La sucesión

Este fin de semana concluirá un primer capítulo de este melodrama llamado «corcholatas». Y hay de todos los colores. Porque no solo se definirá a las casas encuestadoras con las que se definirá quién encabezará los llamados Comités de Defensa de la 4T, que no es otra cosa que la sucesión anticipada del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Las cosas no han sido sencillas. De inicio, la falta de regulación ha limitado el actuar del Instituto Nacional Electoral para vigilar estos presuntos actos anticipados de proselitismo disfrazados de actividades propias de los partidos dirigidas exclusivamente a su militancia.

Y nos referimos no solo del lado del oficialismo, sino también de ese bloque al que han denominado Frente Amplio por México, una estrategia que tuvo que replicar la oposición para subirse al barco de la sucesión presidencial anticipada.

No todo ha sido miel sobre hojuelas. Gracias al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, más o menos se ha podido regular la propaganda de los suspirantes, que han saturado bardas y postes con su imagen a más no poder.

La falacia de poner topes a gastos de las «corcholatas» del oficialismo en esta etapa de su proceso interno supone que entre los seis suspirantes (que serán cada vez menos) podrían llegar a gastar hasta 30 millones de pesos. Y aún no empieza el proceso electoral en forma, mucho menos la etapa de campañas en el 2024, con los millonarios gastos en proselitismo que ello implica.

Ya quisieran esos millones quienes hoy padecen la eterna promesa del sistema de salud como Dinamarca, o los campesinos azotados por la sequía extrema, o las corporaciones de seguridad y fiscalías para fortalecer y atender en serio el «tema de temas».

Total, que hasta este jueves por la noche se dio a conocer que ante el Comité Ejecutivo de MORENA se hizo entrega de las propuestas de encuestadoras y luego de la insaculación correspondiente, se evaluará si las propuestas cumplen con las condiciones establecidas desde el inicio, que básicamente se resumen en no ser encuestadoras cuyas proyecciones dieron el gane a candidatos que finalmente perdieron una elección.

Para variar, tanto Marcelo Ebrard como Ricardo Monreal han cuestionado que hay dados cargados en la contienda interna, sugiriendo incluso el uso de estructuras y del aparato gubernamental para favorecer a Claudia Sheinbaum. No han compartido esta opinión Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña ni Manuel Velasco. Si desde un principio sabían las condiciones, ¿para qué le juegan al vivo?

Por eso no es gratuito que hoy se especule para cuándo la ruptura con el obradorismo y el chapulineo a las siglas de otro partido, como el esquirol de Movimiento Ciudadano. Porque finalmente, y desde hace tiempo, es bien sabido que en la sucesión presidencial, Claudia Sheinbaum va porque va.

Del otro lado las cosas no pintan mejor. Luego de concluir la primera etapa de suspirantes del Frente Amplio por México, pasaron a la semifinal (es un decir) Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes y Santiago Creel, quienes han participado en distintos foros para compartir sus ideas para un proyecto de nación que haga frente a las fallas de la 4T.

Esta etapa no estuvo exenta de jaloneos, como el del PRD, luego de que sus suspirantes Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera no lograran las firmas requeridas para completar su registro. Tampoco es que tuvieran muchas posibilidades de encabezar el Frente, pero el chiste es hacerla de pedo para ver qué agarran en la rebatinga de posiciones para el 2024.

Menos ruido hizo otro suspirante: el priísta Enrique de la Madrid, quien respetó las condiciones establecidas en la convocatoria y se bajó del barco. Sin embargo, el PRI no se queda sin alternativa en la última etapa del Frente, pues aún cuenta con un cuadro que ha ido en ascenso: la senadora Beatriz Paredes Rangel, quien se ha destacado en los foros organizados a propósito del proceso por sus posicionamientos maduros, serios, centrados y autocríticos de una oposición que en sus buenos tiempos fue gobierno, a diferencia del populismo rancio de Xóchitl Gálvez.

Pues el Frente Amplio por México también se acerca a su última etapa este fin de semana para elegir a quien encabece los esfuerzos en la construcción de un proyecto alternativo de nación rumbo a la sucesión presidencial del 2024.

Para ello, se ha habilitado una plataforma en la página http://frenteampliopormexico.org.mx en la que se podrán registrar quienes deseen votar por cualquiera de los tres semifinalistas en la consulta que se realizará el próximo 3 de septiembre. El plazo para registrarse vencerá este domingo 20 de agosto.

Y ahí es donde las cuentas se ponen interesantes, porque los tres suspirantes lograron al menos vencer la barrera de las 150 mil firmas de respaldo para llegar a la semifinal, pero llegan con un voto dividido en el PAN, cuya militancia tendrá que dividirse entre respaldar a Xóchitl Gálvez o a Santiago Creel (que tuvo menor votación en la primera etapa).

Más fortalecida saldrá Beatriz Paredes, única aspirante del PRI en la semifinal y cuyo partido cuenta con una militancia (eso dicen) superior a 2 millones de personas. El voto decisivo, finalmente, recaerá en la ciudadanía que logre inscribirse en la plataforma antes del domingo para poder participar en la consulta del 3 de septiembre.

Y mientras la rebatinga se pone interesante en las cúpulas del oficialismo y la oposición, México sigue ardiendo en fuego y sangre con un presidente que no oye lo importante.