Una frase tan llevada y traída por la nueva gobernanza y sus secuaces de la secta ha sido: «el campo es solución y no problema». Y no se cansan de hablar de las bondades del campo zacatecano y su producción en diversos insumos que se colocan entre los principales en el país.
Y aunque en la Secretaría del Campo que hoy encabeza Jesús Padilla (no se olvida que en su gestión como diputado estuvo involucrado en la llamada «Estafa Legislativa») han ejercido su presupuesto más o menos en tiempo y forma, la entrega de tractores (en abonos chiquitos o en una rifa), la construcción de bordos de abrevadero o el reparto de sementales no han sido suficiente apoyo para el sector del que todos comemos.
Sobra decir que desde el fallido Crédito Ganadero a la Palabra que entonces ejecutaba David Monreal como coordinador nacional de Ganadería, Zacatecas no ha podido recuperar su estatus zoosanitario y muchos aún recuerdan la entrega de cabezas flacas, enfermas, casi casi con el puro pellejo.
Pero el sector ganadero no ha sido el único en padecer los estragos de quien hoy dice ser gobernador. También los agricultores han visto las de Caín y no han sido una o dos las manifestaciones en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe exigiendo voltear a ver la realidad que hoy enfrentan.
A los altísimos costos de la energía eléctrica que son impagables para la mayoría de los campesinos, y que han llevado a la toma de instalaciones de la CFE, hoy se suma el problema de la sequía extrema y la falta de apoyos emergentes del gobierno federal y estatal para paliar sus efectos.
Y no es que no exista el recurso. De hecho, según los últimos informes financieros de la Secretaría de Finanzas, con corte al 30 de junio, el Fondo de Fomento Agropecuario del Estado de Zacatecas tenía un saldo de 31.8 millones de pesos. Y la cuenta bancaria seguía engrosándose desde el primer trimestre del año. No así el Fondo de Apoyo Especial a la Inversión del Frijol (principal leguminosa que produce Zacatecas), que apenas arrojaba un saldo de casi 25 mil pesos (no se ría, que es en serio).
¿Entonces por qué las quejas? Quizá porque el recurso no fluye, por la tardía publicación de las reglas de operación y lineamientos de los programas de apoyo al campo, por las licitaciones apresuradas (cuando las hay), y en última instancia, la demora en la entrega de los insumos para salvar el ciclo agrícola.
El claro ejemplo está en el programa federal de fertilizantes «para el bienestar», del que apenas este lunes se informó que la meta es beneficiar a 2 millones de productores en el país a través de los 863 Centros de Distribución Agricultura-Segalmex (Cedas).
Y aunque a nivel nacional ya se tiene un 80% de avance en el suministro de fertilizantes, en Zacatecas ya no ven lo duro sino lo tupido cuando, de los 35 centros asignados, a la fecha apenas se han instalado 21 y no en todos se ha comenzado con la distribución de insumos.
Por eso no es gratuito que hoy los productores de la zona norte del estado, principal productora de frijol, alcen la voz en contra de la delegada de Programas para el Desarrollo, Verónica Díaz Robles, a quien acusan de seguir reteniendo este programa y otros más para el campo.
De nada han servido los puntos de acuerdo emitidos en lo que va del año por la 64 Legislatura (en voz de los diputados Lupe Correa, Gerardo Pinedo o Manolo Gallardo) para hacer llamados a la Federación y que atienda estos reclamos.
Tampoco las conferencias en el Congreso de la Unión por nuestros representantes federales, como el diputado federal Miguel Torres o el senador José Narro, porque simple y llanamente los apoyos no fluyen, lo que ha llevado a que Zacatecas se quede rezagado frente a otras entidades, con la preocupación inminente por el escenario de sequía que hoy enfrenta la entidad, que amenaza con mayores pérdidas al ya de por sí castigado campo zacatecano.
Y como prometer no empobrece, el senador José Narro cumplirá este jueves con la promesa de llevar a Fresnillo y Sombrerete a una de las «corcholatas» más cercanas al presidente Andrés Manuel López Obrador: el exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López, para que los campesinos puedan exponer sus reclamos y que estos sean llevados a Palacio Nacional para que de una vez por todas tomen cartas en el asunto y que el «bienestar y progreso» no sea sólo para unos cuantos.
Una más en contra de quien dicen que todavía aspira (porque suspira) a la candidatura al Senado en el 2024…
Ultimátum al periódico Imagen
Desde antes de que concluyera el segundo periodo ordinario de sesiones del segundo año constitucional en la 64 Legislatura, el diputado Ernesto González Romo había presentado una iniciativa por la que, entre otras disposiciones, se prohibía al Ejecutivo estatal y otros entes públicos contratar servicios de publicidad en medios de comunicación que no cumplieran con las diposiciones de la Ley Federal del Trabajo.
La iniciativa, aunque sigue en congelada en comisiones, viene a colación por el caso del periódico Imagen de Zacatecas que fundara el difunto Luis Enrique Mercado Sánchez, y cuya actual directora general, Luz María Hernández, se niega a cumplir con la normatividad laboral.
De hecho, extrabajadores de este medio de comunicación han tenido que recurrir a tribunales laborales para exigir el cumplimiento de sus salarios pendientes de pago hasta antes de su salida, orillados por las condiciones laborales adversas que aún enfrentan quienes hoy todavía permanecen en la plantilla laboral.
En un posicionamiento firmado por los periodistas José Manuel Barrón, Alejandro Wong y Selene Lamas, hoy se acusa a la directora general de presentar documentos falsos ante los tribunales laborales con tal de prolongar la negativa a cumplir sus demandas.
Eso ha llevado a hacer un enérgico llamado al Consejo Editorial que integran Nubia Barrios, José Antonio Rincón, Antonio Sánchez, Jaime Casas y Jaime Santoyo a que se cumpla con la normatividad laboral o a reconsiderar el vínculo con una empresa que viola los derechos laborales de sus trabajadores.
El llamado también se extiende a los entes públicos y empresas de la iniciativa priovada que mantienen un contrato de publicidad con la empresa, a reconsiderar sus convenios publicitarios con quien ofrece este trato a su fuerza laboral.
Si tan sólo esta empresa hubiera seguido en manos de las hermanas Patricia y Gema Mercado Sánchez, otro cantar sería para el periódico Imagen de Zacatecas.
No es el único caso de un medio de comunicación que enfrenta el enojo de sus trabajadores o excolaboradores. Es bien sabido que otro medio impreso (bueno, eso dicen) de izquiersa (bueno, eso dicen) cuyo director general hoy también despacha (bueno, eso dicen) como asesor en la Jefatura de Oficina del Gobernador también ha incurrido en violaciones a la normatividad laboral para pagar menos impuestos y prestaciones, pese a ser el medio de comunicación impreso con el convenio más alto con el Ejecutivo estatal. ¡Qué diantres!