Retrocesos

A poco más de dos años de esta «nueva gobernanza», los zacatecanos seguimos esperando que arranquen los dichosos ejes tractores (cualquier cosa que eso signifique) para dinamizar la economía estatal, esa que vive estancada o con retrocesos según múltiples indicadores.

En el preámbulo de la presentación del Paquete Económico 2024, que será entregado al Poder Legislativo este jueves atendiendo al plazo constitucional, se esperaría que el Presupuesto de Egresos del próximo año incluyera una perspectiva real para salir del estancamiento económico, aunque la esperanza no es mucha considerando que quien dice encabezar la política de desarrollo económico gasta mucho, pero ha tenido muy pocos resultados positivos.

El neoliberal Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) hoy nos ofrece un panorama de la situación en la que se encuentra Zacatecas con la publicación del Índice de Competitividad Urbana (ICU) 2023, que evalúa los resultados de la zona conurbada durante el 2022.

La sorpresa es que Zacatecas retrocedió dos posiciones respecto a la última medición, pero incluso se encuentra peor que en los últimos cinco años. Porque en el ICU 2018, nuestra entidad se ubicaba en la décima posición, avanzó al noveno lugar durante las mediciones del 2021 y 2022, para caer a la onceava posición en este año. Una caída de dos lugares en el último año.

Esta caída hoy ubica a la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe entre las ciudades con competitividad media baja, con retrocesos principalmente en población altamente calificada (pasó del lugar 5 al 9, de 66 posiciones en total); brecha de ingresos por género (del 5 al 32, una caída de 27 posiciones); mortalidad infantil (lugar 2 al 13); acceso a los servicios de salud (lugar 6 al 18).

También en Inversión Extranjera Directa (lugar 19 al 61, una caída de 42 posiciones); ingresos propios (lugar 34 al 46); desigualdad salarial (lugar 9 al 54, un retroceso de 45 posiciones); población ocupada sin ingresos (lugar 38 al 52); demandantes de conflicto laboral (lugar 9 al 32, una caída de 23 posiciones); hogares con líneas telefónicas móviles (lugar lugar 30 al 33); así como presupuesto destinado a transporte no motorizado (lugar 4 al 6).

No todo son malas noticias (aunque no sabemos sí reír o llorar), pues en el último año la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe sí mejoró en algunos indicadores, sobre todo en el subíndice de «Sistema de derecho confiable y objetivo», al reducir la tasa de homicidios, secuestros e incidencia delitiva.

Sin embargo, aún se mantienen en alerta otros indicadores relacionados como la percepción de seguridad, pues Zacatecas se ubica en el lugar 66 de 66 posiciones incluídas en la medición. Es decir, no salimos del sótano.

Y aunque hubo avances en el indicador de consumo de agua (se ubica en la quinta posición), hubo retroceso en la capacidad de tratamiento de agua en operación (pasó del lugar 23 al 52).

Otros indicadores en alerta para la zona conurbada son el número de agresiones a periodistas (se encuentra en lugar 18 de 66), la ocupación hotelera (lugar 44 de 66), y el crecimiento de la mancha urbana (lugar 61 de 66); en especial, este último indicador da cuenta de que la mancha urbana no está creciendo al mismo ritmo que crece la población. ¿Se viene una crisis de vivienda?

Eso sí, no todo son malas noticias, pues la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe sí logró indicadores en alta o muy alta competividad, como las declaratorias de desastre (lugar 1 de 66); organizaciones de la sociedad civil por cada 100 mil habitantes (lugar 7); cobertura educativa (lugar 10); grado de escolaridad (primer lugar); brecha de género en la fuerza laboral (lugar 8); personal de salud por cada 10 mil habitantes (lugar 2).

También hubo avances en el flujo de pasajeros del o hacia el extranjero (lugar 5); sistema de alertas en la deuda pública (primer lugar, por manejo sostenible); grandes empresas en el top 500 (lugar 16); posgrados de calidad (lugar 3); cambio promedio en población ocupada sin ingresos en los últimos 5 años (lugar 2); y hogares con computadora e internet (lugar 4).

Por supuesto que tampoco es motivo para echar las campanas al vuelo, sobre todo cuando hemos sufrido un 2023 con diversos factores en contra para la competitividad, como la huelga en Peñasquito que mermó la productividad en el sector minero; o la sequía severa que impactará en la producción agrícola y pecuaria; sin olvidar el rezago que se mantiene en el sector de la construcción y de la industria de la transformación, como ya ha dado cuenta el INEGI.

Esos son los resultados de las costosísimas giras de Rodrigo Castañeda Miranda, quien dice que despacha como secretario de Economía, y de un gabinete de florero que poco ha abonado a la competitividad de Zacatecas. ¿Como para cuándo arrancarán los «ejes tractores»?

Un fiscal «por unidad»

Con la ausencia del diputado Enrique Laviada, el pleno de la 64 Legislatura designó por unanimidad de 29 votos a Cristian Paul Camacho Osnaya como titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ) por los próximos siete años, en sustitución de Francisco Murillo Ruiseco, luego de su renuncia el pasado 31 de octubre.

Prácticamente un mes demoró la designación de titular en este organismo autónomo y aunque la convocatoria no estuvo exenta de polémica por las reservas presentadas por los diputados Gaby Pinedo y Xerardo Ramírez que sólo mancharon el proceso, al final los legisladores se decantaron por quien hasta ayer ocupaba la delegación de la Fiscalía General de la República.

Sin embargo, queda en duda si con esta designación quedó descartada la imposición de un fiscal carnal, pues durante la votación correspondiente en el pleno de la 64 Legislatura, muchos fueron testigos de cómo los diputados tomaban fotografía a sus cédulas de votación para remitirla a algún contacto que sólo Obama ha de conocer.

Así que da igual que el diputado Ernesto González Romo se haya desgarrado las vestiduras con un discurso muy, muy emotivo sobre un proceso limpio para realizar esta designación, cuando en los hechos, durante la votación, hubo muestras de todo lo contrario. Es cuanto.