Rechifla a David Monreal

En 22 meses que van del «gobierno de la transformación», el gobernador David Monreal no ha podido remontar de los últimos lugares en aprobación a su gestión. Y por mucho que se pretenda desestimar las benditas encuestas, baste recordar que su triunfo en las urnas en el 2021 se sustentó en gran parte en encabezar las preferencias electorales en dichas mediciones.

Este enorme rechazo a su gestión, hay que decirlo, no es algo fortuito ni mucho menos. Es producto de una administración sin pies ni cabeza, en un bodrio que intenta emular el discurso presidencial, pero se queda corto.

Pocos, escasos, contados con los dedos de una mano, son los perfiles que calladitos se han dedicado a hacer su trabajo y entregar resultados. Son aquellos que han cumplido con una verdadera vocación de servicio, porque no está entre sus prioridades aspirar a un cargo de elección popular, como ocurre con el resto del «gabinete de la transformación».

Sin embargo, en la desnudez del emperador David Monreal empiezan a ser cada vez más frecuentes las fracturas en su equipo, lo que ha ameritado sendos jalones de orejas en privadas reuniones de gabinete donde, según ha trascendido, hay a quienes ya habrían leído la cartilla.

Pero a casi nada de lo que será el segundo Informe de Gobierno, poco, muy poco, casi nada hay que informar. De hecho, se espera que solo sea un mar de buenas intenciones, más allá de las acciones que ha impuesto la secta.

El problema es que los yerros del gobierno que dice encabezar David Monreal ya afectan a la marca familiar, y es un tema que ya escala a otros niveles. Así se percibió durante el evento con motivo de los cinco años del triunfo de la 4T en el Zócalo capitalino.

De los gobernadores y funcionarios de gabinete que estuvieron en el presídium junto al presidente Andrés Manuel López Obrador, únicamente David Monreal recibió tremenda rechifla en lugar de aplausos y porras, o al menos esta rechifla superó por miles a las porras de la secta.

A qué grado habrá llegado este rechazo que en medio de las rechiflas, se vio a la «corcholata» de Ricardo Monreal hacerse chiquito, chiquito, chiquito, en el espacio designado junto a otros presidenciables como Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Marcelo Ebrard, Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña.

Y es que David Monreal, hoy por hoy, es nada sin el apoyo de la secta, esa que llegó con filas de acarreados del bienestar al festejo en el Zócalo capitalino y que aspiran a estar en la boleta en el 2024, considerando que coptaron el Comité Estatal de MORENA y pretenden repetir la operación del 2021.

No obstante, no todo será miel sobre hojuelas, pues resulta bien raro que según Massive Caller, aunque MORENA va ganando las preferencias en el municipio de Guadalupe, los guadalupenses no quieren a las opciones de la secta, pues preferirían otras opciones antes que votar por José Saldívar Alcalde, actual presidente municipal suplente; o Violeta Cerrillo, o Sergio Casas, incluso Roxana Muñoz. ¿En algo habrá influido el impacto del morenista y hoy prófugo de la justicia Julio César «N»?

Porque una cosa es cierta: Ricardo Monreal no ha tenido el mismo respaldo en su tierra que el resto de las «corcholatas», y esto podrá verse con mayor claridad el próximo viernes 7 de julio, cuando se prevé la visita de Claudia Sheinbaum, ahora sí de manera presencial, en una asamblea informativa en el domo de la FENAZA.

A la «corcholata favorita», dicen, ya le preparan un boicot que probablemente se vea superado por el respaldo a la exjefa del Gobierno de la CDMX, donde no faltarán los acomedidos que se quieran colgar medallitas de un trabajo que más bien han realizado los históricos de MORENA, como Luis Medina Lizalde, Fernando Arteaga o Ulises Mejía.

Tampoco es secreto que desde el «gobierno de la transformación» hay quienes ya se organizan para mostrar su respaldo a Sheinbaum Pardo durante su visita a Zacatecas, muy a pesar de la secta y sus vendettas. Por lo pronto, será una semana interesante para la política local.

