importante es que en la 64 Legislatura hay «austeridad republicana»… o al menos para 27 diputados. ¡Qué cosas!