El regreso de la «corcholata»

Después de su última visita a Zacatecas hará un par de meses, este jueves regresa a nuestra entidad quien hoy coordina a nivel nacional los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, en una gira nacional a la que han denominado «La esperanza nos une» y que no es otra cosa que proselitismo muy, pero muy anticipado.

Con la reciente advertencia del Instituto Nacional Electoral (INE) a cuestas para evitar actos proselitistas en especios abiertos, y dirigirse únicamente a la militancia de MORENA, Claudia Sheinbaum Pardo estará en el Pueblo Mágico de Jerez (otrora, «el más alegre» y hoy convertido en pueblo de caras largas) en el evento bautizado como «Unidad y Movilización», como reza el llamado del comité nacional guinda para evitar fracturas internas.

Esta visita se da luego del reciente nombramiento de coordinadores regionales en todo el país y en el caso de Zacatecas, Néstor Núñez desde hace días se ha apersonado en la entidad para tener un diagnóstico claro que los grupos y sectas al interior de MORENA en la entidad.

Quien coordina los esfuerzos en la región noreste del país (y se dice, muy cercano al senador Ricardo Monreal) tampoco la ha tenido fácil, mucho menos en los recientes días con los preparativos para la visita de la «corcholata presidencial».

Porque resulta que hay una secta muy atacada (por decir lo menos) por el trato igualitario que se pretende dar a las diferentes corrientes al interior del partido (algo que de por sí ya está prohibido en los documentos básicos de MORENA).

No en balde, Néstor Núñez ha tenido que jalar las orejas una y otra vez a la delegada de Programas para el Desarrollo, Verónica Díaz Robles, especialmente por sus reclamos ante la condecendencia hacia el exalcalde capitalino Ulises Mejía Haro y su equipo alegando que «no tienen estructura».

En su soberbia, a la delegada se le olvida que la estructura de los Servidores de la Nación tampoco es suya, sino que responde única y exclusivamente a las instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, y si la sola idea de pretender utilizar esta estructura (o la de la «nueva gobernanza») en beneficio propio con motivos político electorales ya de por sí configura un delito, no es gratuito que desde ya el coordinador regional de los Comités de Defensa de la 4T se haya quedado con una muy mala impresión de la funcionaria federal.

Esta impresión coincide con la mala opinión que se tiene de Díaz Robles en las oficinas centrales de la Secretaría del Bienestar, pese a la cercanía que se pretende mostrar con la titular Ariadna Montiel, pues el jefe directo de la delegada, Carlos Torres Rosas, quien funge como coordinador general de los Programas para el Bienestar, no la puede ver ni en pintura luego de atestiguar la prepotencia con la que la delegada se conduce hacia sus subordinados, pero también hacia sus homólogos de otras dependencias federales.

Una y otra vez, el coordinador regional Néstor Núñez ha tenido que dejarle en claro a Verónica Díaz que la instrucción de Sheinbaum Pardo es que en el próximo proceso electoral no habrá palomeados, ni listas, ni compromisos, porque por encima de todo, de eso que llaman «unidad y movilización», está el Plan C: garantizar a toda costa la mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República.

Sin embargo, a la delegada tal parece que nadie la saca de su necedad, a tal grado que todavía este miércoles había Servidores de la Nación visitando las escuelas del municipio de Jerez con la instrucción de asistir sí o sí a la gira de Claudia Sheinbaum, so pena de pasar el reporte y enfrentarse a la furia del bienestar. Al menos así fue la instrucción que recibieron en el Telebachillerato de la comunidad de Los Haro.

Todo lo anterior da una idea del grado de desesperación de quien aspira a una curul en el Senado en el 2024, pero que al interior de MORENA (al menos en la cúpula nacional) no goza de la misma protección que hoy le brinda el comité estatal usurpado por sus cuadros.

¿Acaso pretende lograr la simpatía (y venia) de la «corcholata presidencial» poniendo en riesgo su futura candidatura a la Presidencia con un evento que violaría la reciente advertencia del INE? ¡Vaya desesperación!

