La suerte del Sistema Estatal DIF que hoy dice encabezar Víctor Humberto de la Torre Delgado ha sido muy distinta a la que viven otros organismos públicos descentralizados a los que han dejado sin recursos del Capítulo 4000 para operar sus programas de atención a la población, sobre todo la más vulnerable, en necesidades específicas.
No quisiéramos pensar que esta situación se debe a que la presidenta honorífica del SEDIF es la esposa del gobernador David Monreal: Sara Hernández, quien de hecho se ha distinguido por el contacto permanente con la población y por mucho supera en su trabajo diario a varios integrantes del gabinete del «gobierno de la transformación».
Más bien da mucho qué pensar la secta a la que pertenece el director general del SEDIF, quien ya se había desempeñado al interior de la Delegación de Programas para el Desarrollo y en la Delegación del ISSSTE en Zacatecas antes de la llegada del actual subdelegado administrativo Salvador Estrada.
Tampoco hay que olvidar la reciente polémica ante acusaciones de alcaldes de varios municipios por la presunta intromisión de Servidores de la Nación en el programa de asistencia alimentaria que opera el SEDIF, un tema en el que la secretaria de la Función Pública, Humbelina Elizabeth López Loera, no ha dicho ni pío.
Por eso no resultan raros los criterios dispuestos en los «Lineamientos para el programa Entrega de Apoyos a la Población Vulnerable (Grupos de Atención Prioritaria)», publicados en el Suplemento del Periódico Oficial el pasado 17 de junio, aunque estos fueron firmados desde el 1 de junio por el director Víctor Humberto de la Torre Delgado.
De acuerdo con estos lineamientos, el SEDIF podrá entregar apoyos en tres vertientes: en especie, económicos e invernales. Y en algunos casos, los beneficiarios podrán recibir dos o más apoyos.
En la primera vertiente, por ejemplo, se podrán entregar despensas (apoyo alimentario), fórmula láctea y pañales; aparatos funcionales; auxiliares auditivos, prótesis y órtesis; lentes; bicicletas; así como kits en eventos «Transformando valores» (kit de limpieza, bolsas ecológicas, ánforas, gorras, loncheras, entre otros).
En este caso, según los lineamientos, se podrán entregar dos o más apoyos en el ejercicio fiscal al mismo beneficiario, «sólo con la autorización escrita de la Dirección General y derivado de las particularidades de la situación del o la solicitante con la revaloración del área de trabajo social de la Subdirección de Gestión Social y Atención Ciudadana«.
Lo más interesante viene en los apoyos correspondientes a la segunda vertiente, sobre la entrega de apoyos económicos, pues aunque en la mayoría de los casos se trata de apoyos por única ocasión, no dejan de llamar la atención los montos dipuestos para cada concepto y que abarcarían desde los apoyos derivados de solicitudes, los correspondientes a la post pandemia COVID-19, para la prevención del trabajo infantil, para la prevención de la migración infantil no acompañada, así como estímulos a orientadores de los Centros de Asistencia Infantil Comunitarios (CAIC).
Según los mismos lineamientos, estos apoyos están dirigidos a grupos de atención prioritaria como niñas, niños y adolescentes estudiando y en riesgo de trabajar; menores de 18 años que han sido repatriados o viven en riesgos asociados a la migración infantil no acompañada (se consideran factores como la presencia de familiares en Estados Unidos y la tradición migratoria en su comunidad); así como orientadores de los CAIC.
Se trataría de apoyos no sujetos a demanda ni abiertos a la población general. El problema es que dichos apoyos para grupos de atención prioritaria son de risa loca en comparación con los montos para los apoyos que se entregan a la población general.
Por ejemplo, en el caso de gastos médicos o para la compra de medicamentos, el SEDIF podrá otorgar hasta 10 mil pesos a los beneficiarios por única ocasión; para gastos funerarios, hasta 9 mil pesos; para pago de pasajes, hasta 5 mil pesos; para pago de servicios como el agua o la luz, hasta 3 mil pesos; y para eventos sociales, culturales o deportivos, hasta 10 mil pesos.
Menor suerte correrán quienes soliciten un apoyo económico en las giras o eventos del SEDIF, pues el máximo que se les podría autorizar es de 1 mil 999 pesos y por única ocasión.
Estos montos contrastan con los apoyos económicos post pandemia COVID-19, que serían hasta por un máximo de 400 pesos mensuales, con entregas cuatrimestrales de 1 mil 600 pesos en un plazo máximo de 12 meses.
Peor suerte corren los menores en riesgo de trabajo infantil, pues los apoyos que podrían recibir del SEDIF se limitan a una entrega de 1 mil 600 pesos al año, por única ocasión. Ahí está la respuesta al exhorto que aprobaran recientemente, y por unanimidad, los diputados de la 64 Legislatura para implementar un programa de atención a limpiaparabrisas en los cruceros de la zona conurbada.
Y si se trata de prevención de la migración infantil no acompañada, los apoyos serían de 400 pesos mensuales en un periodo de hasta un año. Es decir, poco más de 23 dólares por mes, según el tipo de cambio. ¿De verdad impactará este apoyo?
Y si hablamos de los estímulos a orientadores de los CAIC, éstos se dividen en tres vertientes: 800 pesos mensuales, con entregas semestrales; 2 mil 599 pesos anuales (por única ocasión); y los correspondientes a la antigüedad y desempeño, que van desde 1 mil hasta 15 mil pesos, según los años de antigüedad.
Por último, los apoyos invernales se entregarán en un esquema peso a peso en convenio con los municipios, tal como el escándalo de las despensas del malestar, y consistirán en la entrega de cobijas, bolos, juguetes y los demás que determine el SEDIF.
Como quien dice, para el SEDIF los grupos de atención prioritaria no son tan prioritarios, pues los menores en riesgo de trabajo infantil o de migración infantil no acompañada recibirían menor apoyo que las solicitudes para eventos sociales, culturales o deportivos.
O sea que tendrían prioridad una reliquia a tal o cual santo o virgen, coronaciones, graduaciones y demás, por encima de menores en condiciones de vulnerabilidad. Y solo basta una solicitud dirigida al gobernador David Monreal, más un estudio socioeconómico (mero trámite), para acceder a estos beneficios del SEDIF, que vaya usted a saber si transparentará adecuadamente sus padrones de beneficiarios. ¡Así los criterios del «gobierno de la transformación» en la tierra del «bienestar y progreso»!
Saludos don Heráclio