Por cuarto día consecutivo, Zacatecas fue presa de los daños colaterales de la detención de «El Gordo«, jefe del Cártel de Sinaloa en nuestra entidad, cuyo saldo dejó 26 detenidos, pero también acumula 27 homicidios, unos 16 narcobloqueos y balaceras, con afectaciones en más de 12 municipios.
Los más de mil elementos adicionales del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional, con todo y helicóptero fuertemente armado, no será una realidad hasta dentro de dos meses más, pasado el proceso electoral. Pero lo bueno es que el gobernador David Monreal dice que «vamos bien» y según el oficialismo, hay que creerle.
Fue un miércoles en el que también se cumplieron dos meses de la brutal agresión policiaca que vivieron las zacatecanas que se manifestaron con motivo del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, y en respuesta a la inacción de la autoridad para destituir a la cadena de mando responsble de dichas agresiones, rebautizaron el Callejón de las Campanas como «Callejón de las Torturas».
Más duró el «Año de la Paz» que la protesta simbólica realizada por las feministas zacatecanas, cuyas pintas fueron borradas en un santiamén, en otro acto simbólico del borrado de mujeres. Lo bueno es que la 4T tiene rostro de mujer.
Del otro extremo de la ciudad, en la presidencia municipal de Zacatecas se vivió sendo pleito entre simpatizantes del candidato Miguel Varela y trabajadores del Ayuntamiento, con porros y toda la cosa, rematados por una guerra de escupitajos que pudieron evitarse si hicieran campañas de propuestas y no de mero espectáculo.
Además, fue un miércoles de relativa productividad legislativa en un periodo ordinario que para cualquier año electoral, siempre se antoja improductivo, pues los diputados locales que optaron por mantenerse en sus curules y no irse a campaña votaron para elegir alcaldes y síndicos pendientes de designar.
Así, para Apozol se eligió a María Llamas Losano como presidenta municipal sustituta; en Villa González Ortega, se eligió a Reynaldo Díaz Díaz de León como nuevo alcalde sustituto; y en Santa María de la Paz, Armando Gutiérrez Rivera.
Mientras que en la sindicatura de la Capital designaron a Patricia del Río Venegas (hermana de la comisionada del INAI, Julieta del Río Venegas) como sustituta; y en Tepechitlán, a Salvador Luna Gutiérrez. Definiciones muy tardías debido a la dificultad para que la comisión dictaminadora reuniera quórum.
Para variarle, el diputado José Luis Figueroa Rangel presentó una iniciativa de decreto para declarar a la comunidad de Huitzila como «Cuna del Mezcal del Sur de Zacatecas», y aunque la iniciativa apenas continuó su proceso legislativo turnándola a comisiones para su estudio y dictamen, el diputado panista Martín González Serrano, suplente de Lupe Correa, se adelantó a los festejos a tal grado que lo tuvieron que sacar del pleno casi a rastras en evidente estado inconveniente.
Más importante aún fue la aprobación por unanimidad de 22 votos de la Ley reglamentaria para la revocación de mandato en Zacatecas, en cuya discusión no podía faltar el circo legislativo protagonizado por los mismos de siempre.
En general, la ley reglamentaria dispone que para solicitar la consulta de revocación se requiere de al menos 10% de la lista nominal de electores (cuando a nivel nacional es sólo el 3%), y para que el resultado sea vinculante, debería votar el 40% del padrón.
O sea que se requerirían algo así como 127 mil firmas para que proceda la solicitud, y unos 507 mil votantes para que el resultado de la consulta sea vinculante.
La discrepancia respecto al criterio federal no fue tema de discusión en el pleno, sino más bien si es un honor estar con López Obrador y con David Monreal, quién ha sido el peor gobernador de Zacatecas y hasta la traición del diputado Enrique Laviada a MORENA al cambiar de bancada desde el primer día de la 64 Legislatura.
Mientras la oposición alegaba que este instrumento era exigido por la ciudadanía para revocarle el mandato al gobernador David Monreal, calificado como el peor en todo el país, el oficialismo lamentaba que se utilizara el dictamen con fines políticos.
Bien padre que la coordinadora de la bancada de MORENA, Gaby Pinedo, defendió que la figura de revocación de mandato había sido impulsada desde MORENA y se enorgullecía de estar con el gobernador David Monreal, «porque a mi gobernador no le avientan limones en el mercado«, en clara referencia al penoso episodio que vivió la candidata presidencial Xóchitl Gálvez en días pasados.
Claro, porque al gobernador no le aventarán limones, pero qué tal le dejan 10 cadáveres en plena Plaza de Armas, frente al Palacio de Gobierno y la sede del Poder Judicial, marcando un sexenio de terror.
Y entre dimes y diretes, con alusiones al «si no cumplo, me voy«, de Alejandro Tello, y donde no podía faltar el nombre de Miguel Alonso Reyes por enésima vez en voz de Ernesto González Romo (ya que le pida matrimonio si tanto sueña con él), fue este diputado morenista quien presentó dos reservas al dictamen con la finalidad de hacer «correcciones de estilo» en la redacción, para que la ley reglamentaria también pudiera incluir la figura de ratificación de mandato, y para que el propio gobernador también pudiera hacer la solicitud de la revocación o ratificación de mandato.
Sobra decir que sus reservas no prosperaron, sobre todo porque el PT que no es la 4T y sus otrora aliados de Nueva Alianza votaron en contra.
Lástima que la Ley reglamentaria aprobada este miércoles únicamente se limita a la revocación del gobernador, pues a pesar de que la diputada Gaby Pinedo sugirió que también se extendiera a diputados, alcaldes y hasta regidores, nadie presentó la reserva correspondiente y mucho menos se discutió la posibilidad.
Así las cosas en Zacatecas deslumbrante en el «Año de la Paz», aunque sea por decreto.