Ya salió el peine de magistraturas

Si algo ha caracterizado a la diputada Priscila Benítez es que no tiene pelos en la lengua cuando se trata de hablar de la secta. Y tan bien conoce su estructura (y el trasfondo de sus decisiones) que rara vez se duda de sus acusaciones.

Por eso no resultó raro que el pasado viernes, durante la última sesión ordinaria del segundo año constitucional en la 64 Legislatura, la diputada pusiera nombre y apellido a la intentona de dar marcha atrás a una reforma a la Ley Orgánica y al Reglamento del Poder Legislativo en materia de paridad de género en las magistraturas del Poder Judicial.

Según esta reforma, el Poder Legislativo podrá desechar las ternas en caso de que en la designación de magistraturas del TSJEZ, las ternas no cumplan con los requisitos de elegibiolidad, o cuando se vulnere el principio de paridad de género en la integración del Pleno.

Como se recordará, con la designación del magistrado Virgilio Rivera se dio un paso atrás en este principio de paridad, por lo que esta reforma únicamente pretende garantizar que al menos las próximas dos magistraturas sean designadas para mujeres.

Y aunque la medida va acorde con las exigencias de mayor participación política de las mujeres, no faltó quien recurriera a argucias legales y argumentos rebuscados para ir en contra del dictamen, como la diputada Violeta Cerrillo, quien alegó que solo se trataba de un fraude a la ley y apelaba a impulsar primero una reforma constitucional en la materia.

Al solicitar que el dictamen fuera regresado a comisiones, Cerrilllo Ortiz incluso se atrevió a insinuar que con esta reforma se limita a las mujeres a sólo ocupar la mitad de las magistraturas en el pleno del TSJEZ. ¿Entonces por qué votaría por un hombre cuando la magistratura de Virgilio Rivera correspondía a una mujer, según el principio constitucional de paridad?

Ah, es que la reforma aprobada el pasado viernes con 20 votos a favor y 4 en contra no solo impacta en garantizar este principio de paridad. Porque en palabras de la diputada Priscila Benítez, la secta pretende impulsar la elección del Ángel de la Muerte (y lo dijo con nombre y apellido) como próximo magistrado del Poder Judicial, lo que además de darle al traste al principio de paridad, sería un nuevo intento de la secta por intervenir en las decisiones del único Poder que se ha mantenido autónomo en Zacatecas.

A tal grado habría llegado esta intentona de dar marcha atrás a la reforma, que según la diptuada Priscila Benítez, el propio Ángel de la Muerte habría llamado a los legisladores durante la sesión en la que se discutía el dictamen e incluso habría desayunado con algunos de ellos, en un último intento por evitar el candado de la paridad.

Lo anterior explicaría por qué el diputado Ernesto González Romo habría votado en abstención en lo general y en lo particular, pues al ser pupilo de la senadora Soledad Luévano, por supuesto que tiene clara su posición respecto al Ángel de la Muerte.

Ahora bien, si se trata de privilegiar una reforma constitucional en esta materia, hay que recordar que ya existe un dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales que precisamente complementa la reforma recién aprobada, por lo que según los argumentos de la secta, no habría impedimento para que este dictamen de reforma constitucional reuniera la mayoría calificada, a menos que su discurso a favor de las mujeres solo haya sido de dientes para afuera y, de una vez por todas, se quitaran las máscara para pronunciarse a favor de la aspiración del Ángel de la Muerte.

Tampoco hay que cantar victoria, pues aún corre el plazo para que el Ejecutivo pudiera objetar la publicación del decreto correspondiente (el llamado «veto de bolsillo»). Sin embargo, esta decisión no sólo dejaría en claro que el «gobierno de la transformación» está en contra de las mujeres; también confirmaría la sospecha sobre las aspiraciones del Ángel de la Muerte.

En todo caso, de aprobarse la reforma constitucional ya dictaminada, no habría mayor pretexto para que el Ejecutivo publicara los decretos correspondientes y demostrar en los hechos que hay verdadero compromiso con la paridad. Es cuanto.