 Entre desaires y gobernadoras «con calzador»

Bien raro que a la sesión solemne con motivo de los 200 años de la declaratoria de Zacatecas como Estado Libre y Federado y la instalación del primer Congreso Constituyente, el Ejecutivo enviara como representante al secretario del Zacatecano Migrante, Iván Reyes Millán, y no al secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza. Porque eso de esperar la presencia del gobernador David Monreal Ávila en un acto solemne en el recinto legislativo ya es avaricia.

Y más raro resultó que Reyes Mugüerza, en cambio, sí asistió al acto solemne convocado por el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Zacatecas minutos después de la sesión solemne de la 64 Legislatura.

Algo de esto sugirió el diputado Ernesto González Romo cuando pidió en una moción que se diera la palabra al representante del Ejecutivo, el titular de SEZAMI, durante la sesión solemne, poniendo énfasis en que la representación debió recaer (por las facultades constitucionales) en el secretario general de Gobierno.

Luego de este momento incómodo en el pleno legislativo, se dio paso a la sesión ordinaria convocada, en la que se aprobaron 12 cuentas públicas del ejercicio fiscal 2021 para municipios y organismos operadores de agua potable.

En esta sesión ordinaria no pasaron desapercibidas algunas iniciativas presentadas (y turnadas a comisiones para su estudio y dictamen), como la del diputado Xerardo Ramírez con diversas reformas a la Constitución Política del Estado de Zacatecas, a fin de establecer el principio de paridad y alternancia en el cargo de gobernador o gobernadora.

Con dicha iniciativa se pretende que si en un periodo de mandato constitucional la gubernatura fue encabezada por un hombre, al siguiente periodo la gubernatura recaiga en una mujer. No en balde, el diputado que se precia de ser «el número 1» (será en el cochinero legislativo) aseguró que en el 2027 «Zacatecas tendrá gobernadora». ¿Se refería a Geovanna Bañuelos o a Verónica Díaz Robles?

Tampoco pasó desapercibida la iniciativa presentada por el diputado Enrique Laviada por la que se reforma el artículo 59 de la Constitución Política del Estado de Zacatecas, a fin de que el gobernador o gobernadora esté obligado a comparecer ante la Legislatura del estado el 8 de septiembre de cada año.

Para ello, en la iniciativa también se plantea que el documento del informe anual de actividades se presente 10 días naturales antes de la fecha en que comparezca el Ejecutivo estatal ante el Legislativo.

Porque, como se recodará, desde hace casi una década que este acto de rendición de cuentas únicamente recae en el gabinete, sin que el Ejecutivo dé la cara ante el Legislativo sobre lo realizado (y lo no realizado) en cada año de labores.

Más polémica generó la iniciativa presentada por el diputado Ernesto González Romo por la que se reforma el Código Penal del Estado de Zacatecas, a fin de aumentar las penas en el catálogo de delitos cometidos por servidores públicos, así como la tipificación de delitos cometidos por autoridades que colaboran con el crimen organizado.

Esta iniciativa a la que bautizó como «Ley García Luna» (por motivos ya bien conocidos) habría sido rebautizada por la oposición como «Ley García Luna-Harfuch-Cienfuegos» en un intento por bajarle tres rayitas al zar anticorrupción.

Habrá que ver si en lo que resta de la 64 Legislatura hay voluntad para sesionar en comisiones y dictaminar las iniciativas, pues recordando el calendario de la glosa del segundo informe de gobierno, este jueves se tenía programada la comparecencia del director del Issstezac, Ignacio Sánchez; y la directora del Instituto Zacatecano de Cultura, Ma. de Jesús Muñoz Reyes.

Sin embargo, se supo que dichas comparecencias se pospusieron para el próximo lunes a fin de que los diputados locales pudieran asistir al Pueblo Mágico de Jerez al mitin de la «corcholata presidencial» Claudia Sheinbaum. Así la institucionalidad y las prioridades de los representantes del pueblo.