La próxima semana el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dará a conocer la actualización de la estadística de empleos formales al mes de enero de 2024 y ahí se reflejará claramente no sólo el despido de más de 600 trabajadores de la empresa APTIV, sino también en otras empresas y actividades económicas.
Aunque diciembre y enero siempre se han considerado meses críticos en materia de empleos formales, pues por factores cíclicos tienden a decrecer, esta tendencia se ha mantenido en los más de 27 meses que van de la «nueva gobernanza» que no ha podido arrancar los dichosos «ejes tractores».
Ya este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer los resultados del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) en el que Zacatecas aparece (para no variar) en el sótano de la medición, con una variación anual de (-)2.6% al tercer trimestre de 2023 en comparación con el mismo trimestre del año anterior.
La posición de nuestra entidad no es muy alentadora cuando se desglosa este indicador por actividad económica. Por ejemplo, en las actividades primarias, aún con un 2023 azotado por la sequía, Zacatecas se ubicó en el lugar 17 con una variación anual de 5.3%, único indicador con un balance «positivo», pero menor al promedio nacional de 5.3 por ciento.
Por el contrario, el peor desempeño se sigue viendo en las actividades secundarias, pues en el periodo de referencia nuestra entidad nuevamente queda en último lugar, con una variación anual de (-)11.1%, mientras el promedio nacional fue de un 4.3% de crecimiento.
A esta caída seguramente contribuyó el paro de actividades en la industria minera, aunque la estadística del IMSS sobre empleos formales también sugiere que no ha podido repuntar la industria de la transformación, con incrementos marginales en el número de trabajadores, pero con una tendencia decreciente en lo que va de la «nueva gobernanza».
Lo mismo ocurre en el caso de la Construcción, y eso lo han de saber muy bien los agremiados de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) que sólo ven pasar las «grandes licitaciones» ante sus ojos sin poder participar. Porque eso de dinamizar la economía local repartiendo la obra pública entre empresas zacatecanas, ni hablar…
Ya en las actividades terciarias que aglutinan los servicios, Zacatecas se ubicó en el lugar 27 a nivel nacional. O sea, en el sótano, pero no tan al fondo, con un crecimiento de apenas 0.% en la variación anual, mientras el promedio nacional fue de 2.7 por ciento.
Estos últimos resultados del ITAEE confirman lo que en este espacio hemos estado insistiendo: los «ejes tractores» no eran tractores, sino carcacha, porque el campo sobrevive a pesar de la «nueva gobernanza», lo mismo que la minería, mientras la industria ya no ve lo duro, sino lo tupido y Zacatecas está muy lejos de aprovechar los beneficios del nearshoring. Y del turismo, sin palabras…
Bien raro que el presunto autor detrás del libro «Zacatecas: una esperanza» con el que David Monreal promovió su candidatura a la gubernatura con la varita mágica para detonar la economía zacatecana no vea la O por lo redondo, y quien hoy se dice secretario de Economía, un tal Rodrigo Castañeda Miranda, le sigue haciendo al tío Lolo en su responsabilidad.
Muy bien se le ha dado eso del «turismo institucional» con tanta gira costosísima al extranjero, dizque para la atracción de inversiones (que tampoco se han materializado), sin visos de tener un plan de atención por el impacto que generará la obra del «viaducto elevado», mejor conocido como segundo piso.
Porque serán más de 24 meses que el principal corredor de la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe se verá afectado con esta megaobra en un tramo de 3.6 kilómetros. ¿Ya pensaron de qué manera se apoyará a los establecimientos que ofrecen productos y servicios en esta zona? Porque al menos en el Presupuesto de Egresos 2024, incluyendo sus anexos, no se contempló un plan alusivo.
Deje usted que la principal afectación sea a la población que utiliza el bulevar López Mateos para sus traslados cotidianos. La derrama económica en este corredor o se traslada a otros puntos de la zona conurbada o desaparece. ¿Eso ayudará a los objetivos de la Agenda de la Paz 2024?
La obra va, con o sin consulta
A propósito del «viaducto elevado», crece la presión social en torno al proyecto y el gobernador (eso dice él) David Monreal ahora salió con la machincuepa de que se realizará una consulta ciudadana para la aprobación del proyecto.
Si es en los términos o no que lo solicitó el pasado fin de semana un grupo de ciudadanos y políticos que insistió en que no representaban a un grupo político (teniendo a Javier Calzada entre los firmantes), la declaración del gobernador bien se puede tomar a chiste.
Lo que queda claro es que el sello distintivo de la «nueva gobernanza» es hacer las cosas al revés, porque más vale pedir perdón que pedir permiso (¿o cómo era?). Así que primero licitó (y contrató) la obra y después va a consultar a los zacatecanos si quieren la obra.
Lo peor del caso es que, ni siquiera con las evidencias del desastre económico en Zacatecas, al gabinete de florero no se le haya ocurrido que el contrato con Calzada Construcciones SA de CV, en asociación con Construcciones y Dragados del Sureste SA de CV, ganadoras de la licitación, se establecieran cláusulas para que ambas contrataran (¿o subcontrataran?) a empresas locales que pudieran realizar «obras menores», porque así llovería poquito a las constructoras zacatecanas.
Si es virtuoso o no un proyecto por más de 3 mil 600 millones de pesos, es una obra que no se ha sabido vender ante la sociedad y la secrecía con la que se ha manejado hasta el momento sólo sugiere negocio redondo.
No hay que olvidar que entre las propuestas económicas de las empresas participantes hay una diferencia que va de los 307 millones a los 807 millones de pesos respecto a la propuesta de las empresas que ganaron la licitación, lo que deja más dudas sobre el costo real del proyecto.
Tampoco hay que dejar de lado el hecho de que una consulta ciudadana implica costos para el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), en quien recaería la responsabilidad de llevarla a cabo (en caso de reunir los requisitos preliminares de solicitud). ¿Sabemos ya si en el presupuesto del organismo se consideró una eventual consulta ciudadana? Porque ya de por sí el Instituto recibió un presupuesto «mocho» con el que muy apenas podrá sacar adelante el proceso electoral…