¡Pero qué día!

Lo que parecía ser un día de fiesta para la «nueva gobernanza» con la inauguración de una de las pocas obras que podrá presumir en el sexenio se vino abajo por otros acontecimientos locales y nacionales que le restaron atención.

Tampoco es que fuera lo máximo la primera etapa de la modernización y ampliación de la vialidad El Orito. De hecho, «por instrucciones del gobernador» David Monreal, cada dependencia tuvo que llevar acarreados para levantar el evento, que ya de por sí se prestaba para el comparativo de «expectativa / realidad» porque la obra entregada dista mucho de las bonitas gráficas presentadas en mayo del 2022, cuando se anunció el megaproyecto por primera vez.

Ya de por sí la obra carga con el estigma de sobrecosto (eso de que cada uno de los 7.7 kilómetros le haya costado a los zacatecanos algo así como 48.7 millones de pesos no es muy «austeridad republicana» que digamos) y todavía nos avientan un taco de lengua presumiendo que ya van más de 800 kilómetros de avance en el carreterómetro (¿o era kilometrómetro?). ¿Pues dónde pavimentaron?

A ver si el secretario de Obras Públicas, Guillermo Carrillo Pasillas, se digna a responder durante su próxima comparecencia en octubre, con motivo de la glosa al segundo informe de gobierno, que aunque será este viernes como lo marca la Constitución, al menos en el Legislativo no tienen en su agenda algún acto solemne con este motivo.

Pero volviendo a la farsa de la «nueva gobernanza» (una de tantas), el evento de inauguración de la primera etapa de la vialidad El Orito se vio opacado previamente por el descarrilamiento del tren en plena mancha urbana, por los rumbos de la colonia Pánfilo Natera, cuyo saldo afortunadamente fue de sólo daños materiales, lo que no mermó la preocupación ante la posibilidad de que otro hecho similar se pudiera presentar en horario escolar.

Y como en cada descarrilamiento, vuelve al debate público la insistencia en sacar las vías del tren de la mancha urbana, una petición que no ha tenido respuesta por sexenios, independientemente de quién gobierne en lo local y en lo nacional.

Pues este hecho hizo al gobernador David Monreal acudir al sitio donde ocurrió el accidente, aunque fuera sólo para la foto, y dar la instrucción al secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza (quien destrabó el conflicto en la Fiscalía), para que «se hiciera cargo».

De ahí jaló a los rumbos de El Orito a cortar muy sonriente el listón inaugural de la primera etapa del megaproyecto, muy arropado por una secta que ni picha, ni cacha, ni deja batear. Y hasta en el evento se les colaron manifestantes del Issstezac, como el profe Marcelino Rodarte con su manta de protesta para recordar que sigue la deuda pendiente con jubilados y pensionados a dos años de gobierno.

Pero más tardaron en cortar el listón que en volver a la violenta realidad de Zacatecas, luego de que sujetos armados quitaran la vida a seis hombres en una cancha de rebote en la colonia San José de las Piedreras, muy cerca del Centro del Pueblo Mágico de Guadalupe.

No fue el único hecho trágico. De hecho, según el reporte diario de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, este miércoles se registraron ocho homicidios dolosos en Zacatecas (a los seis ya mencionados se suman un hombre asesinado en la carretera a San Ramón y una mujer en la zona de La Comarca, ambos hechos en Guadalupe), que no bajan la percepción de inseguridad luego de los 16 homicidios del pasado fin de semana.

Por si fuera poco, a «alguien» se le ocurrió que la inauguración del megaproyecto sería ideal a la misma hora que en el World Trade Center en la CDMX se diera a conocer el resultado de las dichosas encuestas de MORENA para elegir a su presidenciable.

No es que fuera sorpresa la designación de la «corcholata» Claudia Sheinbaum como «coordinadora de los comités de defensa de la Cuarta Transformación» (que no es otra cosa que la candidatura presidencial anticipada).

El interés radicaba en la reacción que tendría la «corcholata» de Marcelo Ebrard luego del dedazo «que no es dedazo» porque no son los mismos. Porque en los últimos días la tensión sobre el proceso interno de MORENA fue creciendo con una denuncia tras otras sobre múltiples irregularidades que terminaron con la negativa de Ebrard Casaubón para participar en el evento donde se anunciaría al ganador del proceso.

Bien raro que, previamente, se levantó un sondeo telefónico con la pregunta: «¿Sabía usted que Marcelo Ebrard encabeza todas las encuestas para encabezar los comités de defensa de la Cuarta Transformación?«, pero en los resultados que finalmente dio a conocer el comité y consejo nacional de MORENA, Sheinbaum Pardo le llevaba al excanciller una ventaja de más de 10 puntos porcentuales en todos los casos.

No es que el riesgo de ruptura haya mermado luego del anuncio. De hecho, durante la jornada de este miércoles hubo sendos posicionamientos para respaldar los resultados del proceso interno de MORENA; por una parte, el firmado por los gobernadores de la 4T (incluido David Monreal), y por la otra, el firmado por consejeros estatales que mayoritariamente fueron impuestos por la secta.

Y si usted, estimado lector, piensa que estos resultados no nos afectan, se equivoca, pues con esta designación de Claudia Sheinbaum por supuesto que se esperan cambios de posiciones en todo el país para pavimentar la ruta a la elección del 2024, y entre esas posiciones estaría la Delegación de Programas para el Desarrollo.

El tema no es cosa menor. Ya en días pasados, cuando se anunció la visita de la senadora Citlalli Hernández (que finalmente no se realizó), había tensión en la «nueva gobernanza» presionada por una secta que estaría en sus últimos días.

Y es que es bien sabido que la actual delegada, Verónica Díaz Robles, ha perdido la confianza de Palacio Nacional luego de ofrecer como moneda de cambio los padrones de beneficiarios de los programas del bienestar (que ya de por sí constituye un delito).

En cambio, el exalcalde Ulises Mejía Haro, uno de los principales enemigos de la secta, resulta que también ha sido uno de los principales promotores del proyecto que hoy encabeza Claudia Sheinbaum, y goza de todo el respaldo federal para ocupar no sólo la delegación, sino también (en una de esas) hasta encabezar las fórmulas para el Senado.

Esta posibilidad vaya que le quita el sueño a la «nueva gobernanza», o al menos al gobernador David Monreal, quien habría dicho a su círculo cercano que con Ulises Mejía, «ni a la esquina». Sin embargo, tampoco es que a Zacatecas le haya ido muy bien con una secta que se aferra a un discurso presidencialista, sin convencer.

Más bien se esperaría que a Zacatecas le vaya mejor por la vía de quienes sí gozan de las simpatías del proyecto de la 4T, no esos simuladores arribistas que en buena parte son emanados de esa oposición que tanto dicen condenar.

Eso sí: como Mejía Haro es persona no grata para la «nueva gobernanza» (o al menos para la secta), no dude que empiece la persecución judicial en su contra con tal de frenar estos cambios, porque hasta donde se sabe, ya se cocina un expediente en su contra (y en contra de sus excolaboradores) que implicaría hasta 40 millones de pesos, pese a que las irregularidades no constan en las revisiones de la Auditoría Superior del Estado (ASE) a las Cuentas Públicas, mucho menos en los expedientes del proceso de entrega-recepción.

¿Será que el alcalde Jorge Miranda Castro se presta a estas artimañas con tal de ganarse la candidatura para reelegirse?