Albricias en el «Año de la Paz»

En medio de una grave infodemia ante el vacío informativo de la «nueva gobernanza», esta semana inició con sendo operativo en la céntrica colonia Sierra de Álica, a unos metros de la casa del gobernador, donde dicen que se logró la detención de cinco personas, así como el aseguramiento de armas de fuego, cargadores, cartuchos, vehículos y probable droga.

Estos hechos ocurrieron casi a la par de que la Mesa Estatal de Abrazos y No Balazos presumía (pese a la veda electoral) de la mejora en materia de seguridad, porque según las cuentas alegres de Palacio Nacional, hoy Fresnillo se ubica en el lugar 45 de 50 municipios prioritarios.

Según los resultados que dieron a conocer los que cada mañana se juntan a tomar café y galletas, en la última semana en todo el estado se realizaron 605 operativos. Algo así como 86 por día, o casi 4 por hora. ¡Vaya! ¿De dónde salió toda esa «productividad»?

En el mismo lapso, según su informe, se detuvo a 161 personas (o sea, 23 por día, equivalente a casi 1 detención por hora), de las cuales 33 fueron por delitos del fuero común (homicidio, robo, etc.) y 128 por faltas administrativas (conducir a exceso de velocidad o bajo el influjo del alcohol o enervantes, etc.).

Y también que en la última semana fueron sentenciadas 14 personas por delitos como violación equiparada, abuso sexual, robo calificado, homicidio calificado en grado de tentativa y asociación delictuosa, con penas de hasta 35 años.

La danza de cifras alegres, en teoría, debería contribuir a mejorar la percepción de seguridad entre la población. Sin embargo, aunado a la infodemia y el vacío informativo de la autoridad, el creciente número de personas desaparecidas y no localizadas, el recurrente «hallazgo» de cuerpos sin vida (algunos desmembrados), los bloqueos carreteros, y todos aquellos delitos que no se denuncian (y que integran la llamada cifra negra) aún son un lastre que no ha atendido la «nueva gobernanza, o al menos no ha mostrado los resultados esperados.

Con 42 homicidios contabilizados a la fecha, en pleno proceso electoral, es difícil creer en las palabras del gobernador David Monreal que asegura que en Zacatecas «todo va bien» y que previo a su reunión en Palacio Nacional con el presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró que nuestra entidad superaría el promedio de participación ciudadana en los próximos comicios del 2 de junio.

Para ser un «Año de la Paz» y decir que «todo va bien», como que no cuadra eso de la llegada de unos mil militares para fortalecer la estrategia de seguridad (si es que la existe) a casi nada de la jornada electoral. Pero, pues, cada quién…

Precisiones al debate

El pasado fin de semana se realizó oooootro más de los 50 y tantos debates programados por el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), esta vez entre los candidatos a la presidencia de Guadalupe y aunque los punteros se desvivieron en acusaciones de uno y otro lado, conviene hacer algunas precisiones, especialmente en el caso del alcalde con licencia y candidato a la reelección por la coalición «Sigamos robando más» (o algo así), José Saldívar Alcalde.

Eso de que en la administración de Roberto Luévano, actual candidato de la coalición «Fuerza, corazón, tripas y lengua» (o algo así), se disparó la inseguridad en el municipio de Guadalupe, sólo en sus sueños guajiros puede ser creíble.

Veamos el caso de los homicidios dolosos, pero contrastando fuentes, porque mientras el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) dice una cosa, las estadísticas de mortandad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dice otra cosa muy diferente.

Por ejemplo, mientras el SESNSP reporta que del 2018 al 2021 se documentaron 2 mil 994 homicidios dolosos en Zacatecas, los registros administrativos que integran la estadística de mortandad del INEGI señalan que en el mismo periodo se registraron 4 mil 476. Eso significaría que en la estadística de Palacio Nacional se les perdieron unos 1 mil 482 homicidios dolosos.

En el caso del municipio de Guadalupe, durante la administración de Roberto Luévano (2013-2016), según los registros del INEGI, se documentaron unos 50 homicidios dolosos, mientras que en el periodo 2018-2021, durante la primera administración de Julio César «N», la cifra se habría disparado a 2 mil 944 homicidios dolosos.

Eso significa que mientras MORENA se despachaba vaciando las arcas del municipio, aquí se concentraba el 65.7% de los homicidios dolosos en la entidad. Y eso que el INEGI aún no contabiliza lo que va de la administración 2021-2024. Así que usted, estimado lector, haga cuentas de cuál cifra se ajusta más a lo que percibe la ciudadanía en materia de seguridad.

Más allá de la gran mentira de José Saldívar de haber repartido apoyos durante la pandemia, porque él apenas cumplirá un año al frente del municipio luego del desafuero del hoy prófugo de la justicia, qué barbaridad con eso de alardear que durante los cinco años de gobierno morenista en Guadalupe se habían captado más de mil millones de dólares en inversión extranjera directa (IED).

Según la estadística de IED de la Secretaría de Economía (SE), del 2018 al 2023 en todo el estado de Zacatecas se habría registrado un flujo por 2 mil 165.8 millones de dólares, de los cuales únicamente 294.2 millones de dólares corresponderían a nuevas inversiones. Y de ahí a que toda esta inversión se hubiera realizado en Guadalupe, pues hay más dudas que certezas.

En cambio, del 2013 al 2016 (o sea, un periodo muchísimo más corto), el estado habría captado 3 mil 272 millones de dólares en IED, de los cuales 217.2 millones de dólares fueron nuevas inversiones.

Eso sí, el debate del pasado 19 de mayo dejó en claro que con MORENA en el gobierno de Guadalupe, los que no van «por cargos ni oficinas» han convertido al municipio en cartera de sus negocios chuecos, y no hablamos únicamente del leonino contrato con Trash, que cuesta mensualmente unos 6 millones de pesos, comparado con los 3 millones de pesos que se pagan cada mes por la deuda pública heredada. Pero, pues, cada quién…