Aquí se rompió una jerga

Como quien dice, se acabó lo que se vendía, porque este viernes 15 de diciembre la burocracia gozará de su periodo vacacional y aunque quedarán guardias para no interrumpir los servicios a la ciudadanía, pasará lo mismo que con las UNIRSE.

Hoy también concluye el primer periodo ordinario del tercer (y último) año constitucional en la 64 Legislatura, y todo indica que la sesión ordinaria que ha sido convocada para esta fecha incluirá en el orden del día la ampliación del periodo a fin de poder dictaminar, discutir y aprobar (en su caso) montón de iniciativas que aún se analizan en la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública y la Comisión de Hacienda y Fortalecimiento Municipal, cuyo plazo vence el 31 de diciembre.

Ya el pleno del Poder Judicial cerró cortina con la última etapa para la ratificación de juezas y los magistrados únicamente estarán a la espera de lo que determinen los legisladores la próxima semana en el Presupuesto de Egresos 2024: si le hacen justicia a la justicia dándole certeza financiera a sus actividades o si se hacen de la vista gorda, olvidándose de sus peroratas en tribuna en defensa de las instituciones.

Este 2023 se fue como agua para la «nueva gobernanza» (y para quienes insisten que «juntos seguirán haciendo historia»), sin poder revertir por segundo año consecutivo la pésima percepción que se tiene de la actual administración, especialmente de quien se dice gobernador: David Monreal Ávila.

Muy pronto llegó el desencanto para los zacatecanos que confiaron en que «amor con amor se paga», pues los negativos que ya carga la «nueva gobernanza» (y la secta que toma las decisiones) hoy se han traducido en una exigencia ciudadana para la revocación de mandato. Y apenas va una tercera parte del sexenio.

Frente al discurso de una baja en la incidencia de homicidios dolosos, secuestros y extorsiones, las cifras del INEGI siguen demostrando que la mayoría de los zacatecanos se sienten inseguros en esta entidad, y es la percepción más alta de inseguridad en todo el país.

Las cifras oficiales en el «tema de temas» contrastan con los episodios de terror que se vivieron durante este año, desde comunidades desplazadas por grupos delictivos, un incremento alarmante en la desaparición de personas, la letalidad que hoy implica trabajar en alguna corporación de seguridad, el asesinato grupal de jóvenes zacatecanos y hasta operativos y cateos a unos metros de la residencia del gobernador.

Para rematar, se tuvo la renuncia de quien fuera fiscal de Justicia en el estado y Zacatecas se mantuvo en vilo con un caso de desafuero por la presunta responsabilidad de una figura pública en un homicidio que hoy sigue impune, a casi un año de haber sido cometido.

El resumen del desastre se vivió durante la glosa del segundo informe de gobierno, en una danza de funcionarios que hasta respingaron porque no se les trató bonito durante sus comparecencias. Vaya, el cinismo de esperar ovaciones frente a los subejercicios tan señalados en la «nueva gobernanza» y su indolencia para ejercer los recursos en tiempo y forma.

Porque al «tema de temas» se le suman los negativos de una economía estancada y un sector empresarial que sobrevive a pesar de la «nueva gobernanza»; una sequía que derivó en la pérdida de un año agrícola en Zacatecas (y cuyo impacto se verá reflejado hasta el próximo año), con el reparto tardío de los apoyos tan solicitados mientras las autoridades esperaban la cacareada declaratoria de desastre que nunca llegó.

Ya ni hablar de las manifestaciones de familiares de personas desaparecidas exigiendo a las autoridades hacer su trabajo, o los trabajadores de la salud insistiendo en su certeza laboral ya sea con prestaciones o en la transición al esquema del IMSS-Bienestar, o los campesinos que si no les llueve, les graniza con esta «nueva gobernanza» que se precia de decir que «el campo es solución y no problema», o el sector magisterial que padece la indolencia de su titular, o los jubilados y pensionados del Issstezac que no cesan en su reclamo de justicia. Y así le podríamos seguir.

Cerrará este 2023 con la expectativa (o el desencanto) por el proceso electoral en marcha en el que la vulgar ambición ya sale a flote por quienes dicen, juran y perjuran que no van «por cargos ni oficinas».

Ya el dirigente nacional de MORENA, Mario Delgado, anunció que a más tardar la próxima semana se dará a conocer la lista de quienes resultaron vencedores en las mediciones internas y serán premiados con una candidatura, ya sea por encuesta o porque su nombre se mantuvo en las mesas de negociaciones en las cúpulas.

Porque al menos para la alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, ya figura el nombre de Caty Monreal como propuesta de candidatura, y aunque se trata de una lista preliminar no oficial, se sabe que su nombre se mantuvo no tanto por las llevadas y traídas encuestas, sino por los acuerdos que hoy se discuten entre las cúpulas.

Este trascendido (que hay que tomar con reserva) dejaría más dudas respecto a una eventual candidatura al Senado para Saúl Monreal, al considerar que según la tómbola cuatroteísta, la primera posición en Zacatecas corresponderá a un hombre.

Y mientras en las cúpulas nacionales el senador Ricardo Monreal sigue haciendo su luchita en los amarres, en lo local no hay mucha esperanza en que el Comité Estatal de MORENA deje de ser una franquicia de la secta. Pero, pues, cada quién…

Por lo pronto, la expectativa queda en la 64 Legislatura, que este jueves tuvo sesión de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública para analizar las propuestas de dictámenes al Paquete Económico 2024.

El tema que hoy concentra la atención es el proyecto del segundo piso del bulevar, y aunque ya la chiquillada legislativa (que apenas suma 6 votos) adelantó su voto en contra, no se descarta que encuentren aliados en otros grupos parlamentarios.

La única certeza es que los diputados locales no aprobarán el Paquete Económico en los términos en los que fue remitido por el Ejecutivo, pero en los dictámenes correspondientes que se den a conocer la próxima semana ya se verá cuáles serán sus prioridades con los cambios que propongan, en la antesala de un proceso electoral que se antoja «de desencanto«.

Desde este espacio también bajamos la cortina para este año, deseando a nuestros lectores una Feliz Navidad y un próspero 2024. Y mucha paciencia, que no hay mal que dure 100 años. ¡Nos leemos hasta enero!